Capítulo 13 — Primer beso

Tiempo atrás

Le pasaba una caja a mi papá, la cual acababa de sacudirle el polvo

—Gracias por ayudarme, ayudante estrella—. Dijo mi padre luego de entregarle la caja.

—Así me decías de pequeña, papá.

—Y así te diré todo la vida, siempre me has ayudado, en cualquier cosa que necesite, por eso siempre serás mi ayudante estrella.

Terminamos de acomodar hasta las 6:00pm, de ahí regresamos a casa, comimos, me puse hacer mis tareas, ya dentro de poco terminaría este año escolar e iniciaría el nuevo. Tengo ahora 15 años, al graduarme quiero estudiar una buena carrera para luego trabajar, y abrir mi propia cafetería. Tengo que seguir dando lo mejor de mí. Incluso trabajamos un 24 de diciembre, era quedarme en casa o acompañar a mi padre a trabajar, y eso hice, elegí ir a trabajar con mi padre en la ferretería.

Ahora ni sé que ha pasado con él desde entonces.

Actualidad 10 de Febrero

Según lo que me ha contado mamá, papá no quiere venir a la boda, dice estar muy ocupado en su nuevo trabajo no tiene quien lo reemplace por esos días, me molesta un poco que no quiera venir, ignorando la boda, la casa necesita alguna arreglos, y  no estoy hablando de arreglos florales, estoy hablando de arreglos tipo el techo por las goteras, pintar lo que falta. Todo se tuvo que hacer antes estas cosas, pero papá no ha querido venir, también según escuche no se ha acercado a mis abuelos tampoco, no sé qué le ha pasado, él no es así.

Luego de dormir un rato más, quise preguntarle a mamá sobre papá, esta fue su respuesta: —Ese señor no vendrá, mandara a tus abuelos con un tío lejano. Para que no tengan inconvenientes en el camino.

No vendrá, pero si mis abuelos. Vaya las cosas se pondrán raras aquí. Más personas en la casa, esa idea no me gusta mucho. Mi hermana todavía no se decía sobre una fecha.

—Sera el 6 de Marzo, lo tengo decidido. Ya estoy harta de esta situación.

Me retracto, ya se decidió.

— ¿Ahora quien será la niña de los anillos?

— ¿Quién llevara la copa? ¡Son muchas cosas! Ya no quiero y si mejor no me caso. Nos pones a vivir juntos y ya. Amor no nos falta.—dijo soltando un suspiro, creo que planear una boda no están fácil como parece, o bueno para Oriana no lo es.

— ¿De qué copa estás hablando? —pregunto mamá.

—En una película, “El cadáver de la novia” hay un momento en donde el chico le dice una hermosas palabras y mi novio las quiere decir en los botos, por eso necesitamos una copa, una vela y un anillo.

—Mmm ya, ¿Y tienen lo que estás diciendo?

—No, hay que buscarlas, los anillos ya lo tenemos, los padres de él nos prestaran los suyos, nos faltaría una bonita copa y una vela. Quien las llevaría y así, la dama de honor, el padrino…

—Y sin contar la comida, decoración, invitados, y lo más importante el vestido. —hable desde mi lugar en la mesa. Con brazos cruzados, ignorando casi todo lo que decían.

—No ayudas Sofía. Tengo que ya se...—se levantó de la mesa y fue a la habitación empezó a buscar entro sus cosas y encontró una libreta vieja roja, en donde al parecer mi otra hermana tenia anotado detalle con detalle todo lo que uso para su boda.

—Esta libreta la guarde un día antes de la boda de nuestra hermana mayor, le dije que cuando me tocara con esto se me haría más fácil todo, y no me equivoque. Hora de planear una boda.

—Querrás decir hora de planear bien una boda. —le respondió mamá en broma solo para molestarla un poco, bajando a Oriana de esa nube de inspiración. 

Bosque en mi caja en donde guardo algunas cosas, encontré la pulsera roja que había hecho en aquel entonces. —Mamá, me ayudas a ponérmela.

—Sí, claro. —decidí ir un poco más temprano hoy al mirador, mediante un mensaje le notifique a Elliot.

Sofía Noé 5:25pm

Voy en camino al mirador. Allá nos vemos.

Elliot Joel  5:26pm

¿No puedes venir a mi casa? No es tan lejos del mirador.

Empecé a caminar escuche un nuevo mensaje pero lo ignore, iba a mitad de camino cuando mi teléfono empieza a sonar, alguien me estaba llamando, era un número desconocido.

— ¿Hola?

 —Sofía.

Empiezo a escuchar sollozos, no entiendo que está pasando.

— ¿Quién habla?

—Yo...

Con eso cuelgan la llamada, no entendía nada tal vez debió ser una broma o algo por el estilo. Hace poco intente entrar en mis redes sociales y eran un desastre miles de mensajes de personas que no conocía. Preguntando como estaba, que había sucedió y así, a lo que me limite a cerrarlas completamente, ya no tengo ninguna. Tampoco las usaba mucho. En eso mi teléfono vuelve a sonar era Elliot

—Sofí, te esperare en el mirador, quiero mostrarte algo.