Tengo miedo. Miedo de perderte, eres como mi perfecta mitad que me ayuda y protege. Pero te fuiste.
¿Por qué? ¿Por qué te fuiste sin decirme a dónde? Dolor es lo que siento al pensar en ti y en tus facciones.
¿Debo decirte lo mucho que te extraño? Pero, si te lo digo seguro que vuelves a huir y a dejarme.
Tengo miedo a que vuelvas a enredarte en mi pelo y no me puedas dejar volar hacia otro mundo.