9 de Julio del 2018
Era extraño y a la vez familiar estar de esta manera. Me sentía cómoda como nostálgica. Lo único bueno de esta situación fue que cuando me vi en el espejo y Damien estaba detrás de mí lo bese y este no me alejó. Me siguió el beso.
No llegamos a más, el desconcierto, miedo y la incertidumbre nos impidieron hacer algo. Solo llegamos a tratar de fingir que estaba todo normal. Solo en la noche cambio algo, el no se fue a dormir al otro cuarto como las anteriores noches, él se había quedado y se durmió rodeándome con sus brazos. Yo también lo hice, al menos hasta que la oí.
Sus llantos resonaban en mi cabeza, cada vez la conexión que tenía con Annabelle era más fuerte. Había momentos en los que oía lo que pensaba e incluso sentía lo que ella sentía en ese momento.
Así que me desperté sintiéndome triste, sola y vacía.
Damien me rodeaba como si buscara de alguna manera protegerme y no dejarme ir. Así que con cuidado sali de sus brazos y despacio me baje de la cama para caminar hacia la bodega. Damien se había llevado el espejo de la casa de la anciana para guardarlo de nuevo en donde siempre estuvo.
Me había prohibido bajar sola. Después de que Annabelle no me quisiera dejar despertar ese día él se había vuelto un poco paranoico sobre ella.
Abrí la puerta con sumo cuidado de no hacer ruido y entre. Recorrí con cuidado cada cosa hasta que sentí una manta. La quite del espejo y la arroje al suelo.
-Annabelle-murmuré tocando el espejo-Annabelle
El espejo me revelo a la chica que se encontraba en posición fetal llorando. Mi estómago se contrajo. ¿Qué he hecho?
-Annabelle
Su cabeza se alzó e hizo una mueca al verme.
-¿Qué quieres?
-Lo siento
-¿Y que se supone que hago con tus malditas disculpas?-se paró furiosa-Hace cuatro años que estoy atrapada en este espejo. Hace cuatro años que tú vives una vida que no te pertenece.
-Lo sé.
-Y no te importa
-Yo no lo sabía
-¿No lo sabias?-se río-¿Y esperas que te crea?
-Lo siento. Te prometo que resolveré esto.
-¿Y crees que te creo? Me quitaste mi vida, me acosaste, me quitaste a Jackson y me encerraste en un espejo. ¿Enserio crees que te creo?
-Yo no quería encerrarte en el espejo. Ella...
-Ella era tu aliada.
-Yo creí que era mi amiga.
-Pues al parecer si tenemos algo en común-sonrió con ironía-ambas fuimos un par de estúpidas.
-No fue mi intención pero lo resolveré. Te lo prometo.
Por la mirada que me dio sé que no me creyó pero yo sabía que lo haría. Buscaría una solución. Así que a la mañana siguiente fui a donde la anciana y golpee su puerta. Me recibió una mujer demacrada.
Muy vieja y con ojeras.
-Necesito tu ayuda. Quiero revertir lo que he hecho.