Tiempo de Perdida – 1813 – Perdida por mucho tiempo - parte 1 de 8
Parte 1 de 8 - Inicios
1er inicio. Sinergia
El humo del tabaco hacia más espesa la atmosfera, si esto fuera posible.
En torno a la mesa había cuatro hombres, con muchos papeles y plumas de escribir desparramados por todos lados. Una pizarra en un costado se veía llena de esquemas y en las paredes abundaban los planos y mapas.
- Bueno, creo que tenemos un principio de acuerdo— comento uno de los hombres, vestido de forma algo extraña para la época
- Así es, creo que hemos delineado una línea de trabajo que haría poner orgullosos a los Pitt — asintió otro mientras daba una profunda sorbida a su pipa, generando grandes cantidades de humo.
- Entonces señor ministro ¿Cómo se hará efectivo el pago?—
- Como acordamos en metálico constante y sonante. Ni bien el trabajo este concluido la entrega será hecha—
- Muy bien, tenemos un trato entonces — dijo extendiendo la mano para que el otro la estrechara. Pero no fue así, la conciencia aristocrática del ministro le impedía estrechar la mano de un plebeyo.
El hombre bajo la mano y disimulo la ofensa, la suma de dinero en juego y las posibilidades de negocio que se abrían de allí en más, facilitaban tranquilizar los ánimos.
- Muy bien señor— dijo por fin el ministro – usted asegúrese de que las cosas sucedan tal como las planeamos y que podamos tener libre acceso a los mercados que nuestra industria necesita…luego haga lo que le parezca con el resultado, siempre y cuando no se le ocurra ni a usted ni a su gente interferir con los intereses de la city— corto tajante, dejando bien en claro la posición de su gobierno y, era de sospechar, la suya propia.
- Excelencia, dé eso por descontado. ¿Cuándo podremos entrar en contacto con la gente seleccionada?—
- En unos meses, aun nos quedan algunos por convencer, pero ya se hará —
Sin más se levantaron y se marcharon cada uno a sus cosas.
Una vez fuera del despacho, ya en la barrosa calle, bajo un cielo encapotado y lloviznoso, el hombre que lo acompañaba, que no había hablado durante la reunión, le pregunto
- Señor, si esta gente tiene todo tan bien planeado como parece ¿para qué necesita los servicios de Darrow?—
- Para espantar las mariposas David, para eso—
- ¿Qué?—
- ¿Conoces el “efecto mariposa”?—
- ¿Ese que dice que el aleteo de una mariposa en los bosques de Alemania puede desencadenar un Huracán en las Bahamas…?—
- No es exactamente así, pero esa es la idea— y se explico— todo el plan de esta gente depende de que cada uno ocupe su lugar, y nosotros tenemos que asegurar que así sea—
Y rio entre dientes pensando en la ganancia extra de todo ese negocio.
- Me gustaría verles la cara a los del ministerio del tiempo cuando todo esto termine. Si la operación “capullo” sale como planeamos no podrán meter más sus narices fuera de su propio patio —
Pensó mientras pisaban las lustrosas calles de Nueva York
- ¿Por qué operación “capullo”? – oyó preguntar y cayó en la cuenta de que posiblemente había estado pensando en voz alta
- Pues— explico – peyorativamente “un capullo” es un tonto, alguien de pocas luces, y, figurativamente, es una referencia al estado en que la oruga espera a convertirse en mariposa. En una puta mariposa ja ja ja ja — rio de su propia ocurrencia.
El empleado también lo hizo, por compromiso, tontamente. No sabía y no podía entender que la risa de su jefe era, ante todo, un disfrute adelantado de la venganza contra el ministerio del tiempo que acababa de ponerse en marcha.
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Inicio 2. España
- ¿Tan mal esta todo? — pregunto la bella Isabel IV mientras el ultimo rayo de sol se filtraba por la ventana de la habitación de la Zarzuela donde se encontraban.
- Si su majestad, tememos que si — contesto compungido el general que estaba dando el informe
- Ósea, sospechan que podemos tener un “topo”, un doble agente no descubierto, infiltrado en el ministerio – afirmo ella con disgusto
- Hasta que las investigaciones no avancen, poco más podemos hacer – fue la lacónica respuesta.
- Bueno, entonces si no podemos contar con la gente del ministerio del tiempo ¿Qué sugieren que hagamos? —
- Lo único que se nos ha ocurrido es recurrir a las últimas líneas – intervino el canciller, un hombre entrado en años que parecía sacado de un cuadro de Velázquez
- ¿Cómo es eso? —
- Pues, hemos detectado un ingeniero de mantenimiento en las oficinas de Córdoba de la Nueva Andalucía y una pasante recién reclutada por el ministerio de Lima que sabemos seguro que están limpios y podrían servir para una misión como la que necesitamos —
- ¿Gente si experiencia? – dudo ella.
- Y, justamente por eso, fuera de la atención de la gente de Darrow – aclaro el general.
- Entiendo, pero ¿A quién pondremos a cargo? —
- Eso aun no lo sabemos majestad —
- Bueno, seguid trabajando, hasta Agosto aun falta algo y alguien aparecerá. ¿Por qué la misión se hará en Agosto? —
- Si señora, es la escusa ideal, con las vacaciones no queda nadie en las oficinas del ministerio del hemisferio Norte y a nadie llamara la atención que unas personas del hemisferio Sur realicen una pequeña misión. Ya hemos cursado las indicaciones para que esas personas vengan a Madrid de la forma más discreta posible —
- Una pequeña misión – reflexiono — tan pequeña como el aleteo de una mariposa…y sin embargo…— medito pensativa, consciente de la importancia de la misión a pesar de lo pequeña que era, tan solo ¡entregar una caja de almendras confitadas!