Mil razones para dejarte ir.

10. Drama digno de wattpad.

Suelto mi teléfono que cae sobre la alfombra de mi habitación.

Su comentario, es exactamente lo que me dijo anoche en el acantilado. Pero una cosa es que me lo diga en privado y otra muy distinta a que lo postee en las redes sociales donde todos pueden verlo. 

¿Es que se ha vuelto loco?

La gente va a mirarme mañana y los rumores comenzaran, lo sé. No me molestan los rumores sobre cómo le soporto las supuestas infidelidades a Zach, eso puedo superarlo. Pero el comentario de Sebastian lo cambia todo. Ahora no solo dirán que soy estúpida, probablemente crearan un rumor donde le estoy poniendo los cuernos a mi supuesto novio con Sebastian como forma de vengarme de Zach por todo lo que me ha hecho a lo largo de los años. 

Mi teléfono comienza a sonar, esta vez es una llamada.

Lo levanto del suelo para ver que se trata de Zach, lo que me parece raro. Por lo general duerme hasta después de medio día.

—¿Si?

—¿Ya revisaste Instagram? 

Jadeo.

—Para ser domingo —continúa Zach— las personas se levantan muy temprano a cotillear

—Está loco, no hay otra explicación 

—Parece muy decidido a hacerse notar 

—¡No está decidido a hacerse notar, está decidido a volverme loca! —exclamo—. ¿Qué se supone que voy a hacer? Toda la escuela enloquecerá

—Estás metida en un drama juvenil digno de Wattpad, y eso que no te ha besado aún. No me quiero imaginar que sucederá cuando decidan tener sexo

—¡Zachary! —grito molesta.

Él ríe.

—De acuerdo, nada de sexo por aquí pero debes admitir que si es un drama digno de Wattpad

—No estoy para tus juegos en este momento Zach, de verdad no sé con qué cara voy a presentarme a la escuela mañana 

—Con la misma de todos los días ¿Desde cuándo eres la clase de chica que se preocupa por los rumores de pasillo? —inquiere—. Llevas toda tu vida pasando de ellos, mañana no tiene porque ser la excepción 

Me dejo caer de espaldas sobre la cama.

Zach tiene razón, me estoy ahogando en un caso de agua y sin razón aparente.

—Sigo sin entender porque lo ha hecho 

—Te lo dije anoche Alice: su objetivo eres tú y ahora no me queda ninguna duda de que todo lo demás le vale mil vergas. Es decir, estamos hablando del Instagram de Alina, la sigue toda la escuela 

Gimo con frustración.

—No me estas ayudando

—Te estoy hablando con la verdad princesa, fue una declaración. Una cibernética y muy notoria declaración de que le gustas

—Tienes razón, estoy liada en un drama digno de wattpad

Zach ríe.

—No del todo, falta el sexo 

—Zacha… —me deja a media palabra cuando me cuelga.

Dejo el teléfono a un lado. No voy a llamarlo de vuelta, será cabrón. Insinuar que Sebastian y yo… 

Sacudo la cabeza, sentándome de golpe.

Tengo suficiente con todo lo que ronda mi cabeza como para añadirle la palabra sexo a ella.

—¿Alice?

Miro hacia la puerta abierta de mi habitación, donde Alina esta parada con su IPhone en la mano.

—¿De casualidad tu tarea retrasada tiene que ver con el comentario de Sebastian que tiene mi Instagram a reventar con notificaciones? —pregunta mirándome.

Mi respuesta es otro gemido de frustración.

—¿Tan malo es? 

Ella asiente.

—Estoy segura de que en este momento el tuyo también lo está 

Mi ceño se frunce.

—¿El mío? La foto la posteaste tú 

—Y tu eres la protagonista de la atención de Sebastian ¿Crees que las personas no van a ir a seguirte para saber quién es la afortunada que lo tiene haciendo declaraciones cibernéticas nunca antes vistas?

Observo mi teléfono en la cama. Un leve pitido se escucha tras otro y sé que es el sonido de las notificaciones de Instagram, que no tengo ganas en absoluto de responder.

—¿Desde cuándo sales con Sebastian? —pregunta Alina cruzándose de brazos—. Preguntó por ti hace días, ¿no es algo apresurado?

—No salgo con él, apenas y hemos hablado un par de veces —me apresuro a aclarar—. No tengo idea de porque te preguntó por mi o de porque ha hecho eso

—Pues sea por lo que sea, esto no va a pasar desapercibido. Lleva tu mejor ropa mañana a la escuela hermana, porque nadie va a dejar de mirarte —me guiña un ojo y sale de la habitación.

Vuelvo a caer sobre mi espalda y me concentro en el techo de mi habitación. Las estrellas que coloque con papá hace años continúan allí, fijas y sin ningún cambio a la vista. Justo como yo me sentía hace una semana.

Alina tiene razón, mañana seré el centro de atención. El continuo pitido de mi celular lo confirma. Es increíble como mi curiosidad parece estar en su nivel nulo en este momento, porque no siento el más mínimo deseo por leer lo que puedan decir al respecto, porque sé que no solo van a seguirme, van a comentar y opinar al respecto y me doy cuenta que Zach tiene razón. Paso de ellos.




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