Milo y Kanon Xx

Capítulo 6

Opening:

♫ Volvemos a empezar, la historia se escribirá de nuevo.

A poca velocidad, lo sabemos bien.

Teñirse tú veras de rojo las nalgas de Milo y Kanon,

Salvarlos todos debemos, con valor. ♫

♫ Paraíso nunca fue, los 12 templos ya debes conocer.

Llevamos adentro, un putazo dormido.

¡Disfrútalooooooo!

♫ Atravesemos con decisión,

Los anos de los Dioses,

Difícil será sin perder,

¡No nos tienen que coger!

Y los putazos en acción,

Deja que te conmuevan el corazón,

Aquel mañana que se olvidó,

Volvamos todos a recordar,

En la nueva temporada que va a iniciar. ♫

Narrador: En el anterior capítulo de Milo y Kanon XX. Nuestros héroes nuevamente están metidos en aprietos, unos haciendo abuso de drogas fuertes, y los otros, secuestrando niños precoces, nah, mentira, pero casi. La realidad es que Aioria y Kanon se habían devorado casi todo lo que había en la panadería de los padres de Marinette, es por eso que tuvieron que ayudarla a cocinar, pero algo salió mal en el proceso, y terminaron por ser cazadores de duendes azules. En cuanto a Mu y Milo, ellos lograron escapar de la cárcel dejando rastros de polvo de estrellas y los policías lo mal entendieron como drogas, aun así, los chicos tomaron otro camino para ir a la casa de Oliver, y recién allí tuvieron la iniciativa de jugarle una mala broma y secuestrarlo. ¿Podrán nuestros héroes librarse de la cana? ¿Los pitufos se comerán a los caballeros? ¿Adrien y Marinette dejaran de ser ciegos para por fin hacerse una pareja canon? ¡Todo esto y más en el nuevo capítulo de hoy!

Como los gritos del mocoso no cesaban, Mu optó por taparle la boca y sostenerlo de las muñecas.

—Uff —ambos suspiraron para soltar el estrés que los alaridos de ese chiquillo les había provocado, pero era demasiado pronto para relajarse, porque de inmediato toda la casa empezó a temblar.

—¡¿Qué está pasando ahora?! —exclamó Milo asustado.

—¡No lo sé! —dijo igualmente Mu. Pero el temblor no era lo único, ya que se escuchaba cómo en la lejanía se acercaba algo parecido a una estampida. De repente, un par de matones musculosos abrieron la puerta de la habitación.

—¿Hola? -w-U —Milo no sabía si saludar o no, pero ya daba igual. Después de ese patético acto de bienvenida, ambos, tanto Milo como Mu, salieron corriendo por la ventana, y obviamente, con el chico a cuestas.

—¡¿Cuándo va a terminar esto?! —preguntó Mu en lo que estaba escapando de aquellos guarda espaldas rápidamente con Milo.

Mientras tanto, en la cocina de Marinette…

—¡Atrápenlos, no dejen que se escapen! —gritaba Marinette con una espada y un gorro de pirata en la cabeza, mientras tanto, Aioria como Adrien sostenían varillas con redes, por otro lado, Kanon estaba atacando a los pitufos con una sartén a lo loco.

—¿Qué le está pasando a Marinette? —dijo asustado Adrien por ver el cambio repentino en su amiga.

—Tranquilo, tranquilo, seguramente ya se le pasara —dijo el Leonsito, palmeando su hombro.

—¡Mueran, mueran TODOSSSS! —Kanon gritaba como poseso, al mismo tiempo se le veía con una peluca de Yuno de Mirai Niki, además, golpeaba a los duendes provocando también que salieran volando, lo que obligaba a los otros dos chicos a atraparlos en el aire.

—¡Los tengo, nya! —decía Aioria, y hacía poses de gato cada vez que atrapa a alguno de los bichos.

—¡Ya basta! —le suplicó Adrien ya con la cara azul. Pero después de un rato atraparon a todos.

—¿Qué hacemos con ellos? —preguntó Marinette picando a uno de los enanos en su mejilla.

—¿Qué tal si hacemos pasteles con ellos? Sería algo novedoso, algo así como un producto de esos especiales. ¿Cómo se llaman?... ¡ah, sí, de tiempo limitado! —aconsejó Kanon mientras se quitaba la peluca de Yuno.

—¡Agh! ¡Qué asco! ¿Entiendes que son de carne y hueso verdad? —dijo Adrien asqueado.

—Pero hacen cosas saladas aquí también, ¿no? —preguntó Kanon con su típica cara de bobalicón.

—Lamento decir esto, pero Adrien tiene razón, además, ellos hablan. Me daría mucha pena hacer lo que dices —mencionó Marinette.

—Como quieran, luego no me vengan llorando porque alguien más está haciendo dinero con la idea —advirtió Kanon mientras guardaba la receta recién inventada; luego la vendería por internet.

—Oye, Marinette, lamento interrumpir, pero creo que en cualquier momento van a llegar tus padres; es mejor apurarnos —el rubio hizo un anuncio en general.

—¡¿Qué?! —exclamó ella alterada—. ¿Qué vamos a hacer ahora? —se tomó la cabeza con pánico.

—Podemos prender fuego la tienda, luego poner todo patas para arriba, y así hacer parecer que todo fue un robo. ¿Qué tal? —movió las cejas Aioria pensando que era una buena idea.

—¡Claro que no, también aquí está mi casa! —refunfuño la pelinegra.

—Pero tu novio es millonario, no debería haber problemas si le pides prestado dinero, ¿no? —preguntó Kanon.

—¿Novio? —dijeron tanto Marinette como Adrien respecto a su relación.

—Al parecer aquí siguen siendo tan ciegos como en la serie —mencionó con pesadez el castaño.

—Yo no lo entiendos —dijo Kanon.



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En el texto hay: humor, los caballeros del zodiaco, temporada 2

Editado: 11.02.2019

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