Capítulo 40 - AÚN NO 2

Había pasado una semana desde que María y yo habíamos arreglado las cosas. La verdad que esta semana había sido genial. He ido todos los días a buscar a María y a Natt a la escuela, después siempre las llevo a algún lugar diferente para comer, sólo quería pasar las tardes con ellas, disfrutar de su compañía.

Es estar con ellas… verlas a mi lado y mis ganas de que un futuro formar una familia con ella, se hacen cada vez más y más grande. Sobre todo cuidar de la pequeña Natt, esa niña tan adorable y risueña.

He ido con el equipo fuera de Madrid, para jugar un partido de Champions. No nos veríamos en un par de días, así que iba a extrañarla todos estos días.

El partido lo ganamos y seguíamos a la siguiente fase, aunque nos costó mucho. Ya no nos van a regalarnos nada, aunque sé que vamos a ganar, sé que lo haremos.

Los días habían pasado, había vuelto a Madrid pero aún no había visto a mi pequeña. Ya la echaba de menos, mucho. Aún así no parábamos de hablar, todos los días.

María me había llamado para decirme que a la gala benéfica de esta noche iba a venir su mejor amiga, Iris. Yo acepté encantado. Lo tenía todo planeado para esta noche. Sólo espero que todo salga bien.

Al terminar el entrenamiento la veo a lo lejos, viene corriendo hacia mí y salta a mis brazos. 

-       Te he echado de menos Marco – me dice mientras dejo a María en el suelo.

-       Yo también a ti pequeña – contesto mientras me acerco a ella para poder besarla. ¡Cómo lo echaba de menos!

-       Bueno, bueno… Que corra el aire – dice Isco mientras nos separa.

-       Que envidioso eres – dice María mientras le abraza.

-       ¿Qué haces aquí? – pregunto mientras paso un brazo sobre sus hombros.

-       Darte una sorpresa ¿no te gusta? – me pregunta mientras se gira para mirarme.

-       Me encanta amor – respondo mientras la beso.

Llegamos al coche y allí se encuentra una chica, Iris.

-       Chicos ella es Iris, bueno a Marco ya lo conoces y él, bueno él es Isco. Isco ella es Iris una de mis mejores amigas – les presenta María.

-       Hola – dice Iris con voz quedada casi como un susurro por lo nerviosa que está.

-       Hola, encantado – le responde Isco mientras se acerca para darla dos besos.

Se quedaron un rato mirándose sin importar que nosotros estuviéramos allí, así que con una sonrisa nos alejamos un poco de ellos, para dejarles intimidad y así hablar un rato nosotros dos solos.

-       No sabes cuánto te he echado de menos amor – digo mientras me apoyo en el capó del coche.

-       Yo a ti también – me contesta mientras se acerco a mí y se coloca entre mis piernas.

Rodeo con mis brazos su cintura para que se acerque más a mí si es posible y María rodea mi cuello con mis brazos, terminando así en un abrazo. Respiro fuerte, inhalando su aroma. ¡Dios como la echaba de menos!

-       ¿María nos vamos? – pregunta Iris haciendo que María y yo nos separemos.

-       Yo te estaba esperando – dice María mientras alza una ceja y pone una sonrisa picara a Iris.

-       No me mires así y vámonos – dice rápidamente mientras se pone roja y se dirige al coche.

-       Vale, vale – contesta María riéndose a la par que lo hago yo – nos vemos esta noche amor – me dice María con esa mirada preciosa que tiene.

-       Pasaré a buscarte a las 9 peque – contesto mientras nos damos un abraza para despedirnos.

Veo como se alejan ambas y los chicos me miran con una sonrisa picarona en la cara.

-       ¿Qué os pasa? – pregunto curioso.

-       Nada, nada – me contesta Isco riéndose – espero que esta noche no la cagues.

-       Espero que no y espero que le guste y me diga que sí – respondo sonriendo como un tonto – por cierto Isco ¿qué te traes con Iris? – pregunto alzando las cejas.

-       ¿Yo? Nada, nada – me dice mientras se le escapa una sonrisa.

-       ¿Seguro? – pregunto de nuevo.

-       Bueno, vale. Me gusta mucho, pero no estoy seguro de que ella quiera algo conmigo – dice un poco cabizbajo.