¡Es hoy, es hoy! Mis amigos me vienen a visitar.
Con Isabela y Luca solo había hablado por mensajes, no los había visto en persona a pesar de que vivimos en el mismo lugar. Ya habían pasado varias semanas de que volví del viaje, era lindo saber que si tenía amigos a parte de Vic, si me preguntan antes era ella la única con quien hablaba mis cosas, no se las decía a nadie, pero a veces siento que ella no me entiende, le cuento sobre algo y su respuesta es irracional o algo parecido…
Como mi mejor amiga no debería de ser así,
O eso creo yo, no lo sé,
Soy nueva en eso de tener amigos.
Luca me envió de que venían como después del medio día como a las 2 de la tarde, paso el medio día y pasaron las dos creí que no iban a venir, eran más de la seis de la tarde cuando ellos llegaron.
Llamada entrante
Isabela
¿Isabela, porque me llama?
Cuando estemos ahí, yo te llamo. –ok
— ¿Hola?
—Estamos afuera
— ¡¿Están afuera?! ¿Cómo va hacer? Yo no estoy en casa.
—Sofía desde aquí afuera se escucha tu voz.
—Ya salgo es que ando en pijama.
No me cambie, solo me puse un suéter blanco, y un pantalón. Me asome por las ventanas de la puerta y ahí los pude ver a ambos, venían en bicicletas. Isabela alta, morena, tenía mechones en su cabello color morado se le ven muy bien, sin duda es una chica muy linda, y luego queda Luca, también alto, no puedo ser todos son más altos que yo, moreno, Luca andaba sencillito.
— ¡Hola! Ya abro.
— ¡Ok aquí esperamos! —. Busque la llave, abrí la puerta, ahí estaban mis nuevos amigos, estaba feliz por tener mis propios amigos, que no eran porque eran amigos de mi primo o de Vic.
Sin duda esto me entusiasmaba
¿Ya les dije que me hace feliz tenerlos aquí?
— ¿Dónde dejamos las bicicletas? —. Pregunto Luca.
—Pueden dejarlas ahí no pasa nada, ¿que trajeron de comer?
—No trajimos nada, solo a nosotros.
Con una sonrisa y con brazos extendidos dice Isabela señalándose a ambos.
Mi mamá se encontraba en su cuarto de seguro se dio cuenta de ellos habían llegado.
—Buenas, Sofía ¿qué le va a dar la visita?
—Ohm, agua no tengo dinero para comprar algo.
—Toma la tarjeta y compra pan, pan dulce.
¡¿Acaso el mundo se volvió loco?!
Mi mamá, ¿pidiendo que comprara pan, y dulce?
—Entonces, me acompañan a comprar el pan.
—Si vayan y hablan en el camino, acompáñenla —. Se les adelanto mi madre.
— ¡Vamos pues!
Hay varias panaderías cerca, fuimos a la más cercana y no había pan dulce, íbamos a ir a otra pero estaba cerrada, así que nos tocó ir a la que quedaba en la plaza. Teníamos que caminar un poco más.
—Sofía no vuelvo a salir contigo siempre me toca caminar bastante —. Hablo de pronto Luca.
— ¿Cómo así? Se han visto antes ustedes dos.
Cierto, se me olvido decirles que días antes vino Luca a la casa, primero al negocio y luego a mi casa para saber dónde vivía. Y así llegar de una vez a mi casa sin darle direcciones.
—Sí, el otro día.
Entramos a la panadería, me acerca al mostrador pregunte si había, me dijeron en el precio y los compre.
—Mira aquí hay pan de hamburguesa.
—Sí, ¿en cuánto estará?
—Hay que preguntar para hacer lo que planeamos el otro día.
Acaso estos iban a comer hamburguesa, yo quiero, a quien no le gusta una hamburguesa.
No insistas chica, si ellos quieren te invitan y tú vas.
— ¿Y eso que van hacer? No aguante las ganas y pregunte
—No nada, aquí hablando.
—Ok, me salieron caros con este pan dulce.
—Fue tu mamá la de la idea. Dijo Isabela poniendo sus manos en su cintura.
—Y fue su dinero, ni modo, hubiera comprado otra cosa.
—Sigamos. Dijo Luca abriendo la puerta de la panadería para que Isabela saliera sin problema, por mi parte me toca abrirla por sí sola.
Íbamos camino a la casa pasamos al cruzar la esquina vi Karla, estaba sentada en el frente de su casa conjunto con su familia, no la salude.
Karla y yo habíamos dejado de hablar, no les pasa que hablan con una persona y de pronto dejan de hacerlo, sin alguna razón o problema, bueno así es con Karla. Que deje de hablarle no tiene nada que ver con lo que paso con Josh.
—Esa es… ya sabes. —Sí, esa es Isabela
— ¿De qué hablan?