Mientras dure

Capítulo 80

Mordisqueé distraídamente una galleta de las que había traído Alice, estaban increíblemente deliciosas parecía que sus clases de repostería por fin estaban comenzando a dar sus frutos. Tal y como había estado haciendo durante aquel mes post – Aaron, ella había llegado a mi apartamento puntualmente a las seis de la tarde. No tenía ni idea de porque se había decidido por esa hora en la que la temperatura en las calles de Berkeley podían llegar a rondar los casi cuarenta grados a la sombra. Sí así es, como diría mi hermana Lila : “Hacía una calor de mil demonios”.

-Espero que no pienses ir a la cita con Alex – dijo finalmente Alice -.

Acababa de contarle todo lo sucedido la tarde anterior, después de que Alex acabara interrumpiéndome cuando estaba apunto de mantener una conversación que parecía ser decisiva con Aaron. Bueno lo cierto es que realmente no sé si hubiese llegado a ser una conversación decisiva, ya que técnicamente Aaron tampoco llego a decirme nada en concreto.

Y cuando colgué mi teléfono móvil y le pedí que siguiéramos con la conversación, el muy idiota solo termino diciéndo que tenía prisa ya que había quedado con alguien. Apreté el puño izquierdo.

Hampson idiota. ¿Con quien demonios habías quedado?. Apreté la mandíbula. Parece ser que no puedes mantenerte quieto. ¿Tan fácil te resulta reemplazarme?

Mierda. No necesitaba pensar ese tipo de cosas.

-No es una cita – puse los ojos en blanco -.

-Prácticamente es lo mismo – objetó ella -.

-Alice -murmuré -.

Ella levantó ambas manos para que me callase.

-Nadie sabe como funciona con exactitud la mente de Alex, es más me atrevería a decir que simplemente no funciona que esta hueca por dentro pero eso no quita que ese chico piense que puede tener algún tipo de esperanza contigo – dijo Alice a toda prisa -.

-No me llames loca, pero no creo que las cosas sean como tu estas diciendo – dije – le deje bien claro que no existe un nosotros en ningún tipo de idioma, Alex sabe que lo nuestro ya fue hace tiempo.

Alice alzó las cejas en mi dirección. Su cara pasó de la incredulidad al asombro sucesivamente.

-No me mires así – sonreí -.

-Elena, te conozco lo suficiente y se que piensas que la gente quizás puede llegar a cambiar y no voy a poner en duda que quizás algunas personas lo hagan – comenzó a decir ella – pero estamos hablando de Alex, ¡el maldito Alex! Ese imbécil que no pestañeo a la hora de romperte el corazón, pisotearlo y luego liarse con una de tus mejores amigas.

-Bueno lo cierto es que salía con las dos a la vez no se si lo recuerdas – fruncí el ceño -.

-Pues peor me lo pones – masculló ella – Lo único que no se es como a estas alturas no hemos pensado en montarlo en un avión dándole un pasaje de ida con destino a una isla desconocida de la que no pueda salir nunca.

-Seguramente tenías antepasados que formaron parte de la inquisición – bromeé -.

Ella me ignoró.

-Tengo una pregunta – Alice chasqueó la lengua - ¿Puedes dejar de defender a Alex?

Solté un suspiro.

-No lo estoy defendiendo – me encogí de hombros -.

-Pues no lo parece – Alice puso los ojos en blanco -.

Cerré los ojos y conté mentalmente hasta tres. Realmente lo que menos me apetecía era comenzar una discusión con Alice en aquel momentos. Sabía bien que ella solo intenta protegerme, ademas conocía más que de sobra la historia que tuvimos Alex y yo. Jamás me enfadaría con ella por ponerse en contra de Alex, tal y como lo estaba haciendo ahora mismo.

Simplemente tenía que hacerle entender que necesitaba cerrar un ciclo con Alex para poder seguir adelante con mi vida. No me apetecía escuchar que motivo lo llevó a engañarme de aquella manera tan horrible, tampoco necesitaba saber lo poco que le importaba aquel hecho mientras yo me encontraba en mi casa sumida en un oscuro abismo y él se la pasaba de cama en cama. Nadie quiere que le rompan el corazón por segunda vez con recuerdos del pasado pero es algo que necesitaba antes de perderle de vista de una vez por todas.

-Alice – agarré sus manos y las apreté suavemente – sabes que eres mi mejor amiga y sé que sabes lo importante que eres para mi y de verdad entiendo lo que quieres decir en referencia a Alex pero ..

Di una larga bocanada de aire antes de seguir.

-Necesito hacer esto – murmuré – cuando recibí la llamada pensé “que se vaya al cuerno” pero antes de quedarme dormida caí en la cuenta de que nunca había recibido una explicación por su parte y creo que es algo que me debo a mi misma.

Alice se mordió el labio inferior. Me miró con esos ojos que comenzaban a parecer un poco vidriosos en ese momento. Giró la cabeza hacia un lado y sorbió por la nariz.

-Odio cuando te pones así – susurró ella – has estado apunto de hacerme llorar.

-¿Apunto? - esbocé una sonrisa – quizás quieres decir que he conseguido tocar tu oscuro corazón de piedra, ¡que alguien llame a la prensa, mi mejor amiga esta apunto de llorar de emoción!.

Ella hizo una mueca.




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