Prologo

Dicen que el frío no se siente cuando uno ya está acostumbrado a sobrevivir.

Yo aprendí eso mucho antes de entender lo que significaba perder un nombre, una vida, una salida. Aprendí que el invierno no siempre llega con nieve; a veces llega en forma de decisiones, de silencios impuestos, de jaulas disfrazadas de acuerdos.

Durante años me llamaron de muchas maneras. Algunas fueron máscaras. Otras, sentencias.
Pero hubo un nombre que siempre regresó a mí, como una herida que nunca terminó de cerrar.

Keelesy.

Ese nombre era el único que no podía pronunciar en voz alta sin pagar un precio.

Me enseñaron que enamorarse era una debilidad, que confiar era firmar tu propia condena y que nadie sale ileso cuando juega en territorios donde el poder se compra con sangre. Yo creí entenderlo todo... hasta que me convertí en la moneda de cambio.

Ellos pensaron que podían poseerme.
Que podían romperme, moldearme, encerrarme en una vida que no elegí.

Se equivocaron.

Porque mientras creían tenerme atrapada, yo aprendía cada puerta, cada error, cada rostro. Aprendía a fingir, a esperar, a resistir. Y cuando el momento llegara —porque siempre llega—, iba a cobrar cada invierno que me hicieron atravesar.

Esta no es una historia de rescate.
Es una historia de guerra.

Y yo no pienso perderla.

☁️☁️☁️

Nota de autora

Hola, gracias por estar aquí.

Mil inviernos no es una historia liviana, ni pretende serlo. Nació de fragmentos, de escenas sueltas, de emociones que no siempre saben explicarse con palabras. Es un relato sobre identidades que se rompen, decisiones que pesan y vínculos que aparecen donde no deberían.

Keelesy no es una heroína perfecta, creo que ni aunque quisiera podría ser una heroína. Se equivoca, duda, siente de más y a veces ama cuando no conviene. Ezra no es solo un nombre: es una armadura, una condena y una forma de sobrevivir (Ups spoiler, je je). Nada en esta historia es completamente blanco o negro, porque así tampoco lo es el mundo en el que viven.

Aquí vas a encontrar poder, traición, silencios incómodos, lealtades torcidas y emociones que queman lento. También inviernos. Muchos. Porque hay batallas que no se libran en un día, y heridas que tardan años en cerrar.

Te invito a leer sin prisa, a desconfiar de todos y a sentir incluso cuando duela.
Gracias por darle una oportunidad a esta historia y por acompañarme en el camino.

— Nahir ✨

⚠️Advertencia de contenido⚠️

Esta historia contiene:

Violencia explícita

Secuestro y privación de la libertad

Manipulación y abuso psicológico

Relaciones complejas y moralmente ambiguas

Lenguaje fuerte y obsceno

Temas sensibles que pueden resultar perturbadores e incómodos

Lectura recomendada para mayores de 16 años.
Lee bajo tu propia responsabilidad.