Me encontraba en casa de mi mejor amiga Victoria, cuando le pedí permiso a mi mamá se alegró de escucharme de que quería salir así que no dudo ni un segundo en dejarme ir a su casa.
—Vic, tengo que decirte algo, sé que lo te diré sonara loco pero tengo que decírtelo, necesito desahogarme con alguien y quien mejor que tú que eres mi mejor amiga.
—Ay dios… ¿qué paso? —con cara de preocupación, esperando lo que le tengo que decir se encontraba Victoria
—Tranquila, se trata de alguien.
—Disculpa, ¿De quién estamos hablando?
—De Cooper.
— ¿De Cooper? ¿Quién es Cooper?
—Adán Cooper —girando los ojos y haciendo énfasis en Cooper para que sepa que así nos referiremos a él.
—Oh ya entiendo, mejor digamos “A”, ya sabes cómo nos hemos referido con todos los chicos que nos han gustado con su iniciales para que nadie sepa de quien hablamos —finalizo con un guiño.
—Si está bien, te hablare de “A”
—Deja y me acomodo —se sentó y puso una almohada entre sus piernas cruzadas, quedando frente a frente conmigo, para escuchar con atención lo que diré a continuación.
—Adán Cooper…
—“A” de Adán, chica —me interrumpió
— ¿Me vas a dejar que te cuente o no? —dije con una ceja alzada
—Sí, cuéntame entonces.
—A él lo conozco desde hace varios años, antes de que volviera a mi vida el me gustaba, era como mi enamorado en el preescolar, puede que mi hermana me molestara con que éramos novios y me molestara por ello. Por dentro pensaba que era la niña más afortunada, en tener un novio como él, sabía tocar el cuatro venezolano y también sabia cantar, me sentaba en primera fila cuando la maestra nos ponía a escucharlo a él…
Me gustaba escucharlo cantar, quisiera volver a escucharlo otra vez y más ahora que sé que toca la guitarra.
—Espera, eso yo no lo sabía, él te gustaba en el preescolar, o sea que tu hermana no te molestaba en vano, ¡Ay Dios que locoo!
—Silencio…cállate y déjame contarte, ¡Chicaa!
—Está bien, pero tampoco te molestes.
—Mi mamá en el preescolar, sabes que hay tres niveles, en tercer nivel era mi cumpleaños número 06, ese día me sentía mal, no estaba de ánimo para una fiesta de cumpleaños, que mi madre solía hacerme en el preescolar cada que cumplía años, me encontraba en su habitación llorando sentada en el piso al lado de su cama, me pregunto que si quería ir, me calme y le dije que sí. Ya estábamos en el preescolar, todos los del salón incluyendo la maestra estaban con el uniforme diario, se suponía que todo estaría decorado y todos con ropa de fiesta, no era así, la maestra estaba apenada, porque creía que la fiesta era el otro día y por eso estaban en uniforme y decorando el lugar con globos rojos.
—Vaya eso no lo sabía y como es que recuerdas eso tan bien
—Aunque no lo creas es una de las pocas cosas que recuerdo de esa etapa…déjame seguirte contando. Seguía igual de mal, me senté en una de las sillas que estaban en el patio al lado de mi había una silla también, recuerdo que tenía la mano en mi barriga porque me dolía un poco, en eso Adán se sienta a mi lado.
—No sabía que hoy era tu cumpleaños, toma te regalo este globo rojo que me dio la maestra —me lo ofreció y lo tome —Gracias.
—Ese es el único recuerdo que tengo de ese cumpleaños, que Adán me regalara un globo rojo.
—Ay pero que lindo y tierno, que linda historia.
—Si lo sé, pero Adán no recuerda nada de eso... —Espera, ¡¿Qué?!
—Si la otra vez le conté eso y dijo no que recordaba nada.
— ¿Qué le contaste, qué? ¿Y qué le dijiste?
—Pues le dije que mi hermana antes me molestaba con que él era mi novio en el preescolar, y lo único que comento acerca de eso fue que si eso era así, es decir, que seamos pareja desde el preescolar, ¿él sería medio cuñado de mi cuñado?
— ¿En serio?
—Sí.
— ¡Y pues que esperaba que dijera Sofía, es un hombre! —sospechaba que te gustaba ahora, solo porque no se… ha ido a tu casa en varias ocasiones, pero no desde hace años. Me sorprendes Sofía.
—Tampoco es para tanto.
Nota de la autora:
Muchas gracias por darle una oportunidad a mi historia
Instagram: @iamnelsi2