Mientras no me olvides, no me habré marchado del todo

Capítulo 22 - NO VALES MÁS QUE YO 2

El silencio inunda el salón, todos nos hemos quedado callados esperando a ver qué sucede, nuestro momento de celebración acaba de acabar. Lo sé porque todos hemos sentido que algo malo está pasando.

 

         -       Lo siento, siento haber venido aquí después de todo lo que ha pasado, pero no sabía a dónde ir – dice la persona nueva que ha entrado y que desde el salón oímos.

        -       ¿Dónde está mi hijo? – oímos preguntar a Isco muy nervioso y preocupado a la vez por lo que ya sé quién es la persona que ha llegado.

         -       Está con mi hermana, pero tranquilo que está bien, no podía dejar que me viera así – contesta esa persona.

         -       ¿Qué te ha pasado Sofía? – oigo como pregunta María, dando así por descubierta la identidad de la persona - ¿Quién te ha hecho todo eso? – vuelve a preguntar María.

 

Sabía que era ella la que estaba en la puerta pero no podemos verla porque la llevan hasta la cocina. ¿Qué habrá pasado? He notado a Isco y a María preocupados por algo.

 

Los chicos y yo nos miramos entre sí interrogantes. Se nota que el ambiente está tenso, no podemos esperar por saber que está pasando. Tenemos demasiadas preguntas.

 

Pasan los minutos y no sabemos absolutamente nada.

 

         -       Pero ¿qué? – oímos gritar a Isco, está histérico - ¿Has dejado que ese engendro de hombre viva bajo el mismo techo que mi hijo? – oímos como pregunta gritando, supongo que a Sofía.

 

¿Qué cojones ha pasado? Isco no sé suele poner así, pero tratándose de su hijo… mejor no estés cerca cuando se enfada.

 

Oímos pasos que se alejan hacia los dormitorios, el silencio sigue inundando la sala, no hemos abierto ninguno de nosotros la boca en todo este tiempo. Cada uno está metido en sus pensamientos, pero todos pensamos en lo mismo, ¿qué ha pasado?

 

Veo que María entra al salón. La noto muy rara, triste y consternada. ¿Qué habrá pasado? Se sienta junto a mí y la noto temblar, por lo que instintivamente la cojo de la mano y le doy pequeñas caricias en su mano para poder tranquilizarla.

 

Isco baja al salón donde estamos todos y entre los dos nos cuenta que es lo que ha pasado. ¿En serio puede haber gente tan repugnante en esta vida? Sin embargo algunos de los chicos no estaban muy de acuerdo con la amabilidad que han mostrado Isco y María. Sobre todo no están de acuerdo con María, por todo lo que ha hecho pasar a Isco, pero no soy capaz de pronunciarme o de defenderla, aun sigo asimilando lo que acaba de pasar.

 

         -       Tú no lo entiendes Cristiano – oigo decir a María mientras salgo de mis pensamientos.

         -       ¿Qué es lo que hay que entender? – pregunta Cristiano.

         -       No entiendes porque lo he hecho – contesta seca.

         -       Yo entiendo que lo que ha hecho su novio está mal, muy mal, encerraría a ese hijo de puta – dice Marcelo.

         -       Pero lo que no entendemos del todo es la amabilidad con la que la has tratado – dice esta vez Kaylor.

         -       A ver chicos – empieza a decir ya empezándose a cabrear con ellos – poneros en el lugar de ella, poneros tan si quiera en el lugar de otra persona que no sea Sofía pero que está en su misma situación – les dice - ¿Cómo actuarías? ¿La escucharíais sin más y si te he visto no me acuerdo? ¿O en cambio, intentaríais comprenderla y ayudarla en todo lo posible?

         -       ¿Pero es que te has ofrecido incluso a ir con ella a comisaría para denunciarle? – dice esta vez Kross incrédulo.

     -       ¿Y? – les contesta ella cabreada – es una persona, una persona humana con sentimientos que puede equivocarse, como tú o como yo. Y por tanto es una persona que sufre y creerme ha sufrido – acaba diciendo cabreada y alzando la voz.

 

Observo cómo Dani mira a María y le pide que se tranquilice con una mirada. Aquí hay gato encerrado ¿qué ha pasado que yo no me haya enterado? Cada vez me estoy poniendo más y más tenso y esto no me gusta nada.

 

        -       Esa persona a la que no queréis ayudar podría ser cualquiera de vuestras personas más cercanas, ya sea mujer u hombre. Es una persona que ha sufrido ya no físicamente, sino que ha estado coaccionada, insultada, amenazada con tocar a su hijo, abusada sexualmente… ¿Y pretendéis no hacer nada al respecto y cruzaros de brazos? – sigue soltando María.




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