De repente Edward se despierta de manera muy brusca, mira alrededor y todos sus compañeros están dormidos, todos ellos descansan en lo alto de una rocosa colina, la fogata que utilizan para calentarse ya casi se apaga, pues en esa noche una ventisca helada se pasea, a lo lejos el único ruido que se escucha son los aullidos afligidos de varios coyotes, Edward mientras mira la enorme Luna llena , recuerda muy temeroso la pesadilla que lo despertó, pesadilla que consiste en imágenes de un incendio, en donde las enormes llamas poseen cúspides inalcanzables.
Edward se levanta nuevamente, camina varios metros hasta llegar a un alto cactus, planta que utiliza de pared para orinar, en lo que Edward se sube el pantalón...¡escucha cinco disparos consecutivos!, muy rápido se dirige a donde están sus compañeros, sorpresivamente mira parado al frente de sus compañeros muertos a un hombre que luce un enorme mostacho, el cual carga en su mano derecha un revólver calibre 44, y en lo que Edward intenta sacar su arma, el diestro tirador rápidamente se da la vuelta disparando en el corazón de Edward, muriendo así instantáneamente.
Nuestro experto tirador busca ansioso entre las pertenencias de los ahora difuntos, y encuentra varias maletas llenas con billetes, muchísimo dinero producto del robo a bancos, dinero que es el doble de la recompensa por capturar con vida a Edward y su banda criminal.