Ninguno le gustaba. Ninguno encajaba con el concepto que quería crear, esto estaba mal, terriblemente mal.
Habían pasado cuatro días desde que colocó el cartel y había recibido un total de ocho postulantes, pero ninguno de sus portafolios acababa de convencerla y sentía que el tiempo se le agotaba. Esa tarde tenía la reunión con el cliente de CRYSTVL y cuando tuviese que empezar con ese proyecto, el tiempo que le quedaría para los suyos sería totalmente nulo. Lo presentía. Matías le dijo que este era un cliente exigente, y probablemente se la pasara criticando su trabajo todo el tiempo y pidiéndole rehacer todo, tenía que asegurarse de hacerlo genial no, lo siguiente.
Sería un sueño poder hacerlo bien. Hacer que Marissa se sintiera orgullosa de ella.
Entonces lo recurdó. Star Sketcher. Su primer postulante... aún no veía sus dibujos. Qué tonta era, ¿cómo pudo olvidarlo?
Se dio prisa y revisó su bandeja de entrada en busca del correo, los dedos le temblaban y ni siquiera estaba segura de por qué. Finalmente dio con él, y sintió mariposas en el estómago ante la perspectiva de estar a tan sólo un click de encontrar al candidato ideal, o por el contrario acabar donde empezó. El instinto le decía que lo que encontraría sería bueno. Lo supo desde que leyó su descripción, la forma en la que hablaba de sí mismo.
Abrió el documento, era un archivo con sus ilustraciones. Eran preciosas e inmediatamente sintió la sonrisa florecer en sus labios. Era justo lo que buscaba. Lo que encontró eran decenas de retratos, pero no eran rostros sin más, estaban dibujados de tal forma que parecían mágicos. Había chicas cuyo cabello parecía un mar de estrellas, ojos cuyo iris parecía el universo congelado. Rostros de chicos cuyas pecas parecían estrellas, y los colores eran... todo era perfecto. Era como si su visión se hubiese materializado, como si de alguna manera todo lo que había estado esperando estuviese atrapado allí.
Tenía que ponerse en contacto con él de inmediato.
***
La búsqueda en Internet fue sencilla, puesto que @StarSketcher le dejó un enlace directo a su perfil de Instagram. Tenía toda clase de redes sociales, incluyendo un perfil en Patreon donde al parecer estaba compartiendo un web cómic, aunque, a juzgar por los comentarios de sus últimas publicaciones, llevaba mucho tiempo de haberlo abandonado. Todo el mundo preguntaba cuándo continuaría con la historia de La Estrella de Alessey. Pero al parecer este hacía oídos sordos ante las peticiones. Tenía casi 11 mil seguidores y subía post de sus ilustraciones de manera constante, justo ahora tenía en las historias un pequeño boomerang de una mano masculina con un anillo de plata, sosteniendo un lápiz y esbozando algunos trazos en un sketchbook con el hashtag #wip. Vega se preguntó quién en la universidad podría ser aquel dibujante y por qué jamás había oído de él a pesar de su talento y popularidad en las redes. Hizo una nota mental para después curiosear un poco sobre ese cómic del que hablaban, de ser posible pagaría la suscripción con tal de verlo con sus propios ojos, porque era curiosa, sí. Pero también porque alguien con tanto talento siempre le atraía.
Podría considerarse tonto, pero Vega sentía mariposas en el estómago ante la perspectiva de hablar con él. Su trabajo era asombroso y le transmitía tanto que la solo idea de conocerlo le emocionaba. Sin embargo, todavía no quería desvelar su identidad, no sin hablar un poco con él antes. Después de todo, protegía a SS con su vida. Así que optó por no abrirle mensaje directo y en lugar de eso, escribirle al correo con el que se había postulado.
Borró y reescribió las palabras un montón de veces hasta que se sintió segura de que sonaba profesional, y no como una niña fangirleando. Llamó mágicos a sus dibujos y decidió reemplazar la palabra, le dijo lo bonitos que eran y luego lo borró porque "bonito" parecía una ofensa. Al final, escribió:
Hola, Star Sketcher. Solo quería decirte que recibí tu propuesta y estoy encantada con tu trabajo. Es asombrosa la cantidad de atención al detalle que tienes y me parece que tu talento es simplemente maravilloso, estaría encantada de ofrecerte el puesto. ¿Puedes ponerte en contacto conmigo por este medio? De esta forma podemos concertar una cita para hablar con más detalle. Estaré ansiosa de volver a escuchar de ti.
Atentamente, VL.
Le dio a enviar conteniendo la respiración, y esperó por la respuesta. Era ridículo esperar una respuesta en plena madrugada, la gente revisaba sus correos de día, no a las 3 de la mañana. Pero ¿qué podía hacer? Siempre había funcionado mejor de noche, especialmente porque nunca podía dormir y usaba el trabajo como fuente de escape. De lo contrario pasaría toda la noche rodando en la cama con todos sus pensamientos. Odiaba eso. Decidió dejar a un lado su teléfono para no revisarlo de forma obsesiva por una respuesta que probablemente no llegaría hasta mañana, y volvió al trabajo. Estaba preparando la agenda de las próximas semanas porque con la cita del cliente de CRYSTVL tenía que reorganizarlo todo.