A pasado tiempo, una semana prácticamente acabo de ver en calendario. Era ya de noche me encontraba sentada en el escalón de la cocina mi tía —hermana de mi mamá—a un lado sentada en una silla y mi madre acostada en la hamaca según viendo la novela, pero está jugando Candy Crush. Mi habitación no tiene puerta solo una cortina que nos separa de los demás, estaban viendo su novela de las 9pm.
Adán no me había enviado, que raro.
Mi teléfono de pronto empieza a sonar, eran el tono de llamada ¿Quién me llamaba a mí a esta hora? Sé que es temprano todavía, pero nadie me llama así que ¿Quién llama?
Creo que si vas y revisas sabrás. Obvio.
—Sofía te están llamando, contesta. — ¿Tengo que contestar?
—Si, por algo te están llamando así que contesta jovencita. —Si mamá.
Mis ojos se abren como plato, era Adán quien me llamaba ¿por qué lo haría?
— ¿Quién es? —no respondo.
—Sofía tu mamá dice que quien es…
—Es Adán Cooper —respondo por lo bajo — ¿Quién?
—Adán, mamá. —Contéstele pues, no lo haga esperar.
Me atreví a contestar
— ¿Alo? Buenas noches
— ¿Estás en tu casa, verdad?
—Claro, en donde más estaría. Soy una chica de casa.
—Bueno sal, que estoy afuera.
Espera ¿Qué?
Acaso escuche bien, ¿Adán está afuera?
—Espera un momento
—Ok
Salgo hasta la acera, no veo a nadie por todo eso, solo dos personas que vienen cruzando la esquina.
—No estas afuera mentiroso
—Claro que sí, si te acabo de ver Sofía.
Si fuera una chica te piel blanca, se me hubieran notando los cachetes rojos de nada más saber que Adán me vio en mi pijama. ¡Rayos! Entre de una a ver que me pongo encima, nada más para ocultar mi franela de caballo de colores.
En lo que pongo mi suéter blanco, Amo este suéter me sirve para dormir o para salir. En lo que me lo pongo, los perro empiezan a ladrar eso es señal de que alguien está afuera. En eso recibo un mensaje.
De: Adán Cooper
Estoy afuera.
Salgo con mi mejor sonrisa. Qué pena, ni me peine. No vino solo, vino con su hermanastra.
—Hola, ¿quieren agua?
—Si por favor, ¿Quiénes están adentro?
—Mi mamá y mi tía.
—Saluda a tu mamá de mi parte.
—Con gusto, te buscare el agua.
—Sí, tengo el intro de Marvel pero versión ranchera, horita la pongo para que la escuches, es graciosa.
Entro busco un vaso y lo lleno de agua, ¿A que vendrá Adán? No han mandado tarea todavía.
—Toma, ¿tu hermana querrá agua?
—Hey, queréis agua. —él tomaba agua y tocaba los cactus que mi madre tiene en la ventana. —No los toques.
—Regálame uno.
—No son míos, son de mi mamá.
—Mira, tómame una foto con este cactus. —No lo hare.
—Qué mala Sofía Clark
—Disculpa, espérame un momento
Ella se encontraba hablando por teléfono, ni idea de con quién. — ¿Agua? Si un poco por favor, aja te decía que ese cantante, no se parece raro…
—Toma dale en este —le recibo el vaso en donde él ya había tomado toda el agua que le había servido.
Entro de nuevo, sirvo un poco de agua en el vaso.
Insisto ¿Por qué vino?
—Toma chica. —Gracias, si espera tomare un poco de agua.
—Y eso a que viniste. –Nada más pasábamos por aquí, y te quise visitar ¿Algún problema?
—No, ninguno, es bueno que debes en cuando alguien me visite.
—Nadie te visita verdad.
—En unos días vendrán Isabela y Luca a la casa de visita.
— ¿Ah sí? Qué bueno entonces, préstame tu teléfono un momento.
— ¿Como para que o qué?
—Préstamelo un momento Sofía no voy hacer nada malo con él. Más bien ponte aquí a mi lado.
— ¿Por qué?
—Nos tomaremos una foto, para pasársela a Isabela, evidencia de que estoy aquí contigo ahora.
Nos tómanos la foto, pero apenas vi que él se dirija a la conversación con Isabela lo detuve a ahí.
—Dame yo se la envió.
—Envíasela.
—Listo ya lo hice.
Casi ve mi conversación con Isabela, casi mayor parte es sobre él y de que estaba aquí horita en mi casa, no quería que se diera cuenta de que hablo de él con mis amigas.