Mientras vemos el Atardecer - Libro 01

Capítulo 01

Me levanto en la mañana, ¡ay! cuando me levantaba en las mañana. Sin necesidad de alarma, lo digo porque ahora me levanto súper tarde y no hay alarma que me levante temprano o persona.

Al levantarme hago lo que se hace, bueno lo que yo suelo hacer, ir al baño, luego cepillarme, revisar mi teléfono si me llegó algún mensaje, la verdad sin necesidad alguna, debido a que nadie, en serio nadie, me envía debido a que soy una persona asocial o así suele definirme mi HERMOSA familia (nótese el sarcasmo)

Pero esa mañana fue diferente si tenía un mensaje –OMG, recibí un mensaje– era en ese entonces de un conocido, Adán Cooper, chico no tan alto, blanco, cabello negro y ojos también negros, simpático el muchacho.

De: Adán Cooper

Hola, ¿cómo estás?

¿Puedo ir mañana a tu casa, para que me pases la tarea?

Respondí que si podía venir, no tenía problema alguno en que viniera a casa, mi hermana fue quien reaccionó de una forma muy alegre (exagerada) porque él venía a la casa, de mi parte estaba de lo más normal.

No mientas, también estas alegre por verlo. Cállate, conciencia estúpida.

—Aja... ¿Y a qué hora viene Adán?—mi hermana mayor Oriana Clark, desde siempre ella ha tenido la idea de que somos pareja o algo parecido, sin exagerar desde el preescolar lo ha dicho, no hay quien le saque eso de la cabeza y ahora menos de que Adán viene a la casa.

—No lo sé, le dije que podía venir mañana en la mañana.

— ¿Y él sabe dónde vivimos nosotros?, ¿Sabe en qué casa llegar, que calle?

Coño. No le dije la dirección

—Sí, él sabe, yo le dije como llegar…—me cruce de brazos, y desvié la mirada

— ¿Segura? Porque no parece —desde su lugar en la cama, tomo asiento para quedar igual que yo

Y es que no, no se dar direcciones, soy mala para dar direcciones, y para recibirlas también. En fin, la que no sale y por eso no sabe dar una estúpida dirección.

—Está bien no le dije, envíale tú, como si fuera yo— le di mi teléfono para que escribiera la dirección de la casa, automáticamente ella empieza a escribir, se levanta de su cama y me pasa el teléfono.

De: Sofía Clark

Disculpa se me olvido darte la dirección, vivo al lado de una casa blanca :)

—Así no era chica, así no… —me molesto por un momento, espera que Oriana en serio le mandara la dirección que era, no esto.

—Dijiste que le enviara como si fuera tú y eso es muy Sofía de tu parte— dijo en forma burlona —Ay tan poco te molestes —seguía con la burla.

—No es gracioso Oriana, envíale la dirección como es, por favor.

—Está bien, ya le enviare a Adán la dirección— hizo un pequeño guiño.

Mi hermana le envió la dirección de modo, que le quedara claro en donde vivimos exactamente, no solo al lado de una casa blanca. Muy lindo y todo de que vendrá, pero esta casa parece un desastre, mi casa tiene buena estructura, pero somos un poco, solo un poco desordenadas.

Solo estamos viviendo aquí, mi madre Maribel Clark, una señora que a pesar de los años, se mantiene muy bien, cabello negro y piel morena, mi hermana es igual a mi madre.

Mis padres no están separados ni nada, solo que mi padre Dino Clark, está ayudando a mi abuelo en su hacienda y queda algo retirado de donde vivimos; Por eso solo estamos nosotras. Mi padre es unos años menor que mi madre, y él parece el más viejo de los dos, varias personas que nos conocen, dicen que me parezco mucho a él, tanto en lo físico como en la personalidad.

Nota de la autora:

Muchas gracias por darle una oportunidad a mi historia

Instagram: @iamnelsi2




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