En el lejano Egipto se encuentra el caluroso desierto de Shur, en medio de dicho desierto, (lo que significa recorrer cientos de kilómetros de arena), se encuentra un bello y milagroso paisaje, se trata de un enorme oasis, el cual consta de varias fuentes de aguas en forma de pequeñas lagunas, a su alrededor, altas y frondosas palmeras lo adornan todavía más, caravanas de Beréberes (que son las tribus del desierto y que conocen el lugar), se detienen a descansar debajo de la sombra, allí sus peludos camellos toman agua sin parar, históricamente este oasis ha salvado la vida de miles de hombres que se hallaban perdidos, por ejemplo: el pueblo rebelde y terco de Israel en tiempos del profeta Moisés. La vida suele tener muchas paradojas, es decir: cosas que parecen imposibles; ¡pero son reales!
Después de todo, en medio de la dificultad y del dolor, si se puede encontrar algo bueno y maravilloso.