Capitulo 3 (Pequeño Dolor)

El peli celeste suspira, pero dedica una sonrisa –Si confiamos en sus palabras viejo maestro- Esta decidido llevar a cabo el plan que ha dictado en anciano.

Kathonios estando ahora recostado en el suelo, boca arriba, con los brazos cruzados por la nuca –Bueno… Si no tenemos de otra- Sonrió de forma sínica hacia los presentes –Tendremos que confiar en extraños para estas joyitas-

-Aun así, los miraculous deben quedarse con el viejo maestro- El pequeño Kwami de apariencia felina, habla mientas vuela alrededor del anciano de piel morada.

-Eso es verdad- Sonrió, asintiendo – Cada que necesiten un nuevo aliado, Trianfyla lo sabrás-

-Entiendo, los artefactos mágicos indicarán si es necesario- Cerro sus ojos lanzando un suspiró y dudando un poco, si es lo más conveniente.

-Con esto hablado… Creo que lo más conveniente es que se retiren- Suspiro, indicando con la mirada que el atardecer está llegando.

-Tiene razón- Trianfyla contesto, afirmando que igual debe retirarse, pues con los últimos ataques, ha llegado bastante tarde a casa en unas ocasiones y sus padres pueden castigarlo o sospechar.

Se giró de inmediato para tomar la mano del peli celeste -¿Qué me dices mi Fyla, te gustaría ir a cenar algo?- No pierde tiempo para los coqueteos con su compañero.

El otro solo negó con la cabeza, sonriendo de forma tranquila –Tengo un compromiso-

-¿Es alguien más guapo que yo?- Hablo de manera arrogante.

-Si- Asintió de forma entusiasmada, pero de inmediato se giró para el anciano –En ese caso… La próxima vez que venga…-

-Significara que se activara un nuevo miraculous, y con ello un nuevo portador- Asintió bastante serio, mientras su Kwami no parece estar muy conforme con esto, pero no puede decir nada al respecto, es decisión del guardián.

Se estiro el portador del cangrejo –Esperemos que no sea muy pronto- Le extendió la mano al peli celeste, para ayudarlo a levantarse.

Trianfyla sonrió, tomando la mano de su compañero, con una sonrisa tranquila, para levantarse con cuidado.

-Vallan con cuidado, Atena aún tiene a sus legítimos protectores- El hombre hablo tan sonriente, para darles la confianza necesaria a los dos jóvenes.

-Gracias- Dirigiéndose a la ventana, para retirarse del lugar.

-Confíe en nosotros viejo- Camina tan despreocupado y aun grosero.

-Trianfyla, no permitas que los jóvenes portadores aprendan modales de Kathonios- Dijo estas palabras bastante burlesco.

-No se preocupé, yo me encargare de enseñarles todo lo necesario- Rio pues fue una pequeña broma, por estar diciéndole anciano.

-Tsk, graciosos- Cruzo sus brazos, pero lejos de estar molesto, entendió la broma.

Con esta despidida, ambos jóvenes se retiran del lugar, para dirigirse posiblemente a sus respectivas casas, pero dependiendo de quién sea el impulsivo en este caso.

El anciano se quedó mirando por la ventana, como se pierden entre la ciudad y el atardecer de la hermosa ciudad.

Un suspiro cansado dejo escapar de sus labios, como si en sus memorias recordara algo importante, o algún arrepentimiento posible.

-¿Cree estar haciendo lo correcto?- El Kwami de inmediato pregunto, pues no está del todo confiado.

-Zygos- Llamo el hombre, con una mirada triste, pero cambiando su semblante de forma inmediata –No existe otra forma, y aunque estés dudando… Sabes que es lo único posible para detener a Diastasi-

-Pero… ¿Si alguno de los que obtienen un miraculous…Resulta ser aliado de Diastasi? o ¿Trata de usarlo para beneficios propios?- El ser mítico, sigue volando de un lugar a otro, sin duda demostrando su preocupación.

-Debes confiar en ellos- Señalo con la cabeza el camino que tomaron.

-Aún sigo pensando que se equivocó al escoger a ese chico, para ser el nuevo Kathonios- Cruzo sus diminutos brazos.

-Puede ser algo grosero e imprudente, pero tiene un gran corazón- Cierra sus ojos, suspirando –Solo es algo rebelde-

-Muy rebelde en mi opinión- Se gira, pero con la misma vuelve a verlo –Pero como su Kwami, debo de confiar en usted en todo momento- Se acercó para acomodarse en el hombro del anciano.

-Gracias Zygos- Se dio una leve caricia en la cabeza a ese pequeño ser, para seguir contemplando el crepúsculo, que ya está más oscuro indicando que la noche ha llegado a esa ciudad.

Los corazones de quienes han recibido la nueva indicación, por parte del anciano, tiene sus propias dudas.

¿Cómo será capaz de entregar un nuevo miraculous?

Sera para formar equipo y no se lo van a quitar al finalizar la misión.

Es una gran responsabilidad que jamás creyeron tener, pensando que su deber solo llega para proteger Atena… Pero parece ser que esto es mucho más grande que solo esa ciudad.

Si fallan en darle a alguien uno… Y lo usa para el mal.

Jamás se lo podrían perdonar.

Con esas ideas… Fue que decidieron descansar, aunque por esta noche no lo lograron del todo.

---Días después (Academia Atena)---

Podrían ser un día tranquilo y normal, algo cotidiano de la vida estudiantil, si no fuera por los gritos en un aula en particular, por la decisión final para el famoso festival que se llevara a cabo en poco tiempo.

-¡¡¡SERA EL DESFILE DE MODA QUE DIJE!!!- Afrodita se enfrenta al único de su salón que le pone los nervios de punta, negando sus propuestas.

-Pero ¿Por qué deben usa esas cosas tan ridículas?- Señalo a un peliaguamarino y un pelilila, que el otro obligo a vestirse con la ropa que diseño.

Que de hecho luce bastante bien, resaltando su belleza y elegancia.

-¡¡¡¿RIDÍCULOS?!!! ¡¡¡¿CÓMO RIDÍCULOS?!!!- Miro a los demás compañeros -¡¡¡¿SE VEN MAL?!!!-

Sin duda nadie quiere meterse en medio de esa disputa, pero una compañera del peli celeste, ya está bastante harta de esta discusión.

-La ropa que diseñaste Afrodita, no es ridícula, de hecho a la mayoría nos parece bien el concepto de que nuestro salón organice este desfile de modas- Sonrió, cruzada de brazos la joven de cabellos verdes.