Mientras no me olvides, no me habré marchado del todo

Capítulo 35 - SUSPIRAR 2

Muchas veces, en muchas ocasiones me haces falta, sin ti soy la mitad de lo que podría ser si te tuviese a mi lado, si tuviese tus caricias y tus besos, serían otras palabras y pensamientos los que rondarían mi mente.

 

Quiero que desaparezcan las nieblas que aparecen en el invierno, que la primera llegue paso a paso y me haga escuchar tu voz, sentir tu aroma… así como poder envolver este amor con la luz de nuestro corazón.

 

Tengo y mantengo la esperanza de poder volver a tenerte a mi  lado. No paso ni una sola noche en la que no contemple el cielo preguntándome si estás pensando en mí, de la misma manera en la que yo pienso en ti. Las horas de la noche pasan de manera silenciosa y muy lentamente, todo es en cámara lenta para mí, y solo desea poder estar ahora junto a ti.

 

No sabes cuánto te quiero y cuánto añoro tu presencia en esta ciudad, en mi cama, porque se vuelve cada vez más gris esperando que volvamos a reencontrarnos. Y es que cada vez, cada minuto que pasa te hecho más y más de menos, y hoy, aunque últimamente todos los días.

 

Me gusta sentir la suave brisa en mi rostro y me digo a mi misma que eres tú quien me acaricia, porque de alguna manera quiero que estés presente en mí día a día.

 

Llegará el día, no sé cuando, sin citas previas, horario, reloj ni calendario marcado… un día de estos el tiempo será nuestro y acabaremos con las distancias.

 

Deseo que ese día llegue ya, quiero estar junto a ti. Ahora y siempre.

 

Llegará el día en que estos ojos se vuelvan a encontrar contigo y un abrazo eterno nos unirá hasta el fin, entonces sabremos que toda espera habrá valido la pena; que todas nuestras palabras, todo lo que sentimos serán una sola poesía que nunca tendrá fin. Y espero que así sea, para poder seguir creando nuestra historia.

 

Quizás puedo pensar que aún no es el momento, pero sé que llegará, así como llegan las olas a la orilla del mar… con toda esa seguridad solamente pienso en ti. Porque a puesto fuerte por nosotros, siempre lo he hecho y siempre lo haré.

 

Siempre seré tuyo, como tú siempre serás mía. Seremos siempre el uno para el otro, seremos nuestros.

 

Es increíble cómo puede el corazón amar de tal manera.  Es increíble cómo apenas hemos estado este tiempo separados y no sabes cuánto te extraño, cuánto te echo de menos.

 

Recuerdo la última vez que hablamos, sentí tanto amor y tanta ternura por ti que quise abrazarte y darte todo el amor que necesitas hasta el cansancio. No entiendo esta manera de amarte, no entiendo esta manera de entregarme a ti… Como es que te fuiste metiendo en mi vida de tal manera que a pesar de lo que ha pasado, hoy no sé vivir sin ti.

 

Tengo el corazón tan lleno de recuerdos, tan lleno de cada instante en que estuve a tu lado: tus besos, tu sonrisa, tu voz… amo cuando me dices un te quiero… Amo cada palabra que dejas para mí, pero sobre todo amo saber qué me quieres.

 

Y es que tú y yo estamos tan compenetrados y unidos, que apenas hemos estado separados y lo único que deseo es volver a estar contigo. Incluso a veces dejo volar mi imaginación y pienso en estar juntos para siempre. Y creo que es el momento de decirte que estoy dispuesto a todo por ti, que mi vida ya no tiene sentido si tú no estás en ella. Necesito de ti tanto como necesito respirar.

 

Mi mundo eres tú.

 

Mi vida eres tú.

 

Todo es y gira alrededor tuyo.

 

Sé que a la larga no está bien sentir tanto… pero, dime ¿acaso es tan malo quererte como te quiero? No quiero saber la respuesta, porque tengo miedo de que algún día me digas que no puedo sentir tanto hacía ti. Tengo miedo de que me digas que tu amor no es tan grande como para pensar en un futuro donde solo estemos tú y yo.

 

Tú eres lo más bonito que tengo en mi vida, y cómo ayer, hoy y mañana, te digo que este sentimiento que tengo en mi corazón es sincero, te entrego mi vida, mi ser y mis esperanzas de volver a estar juntos otra vez, de superar cada obstáculo que se presenta, de ser fuertes y de volver a estar junto a ti.

 

Y en este momento estoy aquí, implorándole a la luna que pose suavemente sus rayos, una a una, en cada poro de tu piel.

 

Aquí estoy, pensando en cada palabra que voy a decirte, en cada decisión que voy a tomar, esperando que estas lleguen hasta ti envueltas en suspiros, suspiros que se ahogan en mi pecho, y se tornan en llanto, en un llanto desconsolado, porque no estás aquí conmigo, porque te fuiste sin ni siquiera darte una explicación, sin ni siquiera decirme adiós.

 

Me siento, ahora mismo, deshacer por dentro, y mi alma… ¡mi alma está hecha pedazos! Mis labios están temblorosos por el continuo suspirar, por las palabras escondidas sin poder salir, y mis ojos se cierran por haber derramado tantas lágrimas de tristeza este último día, este último día desde que te perdí.




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