Miradas del corazón

Capítulo 6 - Una cita inolvidable

 

Lo vi alejarse desde la puerta de mi casa, y ahora podía confirmar aquello, James no era un tonto, era un chico muy lindo a pesar de todo. Pero había algo más en el que lo hacía especial. Me sentí brevemente enojada con todas aquellas chicas que lo habían despreciado solo por no ver, él no tenía la culpa de eso.

Abrí la puerta de mi casa, ya era bastante tarde, algunas estrellas ya empezaban a salir en el cielo que cada vez se ponía más y más oscuro.

— ¿En dónde habías estado?— preguntó alguien de pronto.

— ¿Eh?— parpadee un par de veces para adaptarme a la luminosidad del interior de mi casa—. Estaba con James, me distraje y no me di cuenta de lo tarde que era.

—¿James?, ¿Es ese chico que...?

—Que vino a hacer la tarea conmigo ayer. Sí— me apresuré a decir yo antes de que ella terminara.

— Entonces, ¿eso quiere decir que ya tienes tu primer amigo?— dijo ella con una sonrisa de esperanza.

—Eso parece— repuse yo un poco pensativa.

—Me alegra. Bueno, Caitlin y yo te esperábamos para cenar. ¿Tienes hambre?— dijo ella mientras se dirigía a la cocina.

—Mucha— exclamé mientras iba hacía el comedor.

Tal parecía que mi estancia en el Condado de Moore iba mejorando con el paso de los días. Talvez no volvería a ser la misma chica popular que era cuando vivía en San Diego, pero por lo menos saldría con el chico más popular de mi nueva escuela, y además, parecía ser que ya tenía un nuevo amigo.

Los días que me separaban del tan esperado viernes transcurrieron lentamente, sentía que ya no podía esperar más para salir con Justin. El viernes por la mañana, mientras me dirigía a mí ya lugar de siempre en la cafetería vi a James nuevamente sentado solo, por lo menos a mí me iba a visitar Justin durante el almuerzo, pero él siempre estaba ahí solo, así que decidí hacerle compañía un rato.

—Hola— saludé al llegar a su lado.

—Hola, April— dijo él incorporándose un poco en su asiento.

— ¿Te puedo acompañar?

—Claro — exclamó este e inmediatamente buscó la silla más próxima que tubo a la mano y la alejó un poco de la mesa para que tomara asiento—. ¿Cómo has estado?

—Bien, ¿y tú?— pregunté yo mientras tomaba algo de mi charola de comida.

—Bien— contestó él sonriendo.

Se hizo un silencio en el que ninguno de los dos dijo nada, miré hacia los lados como si buscara un tema de conversación

—Y... ¿todo el tiempo estas solo?— pregunté yo de pronto diciendo lo primero que me vino a la mente.

James esbozó una sonrisa.

—No, lo que pasa es que Christie ha faltado mucho esta semana.

—Pensé que no tenías novia— dije yo curiosa.

—No es mi novia, es solo una amiga de años. Es casi como mi hermana...y a ti, ¿Cómo te ha ido con Justin?— inquirió él como si tal cosa, como si hablara del clima que hacía.

—Bien, hoy saldremos— comenté dejando a pocos palmos de mi boca un pedazo de pizza.

— ¿Entonces todo está bien con él?— preguntó James con curiosidad.

—Si... ¿por qué lo preguntas?

Sentía como si el chico sintiera la necesidad de comunicarme algo y no se atreviera a hacerlo por algún motivo que yo desconocía. Lo miré por un momento en espera de la respuesta, pero parecía más complicado de lo que yo pensaba.

— ¿Pasa algo, James?— insistí yo para que él me dijera aquello.

—Bueno...— repuso él dando un largo suspiro, como si estuviera tomando fuerzas antes de hablar—. No te lo quise decir aquella tarde en el parque, sentí que no era el momento apropiado para hacerlo, pero...

— ¿Pero...?

— Creo que Justin no te conviene— exclamó él hablando al fin.

— ¿Por qué lo dices?— pregunté con voz cortada. Sentí como mi corazón empezaba a latir con fuerza contra mi pecho, no sabía lo que estaba a punto de decirme, pero aun así lo temía.

—Justin es... es esa clase de chicos que solo les gusta jugar con toda chica con la que salen, él es así, no les gusta salir solo con una a la vez.

— ¿Y por qué me dices esto?— pregunté sin quererlo creer, me negaba a lo que James estaba diciéndome sobre Justin.

—Porque no me gustaría que te hiciera lo mismo. No quisiera que pasaras por lo mismo que muchas otras chicas— explicó él en voz baja.

—No te creo— repuse yo con voz tajante después de analizar lo que acababa de decirme.

—Brittany...

—Brittany es solo su amiga, él me lo dijo y yo le creo... de quien no lo puedo creer es de ti James, ¿por qué haces esto?— me puse en pie mientras miraba al chico con indignación.

—April...— exclamó él también poniéndose en pie.

Un ambiente tenso se formó a nuestro alrededor de pronto.

—Hola, Jimmy— saludó de pronto alguien a mi lado interrumpiendo al muchacho.

—Justin...— exclamó James con un tono de voz que no le había escuchado antes, de resentimiento.

—Creo que te voy a robar a April. No te molesta, ¿verdad?— dijo Justin.

—No— contestó este con voz apagada.

—Bien, ¿nos vamos?— preguntó ahora dirigiéndose a mí.

Yo lo seguí sin decir ni una sola palabra, me sentía confundida, y sentía que las palabras se me habían quedado en la garganta. Justin y yo llegamos a aquella mesa que había quedado solitaria al fondo de la cafetería, tomé asiento en silencio y en seguida él se sentó frente a mí.

—Te lo dije— exclamó entonces Justin sacándome de mi ensimismamiento.

— ¿El qué?— pregunté yo confundida.

—Que ya te había dicho lo antisocial que era Jimmy, siempre termina corriendo a todo el que se acerca a él pretendiendo ser su amigo.

—No pensé que James fuera así— dije en un susurro perfectamente audible.

—Bueno, las personas a veces pretenden ser algo que no son— repuso Justin tomando mi mano.

Lo voltee a mirar en cuanto sentí el rose de su mano contra la mía. Justin me miraba fijamente con aquellos hermosos ojos suyos, y en aquel momento sentí como si una energía me llevara hacía él, algo que era más fuerte que yo. Justin se inclinó por encima de la mesa, y yo vi por el acercamiento de su rostro, como nuestra distancia se acortó, hasta que sus labios rozaron con los míos en un beso.




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