En este momento imaginas el oscuro e impresionante espacio exterior, por un breve momento imagina la Tierra girando alrededor de la enorme bola de fuego llamada Sol, mientras los otros planetas hacen lo mismo, piensa como viaja a gran velocidad una nave espacial, la cual se dirige a la Estación Espacial Internacional, afuera de la estación hay tres astronautas vestidos con su traje blanco haciendo reparaciones sobre la coraza metálica, un poco más lejos cientos de satélites artificiales se hallan inmóviles, algunos de ellos sirven para ondas de televisión, otros para internet y el resto para las compañías celulares.
Presencias como un enorme y hermoso cometa fulgurante se desintegra al entrar a la atmósfera solar, sobre el polo sur de nuestra Luna se ve claramente montañas tan majestuosas como el mismísimo Everest, luego observas que sobre la superficie roja de Marte está el robot Curiosity de seis ruedas, el cual recorre dicho lugar tomando muestras que son varias rocas sedimentarias, rocas que podrían haberse formado en presencia del movimiento, el viento o ¡agua!, mucho más lejos de Marte miras como el potente telescopio Hubble toma fotos de las cuatro lunas de Saturno, incluyendo la misteriosa luna Titán, que es lo más parecido a la Tierra que existe en el Sistema Solar, más a lo lejos hay un avistamiento de un hoyo negro que devora fácilmente a una gigantesca estrella, pero lo más inquietante de todo esto no fue lo anterior; sino ver que el Sol de nuestro sistema solar brilla cada vez más, aumentando así mucho más su temperatura.