Mirada Cruel

Capítulo 74

El ensayo general de vals es en pocos minutos, todos los de mi grado estarán ahí. Si, incluyendo a Cressida. Podrá estar loca, pero de verdad no creo que se arriesgue a hacer el ridículo frente a la junta directiva y a las altas familias, en especial los Cacciatore.

—¿No sientes como que vas a vomitar? — me pregunta Edmon en cuanto entramos al polideportivo. Lo volteo a ver justo cuando se está arrancando la uña del pulgar —. No soy mal bailarín, además he practicado la coreografía día y noche...

—Y lo harás de maravilla — lo interrumpo —, y si te tropiezas entonces yo haré lo mismo.

—¿Y para qué nos servirá eso? — me pregunto riendo.

—Que seremos los dos humillados, dos es mejor que uno — me encojo de hombros.

—Oh, me puedo imaginar la escena — dejamos las cosas adentro de la bodega, y cuando salimos hay tres filas formadas viendo hacia las puertas.

—Oh no — susurra Edmon, ambos nos acercamos al final de la tercera fila de lado del graderío, somos de los últimos en formarse —, ya no tardan en venir los invitados de honor.

—¿Siempre se hace todo esto? — le señalo las filas en cuestión, al frente nuestro están colocando unas sillas que supongo es donde se colocarán a los invitados.

—Sí, pero no solo es esto, los hijos de las altas familias, y los que tienen las mejores notas los reciben con un estrechón de manos.

Oh, eso explicaba nuestros uniformes de diario. Janice nos pidió que de ninguna manera llegáramos con los de educación física o nos iba a sacar.

—¿Entonces qué estás haciendo aquí? — le pregunto sorprendida.

—Vengo a un ensayo general Nataly — me dice como si fuera lo obvio.

Chasqueo la lengua.

—Hablo en serio Edmon — le doy una palmadita en el brazo —. Tú tienes el promedio más alto de todos aquí, ve y toma el lugar que te pertenece.

—Para que segundos después me echen — alza las cejas —, no gracias, prefiero ahorrarme ese bochorno.

—Eso no va a pasar, son las reglas...

Janice se acerca sin previo aviso y se pone entre los dos.

—¿Usted qué está haciendo aquí? — le pregunta la entrenadora a mi amigo. Edmon se voltea alarmado.

—Esperando a los señores Cacciatore y la junta directiva — le responde bajando la voz.

—¿Acaso me quiere perjudicar? — le pregunta de nuevo.

Edmon vuelve a negar.

—Pues eso parece — le sonríe —, porque antes de que vengan esos flamantes personajes, tengo que tener todo y a todos listos. Eso implica que los mejores promedios estén adelante — señala con un movimiento de cabeza hacia delante. Tengo que ver dos veces, para darme cuenta de que hay un grupo de chicos delante de las tres filas.

—Perdoné entrenadora — le contesta un Edmon muy pálido —, es solo que pensé...

—No chico, tú no piensas, tú obedeces — le dice sin dejar la sonrisa y el tono amable —, ahora ven conmigo, te dejaré con esos chicos te pararás erguido y les darás la mano a cada hombre y mujer que pase frente a ti.

Edmon está por decir algo más, pero de nuevo Janice lo detiene.

—Vamos Llite, vamos — Edmon la ve con los ojos saltones, suspira y asiente.

—Nos vemos más tarde — me dice apretando la quijada.

—Está bien — le regalo una sonrisa —, arrasa con ellos y si puedes tómale una foto a sus tarjetas de débito.

Se ríe.

—Haré lo que pueda — dicho eso se adelanta justo al lado de Janice.

Colocan a Edmon con el grupo de chicos sobresalientes y no pasa mucho para que dos hombres vestidos de negro abran las puertas de par en par. Un grupo de personas pasa y se dirige al lado contrario de donde está Edmon.

Oh claro, que idiota.

Hay dos bloques, el del lado sur y el del norte. Con lo concentrada que estaba con Janice y su conversación con Edmon apenas me di cuenta. Los que entraron fueron dos parejas, que se detienen a saludar al grupo del sur, desde aquí alcanzo a ver la cabellera de Jason. Su grupo de amigos es el que está al frente del lado sur.

Nada sorprendido volteo hacia mi lado, para toparme al idiota de Dante en el frente junto con su novia. También está Gonzalo y en general su grupo de amigos. Detrás de ellos está Edmon y todos los sobresalientes. Esto también se repite en el lado sur.

No le veo sentido dejar a los que más se esforzaron atrás de los que solo tiene un buen apellido. Pero, en fin.

¿Quién soy para juzgar?

Y así entran más personas. Estrechan las manos con los chicos sobresalientes y comparten bromas con los que están delante de ellos. Todo se me hace demasiado pretencioso, aunque quizás sea porque soy nueva y jamás en un millón de años me imaginé estar aquí.

Ah y claro, lo mejor para el final.

No me sorprende para nada ver entrar de primero a Fabiola, tomada de la mano de su esposo. Alfonso entra con un equipo grande de guardaespaldas a los lados. Se dirigen directo a nuestro lado. No mucho después entran Katia y Donato, de la misma manera y con la misma presencia.

Dios mío, la tensión y emoción es tan palpable en este lugar que casi se me corta la respiración.

Saludan cada uno por su parte, soy capaz de escuchar bromas dichas por Skandar. Lo mismo sucede de este lado. Luego, como si ya fuera lo usual, más parejas se unen a los Cacciatore.

—Con tanto problema olvide pedirte que te fueras adelante — dice la voz de Janice a mi lado —, todavía puedes ir a saludar, si lo deseas.

Bufo.

—Gracias por la oferta, pero prefiero quedarme aquí — respondo viendo como la madre de Carol y Carol se ríen de una broma dicha por Fabiola. Por otro lado, está Alfonso con Gonzalo platicando, también está Dante, pero a este se le ve más incómodo. Menos mal estoy parada frente a dos jirafas que me tapan de la vista de todos.

—¿Estás segura? — me pregunto sonriendo de lado —, creo que a esa mujer le agradara verte.

—Fabiola me dijo que a la salida me iba a invitar a comer — otras carcajadas me hacen subir un poco más la voz —, así que no creo que le haga falta ahora.




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