El invierno llego, la gente corre a presurada a sus hogares debido a las noticias, hoy se avecina una helada jamás antes vista.
Samara una chica de clase bajá que creció en un orfanato, estaba acostada debajo de las escaleras de una estación ferroviaria, el frío era intenso y las cobijas no eran suficientes para darle el calor que el cuerpo necesita para no caer en una hipotermia.
El cuerpo de Samara ya no podía resistir, su mente comenzó a divagar, pero de la nada apareció un hombre que vestía una gabardina de cuero, se acercó a ella y le dijo.
- oh Samara, mi pequeña Samara, desde el día en que naciste el mundo fue injusto contigo tus padres unos drogadictos que te abandonaron, al orfanato donde fuiste te maltrataron y abusaron después te desecharon como una basura ¿ Dime Samara, crees tu que merecés todo lo que te está pasando?.
- No, no lo merezco, pero dime quien eres tú.
- Todo a su tiempo, ahora te are otra pregunta quién crees que es el culpable de tu desdicha.
- Mis padres.
- No, Samara el culpable es Dios, el puede cambiar tu vida pero prefiere verte agonizando en las calles.
- Si Dios es el causante de mi desdicha, no puedo hacer nada más que esperar mi muerte.
- Eso quieres, pero si yo te dijera que puedo cambiar tu vida, darte una casa llena de todos los lujos que se te negaron. ¿ Dime que estas dispuesta hacer por obtener una vida o mejor dime que estarías dispuesta hacer por vivir?.
- lo que sea necesa.....
Las palabras de Samara quedaron a medias, un espeso humo la rodeo, ya no sentía frío, su olfato captaba olores deliciosos. El humo desapareció y dio paso a un hermoso salón con una mesa llena de comida y aquel hombre estaba sentado en la punta de la mesa con una copa de licor en su mano.
- vamos Samara toma asiento, después de todo esta es tu casa.
Samara no podía creer lo que veía tal vez sea un sueño o una alusionacion, además quien era ese hombre.
- Si te quedas parada preguntándote si estas soñando no podrás degustar este banquete que eh preparo para ti. No seas descortés.
- disculpe señor no quiero ofenderlo pero quien es usted y porque me ayuda.
- Todo a su tiempo, primero ven come y luego hablaremos.
Samara dudosa se acercó y se sento junto a él, quedó fascinada al ver tanta comida, comenzó a comer y a comer sin darse cuenta que el hombre que la acompañaba no le quitaba los ojos de encima y que decir de la sonrisa siniestra que aparecía.
- Muy bien ya acabaste, ahora si hablemos. Primero que nada me presento soy Asmodeo uno de los 7 príncipes del infierno.
- infierno..... eres un demonio, porque me trajiste contigo. Me matarás.
- De querer matarte ya lo habría hecho, como te dije antes ¿ Dime que estas dispuesta hacer por obtener una vida o mejor dime que estarías dispuesta hacer por vivir?. Tu respuesta fue lo que sea necesario , muy bien, yo cumplire tus deseos.
- a cambió de que señor, de mi alma.
- Eres inteligente Samara pero no tu alma no me sirve, yo quiero tu cuerpo claro esta solo sera mío y nadie mas deberá tocarlo.
- mi cuerpo para que.
- el uso que le daré depende de mi, tu solo debes aceptar, y yo te daré todo lo que se te fue negado. ¿Aceptás?
- No me matarás.
- No, ya lo eh dicho no me sirves muerta.
- yo no se, tengo miedo.
De pronto todo alrededor de Samara cambio, el frío la nieve el viento se hacía presente, Samara comenzó a temblar tanto era el frío que no podía moverse.
- Es tu desicion Samara quedarte aquí o aceptar mi propuesta, no te obligó a nada.
Apuntó de desmayarse en su último aliento decide aceptar.
5 AÑOS DESPUÉS...
Samara se convirtió en una chica muy bella elegante y millonaria que gozaba de una supremacía soberbia , todos en la universidad la envidiaban y algunos la odiaban era cortejada por varios chicos pero a ninguno le presto atención, y como hacerlo si todas las noches a su alcoba entraba el demonio acreedor a todo lo que Samara posee, a pedir el pago al favor dado.
- Como cada noche Samara, fue un placer estar entre tus piernas, sigue así de abierta para mi y yo seguiré cumpliendo lo pactado, me voy por unos días así que no me esperes. Adiós
Aquel demonio se desvaneció, dejando a la joven chica llorando entre sábanas envueltas en sangre, ese era el precio que debía pagar, tener sexo con Asmodeo en su forma natural, soportar sus garras y colmillos que se introducían en la piel de Samara, el miembro de Asmodeo era enorme que al introducirlo en el pequeño cuerpo de Samara la desgarraba, y la hacía gritar de dolor lo cual era puro placer para ese demonio.
Lo que nadie contaba que a la vida de Samara llegaría un hombre muy guapo que la enamoraría y la haría olvidar la única regla del contrato. (TU CUERPO SERÁ MÍO Y NADIE MÁS PODRÁ TOCARLO), pero como evitar hacer el amor con el único hombre del que Samara estaba enamorada.
¿Cuáles serán las consecuencias de romper la única regla del contrato?