Hoy me he dado cuenta que lo que llamo felicidad no es una línea, sino segmentos acompañados de retos y de caídas que me hacen apreciar ese pedacito que conforma la línea. No puedo decir que soy feliz siempre, pero sí que en momentos he logrado sentirme en plenitud. Esos momentos son los que me hacen levantarme tras las dificultades, tras esos segmentos de infelicidad que también son imprescindibles, tanto como lo bello de la vida. Hoy aprendí que ser fuerte se aprende y se logra solo cuando te das la oportunidad de serlo, cuando te comprometes contigo mismo a volver a empezar, a olvidar, a intentar o dejar de hacerlo, cuando por fin has decidido ser feliz.
La vida es como tú la quieras hacer, nada es fácil, siempre nos encontramos con nuevos retos, con nuevos obstáculos, y cada día de nuestra vida es una aventura nueva. La vida muchas veces nos golpea tan fuerte que hasta nos cuesta abrir los ojos por las mañanas, pero en nosotros mismos está el poder hacer de nuestra vida, de lo que nos queda, algo bonito u optar por no revertir las cosas que nos salen mal. Siempre hay cosas por las que vale la pena seguir soñando, porque eso te hará feliz.
Hoy tenemos un libro en blanco en el que podemos escribir una nueva historia, un nuevo romance… que nadie te quite la sonrisa de esa cara, nuestro entorno siempre cuestionará lo que hacemos o dejamos de hacer. Pero tú, vive la vida sin dar vueltas hacia atrás. Sé feliz, enamórate hasta los huesos, ríe, ve por la vida confiando que esta vez harás las cosas bien y que no todo es tan malo. Eso sí, no olvides que no todo es tan perfecto como queremos, que hay que luchar por nuestra felicidad.
Conserva en un lugar de tu corazón todo lo vivido, lo que has llorado y lo que has reído; son momentos que te acompañarán cuando llegue el otoño a tu vida y un día te sorprenderás volviendo la vista atrás y sintiéndote feliz por haber amado y haber sido amado.
Comienza cada día como si fuese el primero del resto de tu vida, siempre con esperanza, alegría y mucho amor para repartir, para que así tu corazón esté contento y satisfecho por cuanto lo intentas hacer lo mejor posible. No permitas que nadie te robe esa alegría que llevas dentro de ti. Tú tienes la fortuna de tener mucho amor, muchas ilusiones y muchos sueños, no los desperdicies.
Te conoces, ya sabes cómo eres, concédete la oportunidad de volver a querer, y seguro que con esa felicidad que irradiarás acercarás a muchas personas que tendrán ganas de compartir tus sueños, y porque no, puede que incluso tu amor. Disfruta cada momento de tu vida, porque son únicos, nunca habrá un día igual que el otro, disfruta de las maravillas que vivirás. Muchas personas se quedan tristes y amargadas por no mirar más allá de su propio dolor y sufrimiento, no seas de esas personas, aprovecha tu vida, vívela plenamente pues sólo se vive una vez.
Repite conmigo:
“Aunque yo cometa errores, mi voluntad es ser feliz y salir adelante; haré todo lo necesario para conocerme en lo íntimo de mi ser, crearé mis propios sueños y viviré la vida a mi manera. Aunque vuelva a caerme, que lo haré, me volveré a levantar, me repondré y me daré tantas nuevas oportunidades como necesite para alcanzar mis metas, sueños e ilusiones”.
Debes creer en las segundas partes.
Siento en mi corazón todo ese pesar, como pasan los días y todo sigue igual, con ese dolor en mi pecho que me impide avanzar. Es como si estuviera en un limbo, como si hubiera algo que me impidiera avanzar y me retuviera contra mi propia voluntad. Quiero salir de aquí, quiero hacerlo pero las fuerzas ya no me acompañan, ya no controlo mi cuerpo y caigo. Caigo a un oscuro agujero, un vacío que llena de dolor y sufrimiento mi alma. Ya no tengo ganas de seguir luchando. Me rindo. No soy tan fuerte como pensaba, después de todo lo que he tenido que pasar, después de todo lo que he tenido que sufrir… pensé que era más fuerte, pensé que podía con esto y con mucho más, que era capaz de superar cualquier obstáculo que se presentará en mi camino. Pero esto… esto no puedo con ello. No puedo y no hay nadie a mi lado que me ayude a salir de aquí. Es un abandono, es salir huyendo por detrás, es ser cobarde, pero las ganas por luchar, las ganas por seguir viviendo se han esfumado y no creo que vuelvan a aparecer. Ya ni siquiera soy capaz de sentir algo que no sea dolor, no puedo ni siquiera abrir los ojos y encontrar la luz, porque la oscuridad se ha cernido sobre mí y ya no creo que me vaya abandonar nunca más. Quiero huir, quiero irme de aquí, quiero dejar de luchar.
Puedo sentir a la gente a mi alrededor, oigo sus voces que me hablan pero yo no soy capaz de responder. Es como si mi cerebro hubiera dejado de funcionar y no quisiese que nadie más me oyera, como si quisiera aislarme del mundo, de todos. Y sus voces… ya no me llenan como antes, ya no son importantes ni primordiales para mí, simplemente quiero que el dolor desaparezca, que deje de doler, quiero dejar de sentir.