Parte 1
—Nunca me imaginé que te gustaría el arte.
Y ahí estábamos, Alba y yo sentados en el comedor de la sala esperando la cena. Por algún motivo, Emilia estaba “indispuesta” o eso me dijo Olivia, solo espero que el confundirme de habitación no haya sido la causa de su ausencia…
—Me encanta dibujar y pintar cuadros en clase.
—Oh, eso es muy bueno Alba. A tu edad solo me interesaba la natación y el Voleibol, pero siempre quise experimentar con el dibujo.
—Si quieres puedo mostrarte mis dibujos luego, Elder.
—Eso sería genial, Alba.
A pesar de ser tan cortes y ser tan irritante como una navaja de afeitar, me vi obligado a ganar algunos “puntos” con nuestras compañeras de casa si es que quería que todo vuelva a como era antes.
—La cena estará casi lista.
—¿Acaso son Hotcakes lo que estoy oliendo?
—Veo que aun reconoces el olor de mis Hotcakes.
—Bueno, nunca has sido una mujer que se dedicaba 100% a la cocina, pero debo admitir que los platillos que haces son realmente deliciosos.
El pequeño alago que le doy a Olivia no parece haberle hecho feliz, tenía la mirada molesta mientras que aún tenía la sartén caliente en una mano.
—Sé que no fui una ama de casa a tiempo completo, no deberías hacérmelo recordar.
Sabía que a Olivia no le gustaba que le dijeran ese tipo de comentarios, pero creí que en todo este tiempo lo habría superado. Incluso Alba me mira con ojos de sentencia tras haber dicho esas palabras. Tan solo quedo mirando la mesa en silencio.
—Lo siento, Livia. No quise molestarte.
Olivia da un suspiro mientras prepara los platos, comienzo a arrepentirme de haber dicho esa broma, la última vez que bromee sobre su manera extravagante de colgar la ropa, me quede sin cenar y dormí en el sofá aquel día.
—Esta bien Elder, hoy es un día especial así que lo dejare pasar por esta vez, Sin embargo… Vuelve a hacerlo otra vez y dormirás en la cochera cariño.
¡Qué miedo, Olivia en verdad da miedo! ¿Cómo es posible sonar tan fría con esa sonrisa en su rostro?
Hay muchas palabras en este mundo que no deben decirse, especialmente las palabras referentes a la vida de otras personas. Si no estás preparado para aceptar a una persona por completo, entonces no tienes derecho de decir esas cosas. Después de un momento de silencio, con la intención de mostrar arrepentimiento, le di una respuesta solemne con un tono marcadamente amigable.
—D-De acuerdo.
—No digas cosas como “de acuerdo” o “está bien” sabes que intentar buscar piedad de mí no funciona.
—Hablas como si fuera un cachorrito pidiendo perdón por morder las pantuflas, ¿debería bajar mis orejas también?
Alba soltó una risa juguetona al igual que Olivia, aunque en primer lugar lo decía en serio. Pero es bueno saber que pude desviar el tema. ¡Un punto más para mí!
Olivia apaga la cocina, luego comienza a ordenar los platos en la mesa junto a unas tazas de porcelana con te de jazmín.
—Estas tazas son nuevas, ¿verdad? Nunca las había visto antes, sigues teniendo un buen gusto con las vajillas.
—Le dije que comprara ese juego de tazas. Estaban baratas y se ven muy lindas ¿verdad?
—No me esperaba menos de ti, Alba.
Le acaricio la cabeza a Alba, quien recibe mi gesto con felicidad. Incluso los cubiertos se ven nuevos, y la jarrita que contenía miel, se veía hermosa. Blanca con líneas doradas y una imagen de una mariposa posada en un girasol.
—Se han lavado las manos, ¿cierto?
Dijo, sirviendo los Hotcakes redondos e inflados.
—Por supuesto, incluso lo hemos repetido dos veces.
Digo junto a Alba mostrándole nuestras manos limpias y secas con olor a limón.
—Hay más masa de Hotcakes si quieren repetir, pero tendrán que hacerlo ustedes mismos. Y no olviden sobrar un poco para Emilia-
Dijo Olivia mientras llevaba un pedazo de hotcake a su boca.
Roció miel en mis Hotcakes en cada lado, y por supuesto en el medio. Siempre me han gustado los dulces, y algo natural como la miel, cae bien en una desintoxicación a mi cuerpo.
Corto un pedazo de hotcake con el cuchillo y lo llevo hacia mi boca con mi tenedor.
Una explosión de sabor en mi boca hace que no quiera tragarlo y seguir saboreando el manjar que suavemente acaricia cada rincón de mi boca ¡Livia ha perfeccionado su receta!