CAPITULO 34
Bryana Spencer llamó a la puerta de su hermano, el Maestre de Fleming, sin entender por qué la habían hecho ir con tanta urgencia. Empezaba a estar cansada de tanto ir y venir. Últimamente no tenía tiempo para sus propios asuntos. Todo lo ocupaba Mira Luna. Ella y la estúpida misión de la que nunca quiso ser participe. Y, sin embargo, allí estaba. Inmiscuyéndose una vez más en sus asuntos. Siempre se repetía lo mismo, que sería la última vez. Pero no cumplía su palabra. La razón era algo que llegaba a comprender. Como tampoco comprendía por qué todo el mundo parecía estar tan absorto en Mira Luna. En algunas ocasiones dudaba de que Abaddon fuera hacer daño a Mira. Después de todo era su padre y un padre jamás le haría daño a un hijo aunque fuera el mismísimo demonio.
Bryana no esperaba que fuera Mira la que abriera la puerta.
- ¿Mira?- preguntó atónita.
- Gracias por venir, Bryana. Por favor, pasa.
Que Mira le diera permiso para entrar en la habitación de su hermano se le hacía bastante raro pero obedeció cada vez más deseosa por saber lo que tenía que contarle.
- ¿Eres tú quién me ha hecho venir Mira?
- En realidad ha sido tu hermano- contestó Mira haciendo un gesto hacía Bemus que se encontraba sentado junto a su escritorio de roble- Pero si te refieres a si he sido yo la causante de ello si. Quiero contarte algo. Bueno quiero contároslo a los dos ya que a Bemus todavía no he querido adelantarle nada.
- Me tienes en ascuas Mira, la verdad. No entiendo nada- protestó Bryana.
- Anoche tuve otro sueño- contó Mira sin rodeos.
- Lo sé… por eso dormiste aquí- contestó Bemus.
- Un momento, ¿ha dormido aquí?- preguntó Bryana como si fuera lo único que le sorprendía.
- Si Bryana, he dormido aquí porque anoche tuve uno de esos sueños en los que me encontraba con Abaddon.
- Solo que no fue un sueño- la corrigió Bemus- Recuerda que yo mismo tuve que arreglar los estropicios.
- No entiendo nada…- susurró Bryana demasiado conmocionada por tanta información.
- Bry, Mira ha estado soñando con Abaddon en diversas ocasiones. Sueño muy reales de los que despertaba con marcas- explicó su hermano- Con señales físicas.
Bryana miró a Mira con la boca abierta.
- El último sueño fue anoche. Cuando la encontré estaba en la sala de los espejos y todo a su alrededor estaba destruido.
- Me enfrenté a el- aseguró Mira- Le planté cara.
- Eso es una locura Mira. ¿De verdad crees que tienes alguna oportunidad frente al mago más poderoso de todos los tiempos? No salir huyendo es la mayor temeridad que podrías cometer- le recriminó Bryana molesta.
- ¿Y entonces qué debería hacer? ¿Pasarme el resto de mi vida escondiéndome de él?
- No, Mira, dejar que nosotros te protejamos. Bemus y yo. Y también mi padre, Birdwhistle, incluso el consejo… ¿Pero enfrentarte a él? Eres maga desde hace un día.
- Bryana, no la atosiguemos- intervino Bemus- Dejemos que nos cuente qué es lo que pasó después.
Bryana se cruzó de brazos molesta. Odiaba que su hermano se pusiera de la parte de Mira Luna. Sentía que desde que su compañera había aparecido la relación entre ambos se había ido debilitando. Eran uña y carne. Mago y varita, como solían decir. Pero en la última semana habían llegado incluso a discutir por la culpa de Mira Luna. A pesar de todo, Bryana intentó disipar esos pensamientos. No era momento para permitir que la alianza se quebrara sino de estar unidos. Más unidos que nunca, por el bien común. Y eso implicaba tolerar a Mira luna. No era mala chica. Incluso habían llegado a conectar muy bien. Era esa predilección que sentía hacía su hermano haciéndole participe de cada detalle que sucedía. Cosa que con ella no hacía.
- Después de la visita de Abaddon tuve un nuevo sueño. – comenzó Mira- Solo que en esta ocasión no aparecía Abaddon. Me vi de repente en una mazmorra oscura y vacía que no supe identificar. No la había visto jamás.
- ¿Y cómo sabes que era una mazmorra?- preguntó Bryana.
- Había un prisionero.
Los hermanos Spencer apoyaron los codos sobre sus respectivas rodillas concentrando toda su atención en Mira Luna. La situación se tornaba cada vez más misteriosa e inquietante y esos sueños comenzaban a ser bastante preocupantes.
- Creémoos estar en lo cierto cuando pensamos que Mira es una viajera. La tía Birdwhistle y yo hemos llegado a la conclusión de que es lo que Abaddon está haciendo. Se proyecta en FireWell, así es como se cuela en la Academia.
- Pero Abaddon no posee ese poder – le corrigió Bryana a su hermano.
- Pero puede hacerse con él.
- ¿Robárselo a otro mago?- preguntó Bryana espantada.
Robar un poder así a otro mago era como robarle su alma. Profanar lo más profundo de su ser. Despojarle de todo su ser. Profanar un cuerpo de esa manera era sucio y oscuro. Dos adjetivos muy afines a Abaddon.
- ¿Y Mira?- preguntó tras meditarlo un tiempo- ¿Cómo lo hace ella? No tiene descendencia con ese poder y no se lo ha robado a nadie, espero.
- Ese es un punto en el que todavía no hemos podido pensar- contestó Bemus.
- ¿Quiénes?
- Birdwhistle y yo.
- ¿No habéis hablado con papa?- preguntó asombrada a su hermano.
- Hemos pensado que era mejor estar seguros de algo antes de contárselo a él. Son solo conjeturas. Podrían no estar fundadas en nada.
- No sabía que ahora te dedicabas a hacer reuniones a espaldas de nuestro padre.
- Ni yo que te hubieras vuelto su defensora. Eso le pega más a Alysson.
Un nuevo golpe bajo de su hermano. Un nuevo aguijón cargado de veneno que ignorar. Por el bien común, se repetía Bryana sin cesar. Era momento de aunar fuerzas. De rebanarse los sesos. Nadie mejor que ella para resolver un enigma. Era avispada, inteligente y muy observadora. No se había ganado su reputación solo por ser un Spinter. En realidad, siempre se había mantenido lejos de los asuntos familiares para huir de un apellido que sabía le pesaría de por vida. Bryana se había ganado por sí misma su fama y estaba a punto de demostrar la razón.