Capítulo 21

Dos semanas atrás 

—Creo que viene no lo sé, no estoy segura.

Miraba a los lados impacientemente.

—Viene tu amigo, que bueno alguien te va visitar

—Mamá, no lo sé. 

—Ve a comprar verduras para el almuerzo, mira allá va tu primo ve con él, que él te acompañe.

—Ok

Salgo del negocio con la tarjeta en mano y una lista de verduras que voy a comprar

— ¿Qué vas a comprar? —. Pregunto mi primo.

—Verduras para el almuerzo—. Respondí. Caminamos por varios negocios de comida hasta que llegamos en donde suelo comprar las verduras, veo a la carretera y veo a alguien pasar en bicicleta, se parece a Luca. Pensé. 

—Listo, ya compre lo mío, pasemos para que compres lo tuyo.

Seguí la lista de lo que tenía que comprar 

— ¿Por qué una lista?

—Pues soy una persona que se le suelen olvidar las cosas, así que por eso mi madre me da una lista, de algo que cualquiera puede recordar.

—Papas, tomate, cebolla, zanahoria…que más…espera, déjame ver la lista.

Termine de comprar todo y nos regresamos al negocio, vi de nuevo a esa persona en la bicicleta pasar, en serio se parece a Luca. 

Cuando llegamos vi una bicicleta, ¿A caso? 

— ¡Hola! Sofía. 

— ¡Hola! Luca.

—Me presento, mi nombre es Luca.

—Un gusto, Sofía.

Estrechamos las manos. 

—Sofía se te olvido comprar algo más. 

— ¿Qué mamá?

—El arroz, ve con tu nuevo amigo, que te acompañe, deja la bicicleta aquí. 

—Ok ma.

Vamos de vuelta pero esta vez nos toca caminar un poco más arriba cerca de la plaza, en eso veo a alguien muy familiar. Adán

—Vamos camina más rápido—. Hable de pronto.

— ¿Por qué, que pasa? —. Pregunto Luca.

—Luego te cuento. Entrelace nuestras manos para guiarlo a caminar más rápido. Y antes de llegar a la tienda me detuve para decirle que era lo que pasaba.

—Bueno te contare de una vez—. Mi respiración estaba un poco acelerada.

—Ok, pero antes respira un poco.

—Sofía me preocupas y no entiendo nada de lo que estaba pasando—. Dijo Luca con las cejas alzadas y los ojos abiertos.

—Es que acabamos de pasar cerca de una persona…

— ¿Qué? Sí, exacto. 

— ¿Por qué no lo saludaste? ¿Pasa algo? Si ese tipo de hizo algo…   

—Respira tú también, lo que pasa es que…no sé, solo se me ocurrió hacer eso.

—Te gusta.

No lo dijo en forma de pregunta, puede que llevemos poco tiempo hablando por mensajes, pero hemos tenido un cierto tipo de confianza que ha hecho que seamos amigos ahora, él también me cuenta sus cosas. Luego les cuento.

—Sí. 

—Bueno, si estamos hablando de la misma persona él venía a nosotros, pero luego se regresó, creo que entro a la barbería.

— ¿Eso crees? —. Me incline un poco para ver, si todavía estaba por ahí cerca. No lo vi. 

—Sabes que, vamos a comprar el arroz, me acompañas a la casa para que sepas donde vivo, para cuando me vayan a visitar sepas donde es. 

Luca me acompaño hasta mi casa, le di un vaso de agua. Cuando vi a Adán, lo vi de lejos pero aun así sentí algo, un tanto inexplicable. 

Nota de la autora:

Muchas gracias por darle una oportunidad a mi historia, no olviden comentar, votar y compartirla.

 Los quieroo. <3

Instagram: @iamnelsi2