Mira Luna y la Academia Farewell

Capítulo 24

Capítulo 24

 

  • ¿En clases avanzadas?- preguntó Bemus asombrado- Es una locura.

La profesora Birdwhistle había organizado una pequeña reunión informal en su despacho con su sobrino, Bemus, como Maestre de la casa Fleming; y su sobrina, Bryana, como tutora ocasional de Mira.

Desde que se había hecho oficial la noticia de que Mira Luna era la hija del demonio más peligroso de todos los tiempos, el consejo había decidido que la muchacha debía prepararse para lo que estuviera por venir. Algo que, a ojos de Bemus y Bryana, era un auténtico despropósito nada aconsejado.

 

  • El consejo ha decidido…
  • Al consejo no le importa el bienestar de Mira, tía- interrumpió su sobrino- Solo les interesa salvaguardar el bienestar de sus propios intereses.
  • Puede que así sea, Bemus. Pero no puedo hacer nada.

 

Birdwhistle era consciente del peligro al que podían someter a Mira si cumplía cada una de las peticiones del Consejo, pero no mentía al asegurar de que nada podía hacerse ante las decisiones que estos tomaban. El propio director de la Academia, su hermano, había dado el visto bueno a la orden que habían remitido esa misma mañana en la que se especificaba, con total claridad, que Mira pasaría a cursas estudios de Preferente a pesar de su falta total de conocimientos. Estudios que, por otro lado,  incluían ciertas prácticas bastante arriesgadas para alguien del nivel de Mira Luna. 

Birdwhistle no podía dejar de recordar los ojos de la muchacha. Oscuros, firmes y penetrantes. Nadie podría haber negado que eran los mismos ojos de su madre. Los que Tantas veces habían desafiado a la propia Birdwhistle cuando imploraba cordura a su hermana pequeña.  Se le partía el corazón cada vez que se castigaba a sí misma imaginando maneras de haber evitado el terrible desenlace de su hermana.

  • Mira necesita adquirir muchos de los conocimientos que se imparten a los elementales. Es una locura incluirla en una clase de pociones sin haber terminado herbología. – protestó Bemus devolviendo a su tía a la realidad.
  • O hechicería sin haber terminado Mitos y leyendas y Magia básica- añadió Bryana.
  • Exacto. Gracias, hermana.

Bemus se dejó caer una silla, junto a su hermana, exasperado por la falta de atención de su tía. Hacía días que la veía inusualmente extraña. Como ida. Siempre encerrada en sus pensamientos. Haber intentado introducirse en su mente habría sido inútil. Nadie, excepto su padre, estaba tan preparado en aquella escuela. Meterse en la mente de un mago de su categoría habría sido absurdo.  El mismo, incluso Bryana, podía controlar una intromisión a sus pensamientos. Había tratado de seguirla, en varias ocasiones, pero siempre acababa por darle esquinazo de una manera u otra. Así que para Bemus seguía siendo todo un misterio la causa por la que su tía andaba tan despistada. Pero en esa ocasión necesitaba captar toda su atención. La necesitaba dedicada en cuerpo y alma a solucionar el asunto que les ocupaba.

  • Tía, por favor, te pido que recapacites. Que intercedas.  Mira necesita recibir formación básica. Las prisas no son buenas aliadas. Y como Maestre te ruego que…
  • De acuerdo- contestó la subdirectora sin dejar acabar a su sobrino- Mira seguirá con los elementales, al menos en cuanto a formación básica se refiere pero también se unirá a las clases de defensas, hechicería y conjuros básicos.

Birdwhistle cortó un amago de protesta de sus sobrinos con un ligero movimiento de manos.  No toleraría discursión alguna ante la decisión que acababa de tomar.

 

  • Bryana, tú le ayudarás a adelantar las materias. Tu misión será la de velar porque Mira esté preparada para graduarse en cada una de esas asignaturas.
  • Y en que las termine de una pieza…- añadió Bryana con cierto tono.
  • Correcto. Y ahora, si me disculpáis debo disfrazar todo este asunto para que se parezca lo menos posible a una insubordinación.

La profesora invitó a sus sobrinos a salir de su despacho con un educado ademán de mano. Ambos se levantaron lánguidamente y se dirigieron a la salida sin pronunciar ni una sola palabra. Seguían dándole vueltas a la responsabilidad que acaba de caerles encima.  Bemus agarró a su hermana del brazo justo cuando la puerta se cerró tras su espalda.

  • ¿Tendrías un momento para mí, hermana?

Bryana le miró sorprendida.  Ambos compartían una buena relación filial fuera de los terrenos de FireWell pero dentro era casi inexistente. Bemus, como Maestre a penas se relacionaba con nadie fuera del profesorado mientras que Bryana, como preferente,  ni si quiera compartía el mismo campus que su hermano. Para la chica fue del todo inusual el comportamiento de Bemus.

Se dirigieron hasta el comedor de los elementales, donde a aquellas horas a penas algunos estudiantes, algo rezagados con el desayuno, ocupaban mesas desperdigadas.  Algunos curiosos cuchichearon al ver a Bemus en el comedor. Sobre todo las chicas. Los maestres rara vez se mezclaban con los alumnos excepto en los banquetes especiales. El chico saludó al grupo más cercano, con un ademan de cabeza, a modo de un intento de persuadir las miradas. Dio resultado. Cuando se creyó en la intimidad esperada se acercó a su hermana para que esta pudiera escucharle si alzar demasiado la voz.

  • ¿No crees que nuestra tía se comporta de un modo extraño?
  • ¿Más extraño de lo normal quieres decir?

Bemus asintió con la cabeza esperando que su hermana añadiera algo más interesante que aquel comentario sarcástico aunque bastante ajustado a la realidad. Birdwhistle había sido siempre una persona reservada. Algunas malas lenguas admiraban que casi antisocial. Nunca se la veía relacionarse con nadie más allá de la familia o de los compañeros de la Academia. No se le conocía pareja alguna. Jamás había mantenido ninguna relación sentimental con nadie. Algo que había dado bastante de que hablar pues la mujer era bien parecida, al igual que el resto de sus hermanas.  Dedicada y muy intelectual, Birdwhistle había dedicado su vida en cuerpo y alma a la Academia FireWell. Seguramente decidida a sustituir a su hermano, Edward, en algún momento. Pero aun así, a pesar de todo ese hermetismo y misterio que la rodeaban, Birdwhistle estaba mucho más evadida de lo normal y aquello no había pasado desapercibido para su sobrino.




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