Mientras vemos el Atardecer - Libro 01

Capítulo 06

Ya se habían terminado las clases de hoy, vi a Victoria me despide de ella quedamos de acuerdo de enviarnos más tarde. Estaba en la salida cuando alguien vuelve a gritar mi nombre.

—Sofíaaa, esperameee —era él de nuevo

— ¿Qué? —le pregunte apenas el llego hasta donde estaba 

—Me voy contigo

— ¿Disculpa?

—Vamos, camina, hay personas que necesitan pasar por esa salida para irse a sus casas —gire los ojos apenas el termino de hablar me di la vuelta y él me seguía el paso.

— ¿Y que hace tu mamá los miércoles de comida?

—No lo sé —tratando de parecer los más cortante posible

—Porque no sabes o es que no me quieres decir…

No volví hablar hasta que llegamos a mi casa

— ¡Mamá, llegue!

—Hola hija ¿cómo te fue?

Mi mamá de espaldas en la cocina, apenas se voltio se emocionó porque vio que a mi lado estaba Adán.

— ¡Y trajiste a Adán contigo para almorzar! Qué bueno así probara mi sopa de papa con mi ingrediente secreto. 

—Sí, lo que digas —me voy a cambiar, Adán espérame en la sala —le señale la sala.

—Está bien, Sofí.

¿Sofí? Nadie me dice así.

Me fui a cambiar a la habitación de mi madre, paso la puerta vaivén y me recuerda el día que vino y me detuve a verlo por la puerta, ahora estaba nerviosa. Para mi sorpresa mamá y Adán estaban hablando, parecían dos comadres, ni notaron que había vuelto, me pare al lado de Adán para escuchar lo que decían o aunque sea entender de lo que hablaban al parecer hablaban de un evento ocurrido recientemente.

—Adán eres mal alto que Sofía como va hacer, si antes eran del mismo tamaño.

Gracias mamá por recordarme lo que pequeña que soy al lado de todos.

Mi mamá siguió cocinando, Adán no dijo nada.

—Acomódate…espera, como se mide para saber quién es más alto —apenas hubo silencio de parte de  los dos. —Pon tu hombro al lado de mi hombro, así. 

No puede ser si es más alto que yo, solo por dos dedos de diferencia. Me siento pequeña.

—Sí, soy más alto que tú —con una pequeña sonrisa en su rostro.

—Solo por dos dedos de diferencia, no es nada, no dejas que la emoción se te suba a lo cabeza

—Ya fue, y más porque tu mamá se dio cuenta.

Mi mamá termino de hacer la comida la ayude a servir, mi hermana comiendo con su teléfono en la otra mano, por eso no le duran de tanto que los usa, por alguna razón habiendo tantas sillas en el comedor mamá hizo que Adán se sentará a mi lado. Con Adán me sentía diferente, me sentía bien cuando venía a la casa, aunque esta es solo la segunda vez que viene y ya está almorzando con nosotros, que maravilla.

Luego de comer y acomodar todo lo que estaba en la mesa del comedor, Adán se puso a escribir las tareas que quería que le pasara. Hubo silencio, al parecer para eso estábamos, pero no eran silencios incomodos. Me sentía bien en esos silencios, no me sentía incomoda. Aprovechando que me sentaba en el otro lado de la mesa, observaba a Adán, pude notar algunos gestos, le tomare una foto.

—Bueno me voy —apenas termino de escribir, guardo todo lo que saco de su bolso

—Está bien —camino hacia a la puerta, la abrí y no dudo un momento y salió.

—Chao.  

—Chao —casi al mismo tiempo que él, cerré la puerta me iba a dirigir a la cocina a tomar agua cuando mi hermana hablo. —Porque no lo acompañaste y esperabas hasta que caminara más o menos. 

— ¿Cómo para que o qué?

—Por educación Sofía.

—Ay no, que flojera.

—Oye él es el amor de tu vida desde el preescolar, así que trátalo con respeto.

—Me voy a ver televisión, gracias, permiso. 

 

Nota de la autora:

Muchas gracias por darle una oportunidad a mi historia

Instagram: @iamnelsi2




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