Cuando Miguel terminó de leer el pdf, pensó que los anarquistas tenían razón, los gobiernos no contentos con los impuestos, imprimían dinero sin cesar, causando inflación.
Así que Miguel programó un virus muy destructivo, y se lo envió al agente Martín con el nombre de “ip de los pentester”. Luego tomó un vuelo con destino a El Salvador, donde montó una granja de criptomonedas.