Minicuentos

El guardaespaldas

Adentro de una enorme casa de dos pisos, Don Julio Smith estaba siendo protegido por su guardaespaldas, dicho guardaespaldas era callado, alto y bien vestido, cobraba caro y decía haber matado a varios criminales, pues a Julio lo perseguía el más peligroso asesino en serie de toda la nación, un psicópata que mataba con saña a los ancianos, había exterminado así a cientos de ancianos (todos hombres), se dice que el odio hacia los ancianos se debía a los maltratos recibidos por sus propios abuelos, este delincuente era el mismo que había escapado de prisión tres veces, el mismo que atemorizó a los policías más rudos.

Cuando la noche llegó, el guardaespaldas sosteniendo un rifle de asalto en cada mano le dijo a don Julio:

-Tenga calma señor, acá jamás será encontrado, nadie conoce esta dirección, esta casa la elegí porque es un refugio aislado de la ciudad, además mi ayudante está haciendo guardia afuera, yo estaré despierto durante toda la noche, usted solo duerma tranquilo.

Julio después de tomar su medicina diaria durmió con mucha paz; tanto así que roncaba como motor de ocho cilindros, sin embargo a eso de las cuatro de la madrugada se escucharon unos fuertes ruidos, eran como detonaciones de arma de fuego, Julio asustado dio un fuerte brinco para levantarse, corrió como pudo y abrió la ventana, pero vio al cielo y eran varias luces de fuegos artificiales, don Julio en paz y sonriendo se volvió a dormir, al cabo de un largo rato se oyeron otra vez como sonidos de disparos, Julio se despertó pero no quiso levantarse, aunque tuvo que hacerlo al escuchar un fuerte grito que decía: ¡auxilio!, el señor se levantó con dificultad para abrir la ventana, desde ahí vio el cuerpo muerto del ayudante del guardaespaldas, a la par del muerto estaba el asesino que metía las balas en la escopeta, entonces fue de inmediato con su guardaespaldas, y este le respondió:

-No tema Jefe, ahora mismo lo detendré, cuando Julio iba a esconderse atrás del closet, vio por la ventana del segundo piso a su guardaespaldas tirar las armas al suelo y, correr a toda prisa saltándose por el muro, Julio no lo podía creer, estaba en shock y no se pudo mover, ni cuando oyó que la puerta de la habitación fue abierta.    



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En el texto hay: misterio, ciencia ficcion, amor aventura

Editado: 07.12.2020

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