Mil razones para dejarte ir.

15. Aire fresco.

—¿Estás bien? —pregunta Zach estacionando frente a mi casa.

Asiento, sin voltearme a mirarlo.

—No has dicho nada desde que salimos de la escuela

—Porque no sé qué decir que me haga sentir menos avergonzada

—Oye —Zach toma mi rostro haciendo que lo mire—. No tienes nada por qué avergonzarte

—Deje que Sebastian me engañara, me besara, luego que lo abofeteara y formara una escena frente a toda la escuela —le recuerdo—. ¿Cómo no estar avergonzada por eso?

—Porque nada de eso es tu culpa —asegura Zach—. Te sentiste atraída por Sebastian, no puedes culparte por ello porque no es tu culpa que sea un asno. Y sobre lo que pasó hoy, te dejaste llevar por tus emociones y eso no tiene nada de malo

—Excepto cuando lo graba toda la escuela. Me pregunto cuando tardará en hacerse viral

Encojo mis piernas hasta tenerlas pegadas a mi torso y las abrazo mientras vuelvo mi vista al frente.

—Lo único de todo esto que no entiendo es ¿por qué Sebastian te odia tanto como para utilizarme así?

Oigo a Zach suspirar.

—Sebastian y yo nunca hemos sido cercanos Alice, pero que yo recuerde, nunca le hecho algo como para que me odie

Esta vez soy yo quien suspira.

—¿Sabes qué? No importa —me giro hacia él y le sonrío—. Creo que le dejé claro que no quería volver a verlo de nuevo y no creo que siga insistiendo ahora que sabe que no somos novios en realidad

Intento decirlo lo más convencida posible, pero mi tono de voz suena más apagado a medida que avanzó en mi frase.

—¿Estás segura?

—No —admito.

Zach ríe, haciéndome reír con él.

Algo de la tensión sale de mi cuerpo a causa de esto y decido dejar caer mi cabeza sobre su hombro. Zach está abrazándome de inmediato.

—Yo creo que estarás bien —afirma Zach—. Después de todo, sólo fue un beso ¿qué tanta importancia puede tener?

—Si, que tanta importancia puede tener —concuerdo un tanto insegura.

Después de todo, fue un beso bastante intenso, un beso como nunca antes había experimentado. Pero ahora que sé que fue por las razones equivocadas que lo recibí, pueda ser más fácil para mi dejar de pensar en ello.

—Si te hace sentir mejor, puedo golpearle la otra mejilla a Sebastian

Sonrío ante la ocurrencia de Zach, y aunque me pica el gusanillo de la venganza por decirle que si, me alejo de él y sacudo la cabeza.

—Creo que es mejor no avivar las llamas de la "estúpida venganza" de Sebastian —le digo haciendo comillas con mis dedos— y solo continuar con nuestras vidas como si nada hubiese pasado

—De acuerdo —concede él—. Aunque sólo veo un problema en tu idea

Mi ceño se frunce.

—¿Cuál?

—Declaraste ante toda la escuela que no somos novios

—Oh, cierto. Bueno —me encojo de hombros—, nos adaptamos a nuestro nuevo estatus

Tomo mi mochila del piso del asiento trasero del jeep y abro la puerta.

—¿Me ayudas con la bicicleta?

Zach asiente y baja conmigo del auto. Camino hacia la parte trasera del auto donde Zach baja mi bicicleta y me la tiende.

—¿Quieres que me quede un rato?

Miro hacia casa donde el auto de mamá se encuentra en el camino de entrada.

—No, mamá está en casa

—Con mayor razón debería quedarme y ver si está horneando algo

Blanqueo los ojos dándole la espalda.

—Vete a casa ¡ahora!

Lo escucho reír a mi espalda antes de escucharlo encender el auto y marcharse.

Termino mis deberes de historia y comienzo con los de biología.

Mi tarde se resumió en eso: hacer deberes con la música de Bruno Mars de fondo y con el celular en silencio dentro de mi mochila. De esa manera me evite pensar en lo ocurrido y ver las redes sociales. Pero ahora que suena It will rain de fondo, no logro concentrarme en las jodidas neuronas y termino pensando ¿cómo demonios escogieron esta canción para el soundtrack de Eclipse si la canción es más deprimente que otra cosa?

Me quito las gafas y presiono mis párpados cerrados unos segundos antes de volver a colocarme las gafas.

Debería continuar con mis deberes, pero ahora es Grenade la que comienza a sonar y decido darle un alto a todo. Cierro la libreta, guardo mis lápices y le doy un vistazo a mi mochila. Me pica la curiosidad por saber que ha pasado pero al final no lo hago.

Salgo de mi habitación y me voy directa a la cocina donde mamá se encuentra haciendo la cena.

—Finalmente sales de la habitación —comenta sonriendo—. Creí que tendría que sacarte de allí obligada

Me río.

—Por supuesto que no mamá, solo estudiaba un poco —me acerco a ella por detrás y meto el dedo en la salsa que revuelve.

—Espera un poco más —me regaña haciéndome reír.

—Lo siento —tomo la botella de agua del refrigerador y camino con ésta hacia la sala de estar lamiendo el dedo con la salsa que mamá prepara.

Alina está al final de las escaleras cuando me acerco.

—¿Has revisado tu instagram? Estás en todos lados abofeteando a Sebastian

Hago una mueca.

—Me lo temía

—¿Por qué lo hiciste? —pregunta con curiosidad—. Creí que ya habías superado tu etapa de negación y que comenzabas a aceptar que te gusta

—A veces las cosas no son lo que parece y creo que no lo conoces tan bien como crees. Tiene novia y no me lo dijiste

De repente me siento muy molesta con Alina.

Entiendo que son amigos y todo eso, pero ella es mi hermana, debió advertirme algo.

—¿Novia? —su ceño se frunce—. Sebastian no tiene novias, tiene ligues

—¿Y eso debería hacerme sentir mejor por qué...?

—Porque es justamente lo que tú necesitas, un ligue —ella me sostiene de los hombros—. Tienes dieciocho años Alice, diviértete un poco




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.