Mientras vemos las Estrellas - Libro 02

Capítulo 05 — Norman otra vez

27 de diciembre

Eran las 9:35am. Me desperté más tarde de lo normal, me levanto de la cama, estoy disfrutando de la vista de la habitación por última vez antes de irme a casa, aunque de día solo puede ver un hermoso cielo azul y lindos arboles verdes cubriendo una cierta cantidad de terreno, no quita que aun así las puedo ver. Ya son dos semanas.  Acomode los libros, a pesar de que el único que leí fue el de Robín Hood. Vi la cajita que recibí anoche, también la guarde en mi bolso. 

—Ya nos tenemos que ir Sofía. —dice mi madre observándome desde la puerta. 

—Sí.

—Vámonos entonces—. Siento como empieza a caminar por el pasillo, se detiene, se dio cuenta que no me moví. Salí de la habitación, cerré la puerta y vi por un momento al piso. Empezamos a caminar por el pasillo, bajamos las escaleras. Y en eso veo a mi amigo.

—Querido Norman—. Me detengo, señora mamá hace lo mismo—. ¿Sabes algo de la enfermera de turno de noche? rayos, no sé cuál es su nombre…

—Tranquila, ella está bien, te manda saludos y un fuerte abrazo, cuídate C. No quiero volver a verte por aquí. Pedazo de amargada.

—Lo mismo digo. Nos vemos cuando nos veamos. Pedazo de estúpido—. Nos quedamos quietos por un momento, mirándonos de nuevo.

¿Hay algo que me quieras decir Norman? Lo digo como si él fuera a oír lo que pienso y nadie más. 

La voz: —Él no tiene nada que decirte a ti...mejor dime ¿Por qué no te has ido de aquí?

A penas percibo esa voz, desvió la mirada de Norman con disgusto. —Su hija es un poco loca señora Clark.

—Lo sé, joven—. Comienzan a reírse como si esto fuera un chiste.

— ¡Mamá! —exclame y ellos empezaron a reír mucho más.

***

De nuevo en casa, con nuevas vendas y vendas en mi mano, sentía que todo mejoraría a partir de ahora, solo debo controlar lo que pienso, no estresarme, necesitaba descansar un poco de este lugar, de las preguntas que siempre surgían en cualquier momento, en cualquier situación. 

—Hola, hola…—de inmediato se acercó mi tía a saludarme y darme un abrazo. 

¿Ya les dije lo tanto que detesto los abrazos? 

La voz: —No son los abrazos, es a la persona…mejor dime ¿Por qué no eres capaz de decirles lo que piensas de ellos?

La voz: —Mejor ¿por qué no la dejas en  paz…?

—Hola—me limito a decir, quería salir corriendo a mi habitación. Por fin me suelta, sin antes preguntar—. ¿Cómo te fue?

Aquí vamos de nuevo. Me empezó a doler la cabeza, habían pasado semanas—solo dos semanas—sin que me pasara eso, había descansado lo suficiente como para retomar cualquier cosa que deje hace dos años. Con tal solo una pregunta, me hacen regresar a meses atrás en donde no recuerdo nada. 

No recordar nada, es la cosa más aterrada que te puede ocurrir, escuchar de personas de tu alrededor cosas que pasaron y que tú no recuerdes, es horrible, porque no sabes si es cierto o falso. No sabes si mienten o dicen la verdad.

—Bien—. Fue lo único que respondí. 

***

Las agujas del reloj de la sala se podían escuchar con claridad, de tanto silencio que había en la casa, eran 8:05pm. Había cenado, mi momento afuera empezaría dentro de poco. Me dispongo esta vez a buscar una silla y sentarme en ella en la acera. En eso escucho un trueno, su destello fue asombro, uno que jamás había visto. Las luces parpadearon un poco, estaba haciendo algo de viento afuera, y con eso empieza la lluvia. No había puesto bien un pie afuera cuando esto paso, me quedo sosteniendo la silla como mi mano buena.

—Empezó a llover te quedaras aquí adentro, ya mañana las puedes ver, ya mañana será otro día, por cierto…—mi madre estaba señalando lo obvio, no podía salir así y mucho menos con el clima así.

—Ese collar, ¿Quién te lo dio?

—Un enamorado—. No pude decir otra cosa, tenía que decir eso, sabía perfectamente que venía después. 

— ¿Norman? Hija sé que es simpático, pero es algo mayor que tu…

—No fue Norman, fue…fue alguien más, que no sé quién es…

—Bueno, está bien, se te ve bien ese collar. ¿Vas a dormir?

No. Pensé.

—Sí —respondí—, aunque es algo temprano para eso. 

Dejo la silla en su lugar voy a mi habitación tomo una libreta, en donde ahí tengo recortes de periódicos. Antes lo usaba para anotar mis clases, quedo como nuevo y decidí quitarle lo poco que había anotado y empezar mi propia búsqueda de respuestas. Aunque me costara entender lo que había pasado. 

10 junio 2020

Ultimo suceso: Joven tiene terrible accidente ocasionado por una camioneta, cuando solo salía a caminar, pág. 4.

“…La joven de tan solo 16 años que corresponde al nombre de Sofía Clark, estará un tiempo indefinido en estado de coma. Todavía no se saben los motivos, de porque la joven andaba por esos lugares…”

Dos años en coma, todos me decían lo mismo, leí lo mismo una y otra vez, y aun así, ningún recuerdo de ese día tengo. 




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