Mil años más

Capítulo IV

¡Hola! Espero se encuentren bien. Espero que estén disfrutando la historia, muchas gracias por leer, y no olviden dejar sus comentarios :)

Love,

Nikky Grey

Capítulo IV:

Donde se abre el telón y comienza la obra:

-Gracias por tomarse el tiempo para esto -comenzó Harrison, cerrando la puerta del cuarto una vez los dos hubieron salido.

-¿Qué quería preguntarnos? -inquirió Nicolas.

-Quería saber exactamente qué vieron -explicó el detective- El señor Aguilar mencionó haber visto uno de los cadáveres, y recuerda oírlos entrar, pero por lo demás no puede ayudarnos mucho.

-Me temo que nosotros tampoco -se disculpó él-. El atacante huyó cuando llegamos, y se movió demasiado rápido como para que pudiéramos verlo.

-Sabemos que es el mismo, sin embargo. -continuó Sara, acomodándose un mechón de cabello detrás de la oreja nerviosamente- El mismo que atacó a los otros chicos.

Harrison la miró detenidamente.

-¿Y cómo está usted tan segura de eso, señorita Anglesola? -inquirió, y a su mente llegó la voz de Nicolas.

Ten cuidado con lo que dices. Recuerda que están desesperados por un sospechoso.

-Por algo que Lucas dijo -respondió- Lo escuchamos gritar, por eso fue que corrimos a ver de qué se trataba.

-¿Recuerda qué decía?

- “¿Por qué haces esto? ¿Qué quieres de nosotros?”-citó, algo incómoda.

 -¿Estaban cerca del lugar?

-Nos estamos quedando en el hotel -explicó Nicolas, ayudándola-. Íbamos subiendo a nuestra habitación, unos pisos más arriba.

-¿Y no recuerdan nada del atacante?

-Ya le hemos dicho que se había ido -replicó Nicolas.

-Estamos hablando de un quinto piso, y la escalera para incendios estaba cerrada con llave.

-¿A qué quiere llegar?

-Si corrieron en ayuda del señor Aguilar, tal como su novia ha explicado, estando en un quinto piso sin salidas colaterales, el atacante no hubiera tenido más manera de escapar que correr hacia ustedes o lanzarse por la ventana a una muerte segura. 

-¿Insinúa algo, detective?

-Es sólo una observación, señor Letour.

-Pues no me gustan sus observaciones- dijo Nicolas-. Parece como si nos estuviera inculpando a nosotros.

-Nadie aquí los está culpando de nada -objetó el hombre, serio.

-Escuche, detective- interrumpió Sara, mediando entre los dos-. Nos gustaría ayudarlos, en serio, pero no podemos darle una descripción de alguien que no vimos. Lo único que podemos decirle es que lo vimos saltar por la ventana. Que sobreviviera o no se escapa de nuestros conocimientos.

-Sí sobrevivió- continuó Nicolas, explicándole más a ella que al detective- miré hacia afuera mientras estabas con Lucas. Abajo no había nadie.

Su interlocutor parecía escéptico, y Sara estaba comenzando a cansarse del interrogatorio.

-¿Están diciéndome que el atacante saltó de un quinto piso, aterrizó ileso, y salió corriendo sin dejar el menor rastro?

-A decir verdad- la voz de Nicolas era terminante, y apretó el hombro de Sara para indicarle que lo siguiera- Me parece haber visto abajo un compartimiento de basura. De esos bien grandes…

Harrison frunció el ceño.

-Basura.

-Sí, basura. Estoy seguro de que era gris.

-Muy buena vista la suya, señor Letour.

-Veinte/Veinte, muchas gracias. Ahora, si nos disculpa -abrió la puerta de nuevo-, no nos gustaría demorarnos tanto aquí. Es peligroso andar tan tarde en las calles con un asesino suelto.

Harrison asintió, dando la discusión por concluida.

-Si recuerdan algo más, este es mi número- dijo, tendiéndole su tarjeta a Sara.

-No dude que lo haremos- aseguró Nicolas, tirando del brazo de la pelinegra-. Que pase buenas noches.

-Lamentamos no poder ayudarlo más, detective-  dijo ella, guardándose la tarjeta en la chaqueta.

-Muchas gracias por su tiempo.

-De nada- dijo Nicolas, y le cerró la puerta en la cara-. Estuvo cerca- comentó, una vez que Harrison se perdió de vista.




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