---Camino Al Pueblo---
-No puedo creer, que este disfrazado de esta forma-
-Pero te ves bien-
-Eso lo dice usted, porque solo lleva una capa café y un vestido más ligero, pero yo… Estoy usando una barba falsa que me pica demasiado, y también me hizo ponerme una panza falsa- Aioria, solo mira con enojo el camino, dando pasos pesados y cansados, gracias al peso extra por su disfraz y el saco de diez kilos de arroz, sin contar la barba hecha de lana de cabra recién afeitada que le pica en toda la cara.
Milo Nieves, solo atina a reír levemente por las quejas de su guardia, mientras camina a su lado con un paso un poco alegre -Pero, pareces un señor muy adorable- No puede ocultar su risita, a pesar de que cubra su boca con la mano derecha -Era necesario que no nos reconocieran al salir del castillo-
Solo clava sus ojos verdes con desinterés e indignación -Nos escapamos por el jardín trasero, en ese punto ningún guardia se acerca, por miedo al árbol de manzano y sus alacranes, príncipe- Se cruza de brazos, notándose cada vez más cansado por el largo camino que ya han recorrido, y con el peso extra, su respiración es más difícil de mantener
-Eso esperó…- Suspira aliviado, bajando sus hombros con paciencia -No quisiera que mi padrastro me regañe…- Baja la mirada, algo triste y melancólico, pensando en lo que hablaron ayer.
Esas palabras de anoche, inundan su mente y aquellos miedos vuelven a él.
“-Pronto cumpliré dieciocho años, y no sé si este listo- “
“-Y sí… ¿Nunca no lo estoy?”-
“-Y sí… Todo lo que quiero hacer por mi reino… ¿No funciona? -”
“-Puede que al final… Nadie me siga…- “
“-No soy nada para mi pueblo, para los nobles, para nadie de aquí… Soy importante- “
“-No me reconocen como su príncipe… Pero, pero ¿Porque…? -“
“- Sé… Que antes, esto no era así- “
-Milo Nieves- El llamado de Aioria, apenas si se puede captar entre sus pensamientos.
“- ¿Qué cambio? -“
“- ¿Qué fue lo que yo hice? -“
“- ¿Qué puede hacer para que la gente… Me desprecie? -“
Su mente esta revuelta, hecha un caos… Con sus miedos y terrores, sobre pensando miles de veces el mismo asunto, la indiferencia de su pueblo, de todos a su persona.
No lo llega a comprender.
“-Creo… Creo que estoy haciendo algo mal, pero ¿Qué? -“
“- ¿Qué cosa estoy haciendo mal? -“
“-Siempre he sido tranquilo, educado, bondadoso, sin… Hacer nada malo contra nadie…- “
“-Y aun así…- “
-Milo Nieves- El llamado fue más fuerte esta vez, tocando el hombro del peli cerúleo para sacarlo de su trance.
Aquel brusco movimiento, lo hace balancearse en su lugar, para negar con la cabeza unas cuantas veces- ¿Eh? - Parpadea rápidamente, para lograr regresar a este mundo - ¿Qué pasa? - Se gira hacia el castaño claro, para mirarlo un tanto sacado de onda.
-Príncipe…- El rostro del guardián se nota confuso y preocupado por la ausencia del omega - ¿Se encuentra bien? - Alza una de sus cejas, inspeccionando aquel rostro distraído.
-Yo…- Quería decirle que sí, que está todo bien… Como siempre debía de ser. Pero mentirle a su mejor amigo y único actualmente, es algo que realmente no quiere hacer.
Se encuentra derrotado ahora, pues ha sido descubierto, y solo vuelve a bajar su mirada, decidiendo seguir el camino con un sonoro suspiro triste -Tengo mucho miedo…- Prefiere hablarlo, sacar un poco de todo el pesar contenido.
- ¿Miedo? - Pregunta con descontando, mientras entrecierra sus ojos - ¿Miedo a que? – Comienza a sentirse enojado, tratando de descubrir con solo mirar ese decaído rostro del omega el temor que posee - ¿Alguien lo ha vuelto a molestar? ¿Qué le dijeron? ¿Lo insultaron? - Alza un poco la voz, apretando los puños -No tema a amenazas- Se acerca al príncipe con paso apresurado -Primero deberán matarme a mi antes de que lo toquen- Se posiciona serio y fiero delante del peli cerúleo, mientras busca su espada que esta entre las pesadas ropas que lleva, para mostrarse dispuesto a lo que sea por Milo Nieves.
Rápido, el omega niega con la cabeza, cabizbajo -No, no es eso. O bueno…- Intenta explicar, pero se da cuenta que en efecto tiene algo de razón el guardia -En parte si… Es solo que…- Desvía la mirada, con vergüenza de siquiera a ver pensando en mentirle -Ayer… Cuando el rey Odiseo, me llevo a la camara del corazón de fuego… Y… Me dijo que pronto daré parte de mi poder para que el corazón se alinee a mí, pero… Me da tanto terror que no sea capaz de manejar ese nuevo poder… Que…- Bufa, dando unos cuantos pasos hacia delante, mostrando un rostro cansado y mortificado, y aun así sus ojos se dirigen a admira que el castillo ahora se encuentra muy lejos y el pueblo esta tan cerca de él.
A pesar de sentir una gran emoción en su ser, por volver a ver ese lugar que le hacía ilusión, en donde tenía memorias hermosas de aquella época, pero… El malestar que lo atormenta sigue amargándole los instantes buenos que aun parece tener -No creo que me acepten las personas- Niega con la cabeza, dejando escuchar su débil voz -No seré capaz de que me sigan, para cuidar y mejorar el reino…- Aprieta sus puños, dando la espalda a Aioria, sin ser capaz de verlo a la cara -Siento que soy un cero a la izquierda para todos, pero…- Sus lágrimas empiezan a brotar, limpiándolas de inmediato con fuerza -No sé porque soy tan rechazado, si…- Su hablar se empieza a quebrar, temblando levemente su labio inferior, y respirando profundamente -En mi infancia, recuerdo que todos eran muy buenos conmigo- Su mente tres esos momentos de felicidad -Eran amables, bondadoso, nuestro reino era diferente…-
En ese instante, se puede recordar a sí mismos siendo un niño, riendo con su padre, hablando con los sirvientes, los guardias, corriendo por los pasillos del castillo, del jardín real, el pueblo, ir por todos lados, siento un niño activo, cuando aún practicaba su fuego y todo era un maravilloso instante, incluso… Podía ver un poco la figura de su papá, a pesar de aun notar su rostro borroso, pero esos anhelos que ya pasaron, se vuelven oscuros y entristecidos, ya que se apagan en su mente para traer su cruel realidad -Pero no entiendo que cambio, que hice o que…- Se abraza a así mismo, cerrando sus ojos, estando de pie sobre una pequeña colina, de donde se puede ver el último tramo del sendero.