Cuando Vega despertó esa mañana tenía una sola cosa muy clara: este sería el día en que se comería el mundo.
Estaba a tan solo unas horas de reunirse con el cliente de CRYSTVL, había reorganizado toda su agenda para el mes y aunque le iba a quedar poco tiempo para sí misma, todo tenía un lugar y un tiempo al fin. No había dormido casi nada, pero a base de café y perfeccionismo funcionaba bien, además, la mini conversación que había tenido con Star Sketcher la había dejado emocionada ante la idea de comenzar a trabajar en este nuevo proyecto para su app, y todo el tiempo y esfuerzo que tendría que ponerle valdría la pena. Incluso se había decidido a llamarlo justo después de salir de esa reunión, no había tiempo que perder. Nada podría salir mal.
Cuando atravesó las puertas de M&Co, la empresa que se había puesto en contacto con ella, el sonido de los zapatos de tacón que había elegido esa mañana repiqueteaban por el suelo, los hombros echados hacia atrás y la confianza a mil, Vega entró a ese lugar con un solo propósito en mente, ir y conseguir el contrato. Era como si el espíritu de Marissa la hubiese visitado y le hubiese dado el boost de energía que necesitaba. Ese día incluso se había puesto labial rojo, llevaba puesta una falda lápiz de color negro y una blusa celeste de manga francesa que resaltaba sus ojos. El cabello en un moño y todo en su lugar. Lucía mucho mayor de lo que era, y le encantaba. Cuando estaba decidiendo qué usar esa mañana recordó las palabras de su madre: "Como te veas, te tratarán. Tienes que lucir imponente, incluso si no lo sientes. Eso los hará respetarte. Si pareces una niña asustada, creerán que pueden aprovecharse de ti. No debes permitirlo" Y no lo haría. Iría y conseguiría convencer a su cliente de que ella era la opción ideal. La única decisión correcta. Incluso si después no tenía ni idea de cómo mantenerlo todo a flote, eso lo descubriría sobre la marcha.
Entró a la recepción y se encontró con una mujer en sus treinta, de cabello rubio rojizo y pecas, tenía el rostro redondo y amable. Soltó el aire que contenía, muy en el fondo aún estaba nerviosa y ver un rostro agradable la tranquilizaba. Se acercó y la mujer al alzar la vista de su pantalla le sonrió. Vega se fijó en el gafete que colgaba de su cuello, su nombre era Julianne.
—Buenos días, mi nombre es Vega Lovelace y estoy aquí para...
—Oh, señorita Lovelace —la interrumpió Julianne casi al instante—, llega usted temprano. Su cita es hasta las nueve en punto. El jefe valora muchísimo la puntualidad así que estará complacido —le guiñó un ojo—. Le haré saber que está aquí y él se reunirá con usted a la hora establecida. Puede tomar asiento —señaló unos sillones negros que parecían muy costosos. Y con una rápida ojeada al edificio, Vega se dio cuenta que todo lucía costoso. La sombra de la inseguridad se pasó rápido sobre su cabeza. Esta empresa podría costear una agencia mucho más famosa que la de Marissa, que solo contaba con una pequeña oficina y era bastante local. Pero se recordó a sí misma que estaba decidida, que era una Lovelace y las Lovelace conseguían mover montañas—. ¿Puedo ofrecerle algo de beber?
—No, muchas gracias. —Todavía tenía esa extraña tendencia a imaginarse que tenía muchas ganas de ir al baño si estaba demasiado nerviosa, incluso si no era así, por lo general procuraba tomar la menor cantidad de líquido posible porque si sabía que su vejiga estaba vacía, su mente no la podía engañar—. Esperaré.
Le sonrió a Julianne y fue a sentarse. Todavía faltaban quince minutos para la reunión y era tiempo suficiente para terminar algún pendiente, tenía que responder un par de correos y no le tomaría mucho tiempo, podía hacer eso. Pero, al entrar a la aplicación de correo, se encontró con un mensaje nuevo de Star Sketcher y eso la puso tan de buen humor que decidió posponer lo que iba a hacer. SS era su bebé, adoraba trabajar en ello, siempre había sido un proyecto bastante solitario y compartirlo con alguien por fin, la emocionaba.
El mensaje decía:
JEFA, ESCRÍBEME A WHATSAPP. YA QUIERO SABER DE QUÉ SE TRATA Y EMPEZAR A TRABAJAR YA. NECESITO RESPUESTAS. Y SÍ, ESTOY GRITANDO.
Vega no pudo evitar sonreír. ¿Así que Star Sketcher era alguien tan aficionado al trabajo como ella? Genial. Quizás incluso a la larga podrían ser amigos. Un contacto de calidad más para su agenda.
Buscó el número que había guardado ayer y se fijó en su foto de perfil antes de abrir la bandeja de chat. Estaba en blanco y negro y era un chico de cabello oscuro, aunque no se veía su cara porque estaba de espaldas sosteniendo a un perro que sobresalía sobre su hombro y parecía sonreír a la cámara. Era una foto adorable. Sip, definitivamente podrían ser amigos. Vega daría lo que fuese por un perrito. Pensó en su propia foto, y lo que podría pensar Star Sketcher de ella. Las impresiones eran importantes, especialmente las primeras. Su foto era una sencilla, de su rostro con los enormes lentes que usaba para protegerse los ojos y el cabello desordenado en un moño. Nunca daba su número de teléfono y todas sus comunicaciones eran a través de correo electrónico, así que era seguro. Pero ahora, las palabras de Marissa seguían resonando "como te vean, te tratarán"... decidió eliminar la foto y dejar vacío el espacio.