Capitulo 6 (Aisthíseis)

La sorpresa inunda sus ojos, cuando en su mente recuerda a ver visto algo similar en un lugar que tiene poco de conocer, parpadea varias veces, mientras una sonrisa se forma en sus labios –Lo tengo…- Pero un sonido sordo lo saca de su alegre pensar -¿Eh?- Trianfyla mira directamente hacia el villano, el cual parece que no le dará la oportunidad de defenderse, pues aquel rayo color plata es disparado directamente hacia él.

Sin duda, debió primero refugiarse, para lograr conectar los puntos que su rosa sangrienta le dio para salvar la situación.

Sin embargo, al parecer ya es tarde, la última esperanza de Atena, está condenada a trasformares en una estatua de cristal, ni siquiera con su rapidez podría ser capaz de esquivarlo.

Aquel héroe peli celeste apenas si hace una mueca de sorpresa, por solo unos segundos, y el rayo conecta directamente a un extraño objeto, uno que lo hace rebotar lanzando el ataque hacia otra dirección, logrando así desviándolo y salvando al superhéroe.

Trianfyla, mira directamente su cuerpo, dándose cuenta que aún es de carne, y que aquel rayo no lo alcanzo, pero ¿Cómo era eso posible?

Su respuesta se dio a conocer cuando mira haca su flanco derecha y encuentra a alguien que se supone no debería estar allí -¿Tú que haces aquí?-

-Te dije… Que no podía abandonar a Mu- Frunce el ceño de dolor, el impacto de ese rayo, lastimo sus manos al sujetar ese espejo que encontró entre el caos de los techos. Desde luego, un superhéroe portado de uno de los miraculous, puede soportar los golpes y heridas en su cuerpo, ya que se adaptan para soportar tales impactos, sin embargo para un simple civil, un rebote de energía de esta magnitud, claro que le va a ocasionar un gran daño.

-¡¡¡ERES UN IDIOTA!!!- Le grita enojado por no acatar sus advertencias, sin embargo algo lo sorprende del joven rubio -Pero…- Mira esa determinación en los orbes azules, a la vez que nota la mueca de dolor, mientras las manos del civil sangran –Eres valiente, lo tengo que admitir- Observa a su alrededor, intentando encontrar un camino perfecto para llegar a su nuevo destinó –Lamentablemente eso no podrá detener a Posui- Frunce el ceño, preocupado porque su enemigo no se dejara vencer tan fácilmente.

-¡¡¡MALDITOS SEAN TODOS USTEDES!!! ¡¡¡LOS HUMANOS SIEMPRE INTERFIRIENDO CON SUS ABSURDOS SENTIMIENTOS Y EMOCIONES!!! ¡¡¡LOS ODIO A TODOS!!!- Su máscara parece enloquecer, entre la tristeza y alegría que giran descontroladamente por su intensa rabia.

-¡¡¡MU!!! ¡¡¡POR FAVOR ESCÚCHAME, TIENES QUE LUCHAR CONTRA DIASTASI!!! ¡¡¡NO PERMITAS QUE TE CONTROLE!!! ¡¡¡ESE NO ERES TÚ!!!- Shaka lo vuelve a llamar, pero su voz claramente no puede llegar a quien desea, aunque lo grite e intente con todas sus fuerzas.

-¡¡¡CÁLLATE!!! ¡¡¡CÁLLATE!!! ¡¡¡A TI TE DESPRECIO TANTO POR MOLESTARME!!! ¡¡¡MALDITO MAL NACIDO!!!- Ese villano, habla desde el odio, la furia contenida por años, una inmensa tristeza y la soledad que guardaba en su corazón. Una mente corrompida, no jamás lograr formar pensamientos lógicos, solo se deja guiar por la emoción que se trasforma en un derrame de dolor, sus ojos parecen brillar en rojo puro, a la vez que la máscara que lleva en su rostro, adquiere una nueva forma como sentimiento, ahora está completa, de colores rojo y negro, con ambos ojos abiertos que antes uno estaba cubierto -¡¡¡ARREBATARÉ TODO LO QUE ME HAN QUITADO!!!-

-Esto no es bueno…- Niega con la cabeza el peli celeste, para de una solo movimiento, tomar del brazo al rubio que siente el terrible dolor de haber escuchado, que su secreto amor le ha dedicado unas crueles palabras.

Ambos escapan de ese lugar, siendo Trianfyla quien lleve al rubio entre sus brazos, para escapar del nuevo poder adquirido del villano.

Unas ráfagas de fuego se desprenden de sus ojos, haciendo que el siniestro comience a consumir parte de la ciudad.

-No…- Sus ojos celestes se contraen, escuchando el terror en la gente, a la vez que una enorme impotencia recorre su cuerpo, en su mente solo llega a pensar que de verdad este es el final de todos.

Sin embargo, debe ser fuerte, calmar su dolor, si él se permite perder los poco cabales que el quedan, todo habría sido en vano y Diastasi ganara. No lo puede hacer, debe tragarse el sufrimiento y continuar buscando a la persona que le ha indicado su rosa sangrienta.

Su andar es lo más rápido posible, saltando, impulsándose con su arma, para llegar justamente a su destino.

-¡¡¡VEJO MAESTRO!!! ¡¡¡¿ESTA BIEN?!!!- Grita desesperado al introducirse por la ventana a la habitación, buscando con sus ojos a quien necesita, pero al parecer no existe respuesta alguna.

-¿Trianfyla?- El Kwami del tigre se sorprende al verlo o mejor dicho, de lo que lleva entre sus manos -¿Quién es él?-

-¿Quién?- Es allí que mira sus brazos, y por andar apresurado, acaba de cometer un terrible error que jamás debió hacer. –Ay no…-

-¿Qué es eso…?- Shaka, ahora pasa del dolor a la impresión por ver a ese pequeño ser en forma de tigre, volando a una distancia considerable de él, el cual lo mira con los ojos bien abiertos también y demasiado sorprendido.

-¿Trianfyla?- Es allí que el anciano hombre aparece, llevando algo entre sus manos, mirando a los dos recién llegados.

-Maestro… Lo siento…- El peli celeste se siente avergonzado, por haber cometido un error tan terrible, en donde ha expuesto la verdad de los miraculous y su significado ante un completo desconocido, ajeno a este mundo –No pensé bien- Se muestra nervioso, aun sosteniendo entre sus brazos al rubio -Me equivoque. Yo… Yo…- Cierra sus ojos, para cubrirse la cara y hacer caer a Shaka de golpe al suelo.

-Está bien, está bien- El hombre de avanzada edad, siempre bonachón y alegre, mira serio al rubio, que se queja del dolor en sus posaderas, por la fuerte caída al piso –Es… De lo que habíamos hablado…- Solo hace esa referencia al angustiado héroe, para dirigir sus pasos directamente al joven caído -¿Cuál es tu nombre?- Pregunta sin mayor rodeos.