Ministerio del Tiempo - cinco libros apocrifos

Tiempo de Navidad – 1605 – puertas por un Tiempo - epilogo

Epilogo

El resero, dándole una última pitada al chala

—¿Qué le paso amigo?, ¿no era que no iba a escribir de nuevo?—

—Pues sí, es un que tengo un carácter muy fuerte— contesto el escritor y el resero se quedo mirándolo

—¿un carácter muy fuerte?— pregunto intrigado, pues, a decir verdad no se había mostrado muy firme en su decisión

—Sí, un carácter muy fuerte, no lo puedo dominar….— aclaro el escribiente— basta sentarse a la máquina para que los dedos comiencen a moverse solos…—

—¿y los lectores que culpa tienen?— pregunto inocentemente mientras apagaba el pucho.

—En fin, y ¿Dónde va a pasar la Navidad?— pregunto el escribiente, intentando cambiar de tema

—Con el calor que hace…supongo que dentro de alguna aguada— rio el resero

—jejeje, si, es una buena idea—

—Usted que sabe tanto— dijo de pronto el gaucho— ¿Por qué festejamos la Navidad en Diciembre, con estos calores del infierno?—

—Porque Dios ama a los pobres y nos permite disfrutar de hermosas noches de verano para saludarle—

—Si es por eso, no me enojaría si me amara un poco menos— casi blasfemo, mientras se secaba el sudor con un pañuelo.

—vamos amigo, no es para tanto, aquí debajo de este aguaribay se está fresquito— dijo el escribiente mientras se reclinaba contra el tronco del añoso árbol.

El resero hizo lo mismo, luego cerró los ojos y pareció quedarse dormido. Sin embargo se notaba que algo andaba rondándole la cabeza

—Aun no me ha dicho para que escribió esto—

—Ah, sí, es verdad— dijo es escribiente, golpeándose la frente— solo para desearle FELIZ NAVIDAD a los lectores—

—¿y usted cree que alguien le extrañaría si no lo hiciera?,— pregunto y luego se quejo— andimas me sigue debiendo la historia de la fundación...— bajo el ala del sombrero y trato de echar una siesta.

Se veía que el calor no había dejado dormir bien al resero. Su humor no era de los mejores.

FIN

Algún tiempo después, durante un caluroso cicno de Enero, los caminos del arriero y el escribiente volvieron a cruzarse.

  • ¿Qué anda haciendo? –
  • Ya me ve, tratando de envolver estas cosas – indico el arriero, mostrando los regalos que trataba de empaquetar
  • Eh, ¿Qué es eso? ¿No me diga que está trabajando de rey mago? –
  • Si mi amigo, los sobrinos, los sobrinos… - suspiro a punto de darse por vencido
  • Permítame que le ayude – pidió el escribiente, cuyos dedos, hechos al lápiz y las teclas, eran más apropiados para la tarea que los del arriero, más hechos para lazar reses o manejar hierros par la yerra
  • Hablando de reyes magos, ¿sabe de donde viene esa historia? –
  • Solo lo que conto el fraile en la misa –
  • Sí, pero hay otra historia…- y, mientras acomodaba los regalos, entre papeles de colores y moños, desgrano la siguiente historia.



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En el texto hay: fanfic, fan fic del ministerio del tiempo

Editado: 07.01.2025

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