Mil Estrellas Por Ti

Capítulo 12

Mi corazón estaba latiendo a mil por hora, ¿para dónde me llevaría Stefano?

Luego de que saliéramos de la empresa, me dijo que me montara en su carro, y antes de montarme, ¡bum!, me zampo un beso, bueno, fue un beso suave, pero AAAAAH!, estoy tan emocionada, no lo puedo evitar.

—Ya llegamos, cariño —y desde que me monte en el carro me decía cariño, creo que moriré, pero de amor.

—Si, claro —dije y volteé a mirarlo, y nuestras miradas se encontraron, y su hermosa sonrisa hizo aparición.

Anastasia, reacciona, esta no eres tú, para nada, pero es que no lo podía evitar, Stefano, era hermoso.

Sí, y dije hermoso, pero no sabía que otra palabra usar para describir, creo que tendré que pedir un día vacacional, para serenarme.

No me había percatado que Stefano había abierto la puerta hasta que vi su mano para que la tomara y saliera del carro.

¡Que pena! ¿Cuánto tiempo debió haber esperado?, sé que sobrepienso las cosas, pero no puedo evitarlo.

Agarrado de las manos, entramos a un restaurant, no era fino, y era un alivio, no quería parecer una imbécil entre los riquillos.

Stefano, me pregunto qué mesa quería y elegí una de las tantas cercanas a la vidriera, me encanta ver a la gente y los carros pasar.

—¿Quieres tomar algo? —y antes de que dijera algo, él dijo —yo pago.

No me parece, así que abrí mi boca para decirle, que yo pagaría, y el me corto nuevamente diciendo:

—Tranquila, cariño. Yo pago esta vez, y la próxima pagamos entre los dos.

—Vale. Quiero un juego de fresa.

—Okey.

Y llamo a la camarera para que anotará nuestro pedido.

No sabía para que habías venido para acá, y mucho menos que buscaba con hacer escena en la empresa, pero ¿para qué negarlo?, capto mi atención.

—Tengo muchas preguntas —dije de forma seria.

—Lo sé. Dispara.

—¿Qué significa la escena con el ramo de flores?, todavía no entiendo.

—No entiendo —dijo frunciendo su ceño.

¡Por favor! No lo hagas, mejor sonríe. ¿Sí?

Carraspeé un poco antes de acordarme de lo que dijo.

—No sé qué tienes en mente sobre nosotros —mientras lo señalaba a él y a mí —pero veras que soy una persona un poco desconfiada.

—Se ve, que eres un hueso duro de roer —dijo mientras jugaba con dedos. Está nervioso no tengo dudas.

—¿Por qué quieres salir conmigo? ¿Por qué tanta insistencia? Ni siquiera hablamos en el trabajo, por lo que, podrías decir que no te conozco.

El suspiro.

—Sé que tu color favorito es el azul, sé qué te fuiste de casa de tus padres a los 20 años, que hubieses preferido ser médico, qué no te gusta salir mucho, que cumples el 20 de agosto, que…

—Para —y me reí— ¿te lo dijo Carla, no?

—Sí, ella fue.

Antes que pudiera decir otra cosa, llegó la camarera, a entregarme mi juego. Ya no tengo ni apetito.

—¿Por qué no hablamos sobre “eso”? —pregunté —Hablemos sobre el hecho de que salías con Carla. No me molesta que lo hayas hecho, ya que entiendo, que eso fue después de salir, y sé que tú no eres que el me lo tiene que contar, sí no Carla, pero igual me siento un poco molesta o tal vez incomoda.

Hasta no hace mucho te habías acostado con Carla.

—¿Quién te dijo? —tenía un cara de consternación.

—Todos en la oficina sabemos, aunque dijiste que, quieres que sea tu novia, no lo sé, simplemente no lo sé.

—Anastasia, yo…

—Dime —dije de forma cortante —Necesito saber.

—Te lo diré, solo escucha todo.

Todo lo que me dijo Stefano, no me sorprendió, es más, agradezco bastante su sinceridad, sin saberlo, le creo.

—Te creo —siempre soy tan seca, debo cambiar esto, así que me acerque a él y le di un abrazo.

Ojalá que nadie nos vea, perdería mi reputación de chica seca.

Stefano, se giró y me beso, yo nunca había besado bien, así que debía acostumbrarse si quería salir conmigo. Volviendo al beso, sentía que se me iba todo el aire, y lo sabía, aunque quería evitarlo: Stefano me tenía.

—Quieres que nos conozcamos más —dijo mientras me acariciaba la mejilla izquierda.

—Si —era muy tarde para mí, estaba embobada.

—Anastasia, creo que deberías alejarte de Carla.

—Si, lo sé.

Sabíamos que Carla normal, normal de la azotea no estaba.

Mientras tanto solo quería quedarme entre sus brazos, en nuestro mundo, en nuestra burbuja temporal.

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En el texto hay: romance risa amistad amor

Editado: 23.12.2023

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