Mil razones para dejarte ir.

46. Para bien o para mal.

—Alice, ya es hora

La voz de Zach rompe el hechizo en el que los ojos de Sebastian y sus palabras me tenían.

Parpadeo un par de veces antes de suspirar, maldiciendo que haya decidido decirme todas esas cosas justamente ahora, con toda mi familia y la de Zach presente y no cuando estuvimos a solas ayer, cuando podía haber saltado sobre él a besarlo, porque es justamente lo que deseo hacer en éste momento.

—Lewis continúa cavando su propia tumba —resopla Sebastian, frunciendo el ceño.

Su actitud de algún modo me hace sonreír, por lo que me rodeo su cuello y lo vemos en la mejilla, tomándolo por sorpresa.

—¡Alice! —chilla Alina detrás de mí.

Me alejo de Sebastian que continúa mirándome, de un modo un tanto extraño que no logro descifrar del todo y para lo que no tengo tiempo en realidad.

—¡Alice! —ésta vez es papá quien me llama.

—Lo siento, es hora de hacer de jurado —explico alejándome.

Sebastian me frunce el ceño mientras me alejo de él.

—¿Competencia de qué? —me cuestiona mientras camina detrás de mí.

—Mi papá y el de Zach compiten por quien hace la mejor hamburguesa —explico mientras mi papá y Walter acomodan sus hamburguesas para Zach, Alina y yo.

Lo extraño es que sólo Zach está sentado en su asiento correspondiente, mientras Alina se encuentra de brazos cruzados, sacudiendo su cabeza.

—¿Ahora qué pasa? —pregunto al ver cómo ambos se miran con odio.

—A que no voy a ser parte de un jurado donde esté él —espeta Alina señalando a Zach.

Zach blanquea los ojos, cruzándose de brazos.

—Ya madura Alina

—Vete a la mierda, Zach

—Alina —advierte papá.

Ella resopla y niega con su cabeza.

—Lo siento papá, pero no voy a estar en esa mesa de jurado

Papá me observa con frustración mientras yo intento pensar en un modo de lidiar con estos dos.

—Si Alina no quiere participar hoy como jurado, ¿por qué no la suplanta Sebastian? —escucho la voz de mamá detrás de mí.

Mis ojos se abren, los de Sebastian también, Zach frunce el ceño y Alina asiente complacida.

—Me parece genial. De hecho, Sebastian, estas autorizado para tomar mi lugar —Alina le señala la silla junto a la de Zach.

—Esperen un minuto —exclama Walter—. La tradición es que sean ustedes tres el jurado, no un completo desconocido

—Es una cosa familiar —concuerda Samantha—. ¿Recuerdan?

—Sebastian es como de la familia —asegura Alina acercándose a Sebastian que permanece sin pronunciar palabra alguna.

—Papá tiene razón —exclama Zach—. Es algo familiar, así que si Lane es parte del jurado, me tienen fuera

Sebastian se lleva su vaso de jugo a los labios y puedo ver como lo hace para ocultar su sonrisa. Le gusta ver como Zach pierde los estribos. En otro momento me molestaría, pero ahora lo único que me preocupa es que papá no se vuelva loco.

—¿Puedo saber por qué de un momento a otro no se soportan entre ustedes? —cuestiona él, apretándose el puente de la nariz.

—No es de un momento a otro —asegura a Alina—. ¿Verdad Zach?

—Alina, cariño, solo toma asiento —pide Samantha—. Solo será un segundo y luego podrán continuar detestándose entre ustedes si así quieren

—Lo siento Samantha, no me nace ser hipócrita

—¡De acuerdo! —grito atrayendo la atención de todos sobre mí—. Obviamente esto no está funcionando, así que pensaré una solución. Una rápida que sea satisfactoria para todas

—Si de algo ayuda, me encantaría participar —comenta Sebastian finalmente—. Las hamburguesas se ven y huelen estupendamente. Hasta con los ojos cerrados las comería sin dudar

Me quedo mirándolo tras escucharlo y una idea se me ocurre de pronto, haciéndome sonreír.

—No se mueva nadie, ya regreso

Corro hacia el interior de la casa sin esperar alguna respuesta y subo corriendo las escaleras hacia mi habitación. En mi armario busco con rapidez una de mis bufandas y al conseguir la que quiero, regreso con rapidez al patio donde todos han permanecido en el lugar exacto donde los deje.

—Sebastian será nuestro juez a ciegas —explico cuando todo el mundo me mira con confusión—. De esa manera, Zach y Alina estarán tranquilos, no será un número par de jueves y siendo a ciegas, no podrán decir que hubo preferencia por alguna hamburguesa

Mamá, Alina e incluso papá sonríen complacidos ante mi idea. Walter también parece estarlo, pero Samantha y Zach...

—No lo sé Alice —murmura Zach—. No es lo usual

—Lo usual no funciona mientras Alina y tú continúen actuando de ese modo, así que esto es lo que hay —alzo mi vista hacia Sebastian—. Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.