Ministerio del Tiempo - cinco libros apocrifos

Tiempo de Perdida – 1813 – Perdida por mucho tiempo - parte 6 de 8

Parte 6 de 8 Misión Capullo

Qué extraño que era esto de moverse en el tiempo, esa reunión de la que participaba no existiría si la misión que se llevaba a cabo en el siglo XIX fallaba…y sin embargo estaban ahí ¿significaría que habían tenido éxito? ¿Habría algún otro tiempo en que los del ministerio del tiempo frustraban sus planes y eran ellos los que mostraban un plan de objetivos como el que él veía en su oficina?. Discretamente pido una aspirina.

Todo había sido meticulosamente planificado, el objetivo era claro y el premio enorme. Seguramente la opción válida era la que los daba a ellos como ganadores.

  • Señores — llamo la atención de todos golpeando la mesa con el puntero laser.

El pequeño golpe fue suficiente para acallar el murmullo, ello le satisfizo grandemente, porque era su prestigio, no el sonido, lo que había producido el silencio.

  • Debemos analizar ahora la misión “capullo”. Luego seguiremos hablando del tema anterior —

El grupo de accionistas se componía de distintos tipos de personas, los había idealistas, aventureros, poderosos hombres de negocio, algunos políticos inescrupulosos y los infaltables financistas que preveían de ante manos las jugosas ganancias que obtendrían si los complotados tenían éxito. Todos interesados en la misión “capullo”, que por supuesto estuvieron acuerdo en el cambio de tema.

Uno de ellos, el jefe de proyecto, tomo la palabra ante la indicación del director explayándose con los prolegómenos de la misma, dando algún que otro detalle de color para amenizar la exposición y sobre todo resaltando los avances en la misión

  • Nuestros socios, mediante la genial idea de crear logias secretas, han logrado captar la atención de los hombres que parecen los adecuados para llevar adelante las acciones de guerra que serán inevitables., así como a aquellos que se encargaran de blandir las plumas para dar sustento ideológico a los movimientos. —
  • Afortunadamente la situación global del periodo es propicia, abundante en ideas revolucionarias y contra revolucionarias que facilitan el trabajo — agrego uno de los técnicos ante la mirada con que le había señalado el jefe de proyecto.
  • Efectivamente las ideas de libertad e igualdad – y una sonrisa cómplice circulo entre los presentes— bueno, los hombres son capaces de creer cualquier cosa— se explico innecesariamente el expositor
  • Esas ideas movilizan a los románticos, de la misma manera que los reaccionarios son movilizados por su conservadurismo. Las acciones del príncipe austriaco Klemens von Metternich serán de vital importancia para apuntalar la ideología de nuestro “capullo” y asegurar el éxito de nuestra misión…—

El sorpresivo ingreso de una temerosa secretaria interrumpió su exposición. La mujer, con paso inseguro se acerco hacia él y le dio un papel.

  • ¿Sucede algo?—
  • Nada que no podamos controlar señor – eso significaba una sola cosa, problemas. Y si había algo que él no quería en ese momento eran problemas en medio de la reunión de directorio

Discretamente fingió cansancio y pidió proseguir la reunión después del almuerzo. Cosa que todos aceptaron gustosos.

Una vez a solas con el jefe de proyecto le pidió el papel que le habían traído y lo leyó, mientras el otro palidecía notablemente.

  • ¿Qué es esto? ¿agentes del ministerio del tiempo operando en la época?— gruño — ¿no era que los habían neutralizado a todos?, ¿para qué me hicieron autorizar el presupuesto para desarrollar el gas de la memoria si no da resultados?— concluyo con un golpe de fastidio sobre la mesa
  • No señor, el gas no ha fallado —
  • ¿Y entonces? —
  • Aun estamos averiguando que paso, sospechamos que la cámara de la reina esta tras esto –
  • ¿Cómo es eso?—
  • No sabemos cómo, pero tememos que hayan detectado que intervenimos para evitar que “el capullo” se ahogara, alterando la línea de tiempo que hizo de Isabel IV la reina de España
  • La reina, aja, ¿y qué piensan hacer? —
  • Tenemos un plan B señor, no se preocupe —
  • ¿Qué no me preocupe? ¿Cómo lo piensan solucionar? —
  • Recurriendo a sus enseñanzas señor— la respuesta lo dejo helado, o el jefe de proyecto era un reverendo chupamedias, o era un tipo peligroso que aprendía rápido
  • Supongo que no pensara recurrir a la violencia, si lo va a hacer debe ser muy cuidadoso de que nadie lo advierta—
  • No señor, ni bien nos confirmen los datos de las personas que parecen haber atravesado la puerta yo mismo me encargare. Si una de las personas es quien pienso será fácil neutralizarla — y no dijo más nada ocultando la jugada que tenía planeada

Efectivamente, pensó, se trata de un reverendo hijo de puta, muy útil en la empresa, pero peligroso. Los hombres que piensan solos son de cuidar. Mentalmente anoto no perderlo de vista.

Se levanto, le dio una palmada de aliento y lo animo a seguir adelante, recomendándole que lo tuviera al tanto de todo lo que pasara.

Cuando se retiro se fue a su cuarto, se cambio de ropa y se marcho a la época en cuestión. Una cosa era mostrar confianza en un subordinado y otra muy distinta era tenerla. Menos en una misión como esa.



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En el texto hay: fanfic, fan fic del ministerio del tiempo

Editado: 11.01.2025

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