Hace unos meses atras se conocio la triste y lamentable noticia, de la atroz matanza de 22 personas en una tienda Wallmart en el Paso Texas a manos de un pistolero solitario, un joven de tan solo 21 años, quien armado con un rifle semi automatico disparo sin misericordia contra los hoy fallecidos y la multitud que alli estaba.
Algo tan cruel y brutal, que aún se investiga porque este joven fue motivado para hacer tanto daño irreparable.
Estando en San Antonio Texas desde ya casi tres meses, llore mucho al ver la noticia, por dias quede consternado y pidiendo a Dios que nos diera fortaleza y sabiduria para asimilar esto.
Días después de tan cruel suceso, mientras viajaba en un autobus, en alguna esquina al mirar al entorno, vi una conmovedora escena que me devolvio las esperanzas y me alegro. Tres sujetos, tres indigentes, latino, estado unidense y afrodescendiente...
Juan, Jack y Rasheed. Nombres dados por mi.
Juan en muletas y sin una pierna en la acera bajo el sol, comia algo. Jack salio de la sombra de un arbol, le dijo algo, ambos sonrieron. Rasheed aparecio de pronto bebiendo de un vaso grande y con otro en la mano; sin vacilar le obsequio un refresco a Juan quien comia. Alli estaban los tres. El latino, el blanco y el negro.
Los tres compartiendo, sonriendo, felices con las pequeñas cosas de la vida...
Todo esto ocurrio mientras el semaforo estaba en luz roja. Luz roja color de la sangre que todos tenemos aunque nos veamos distintos. Pero mismo color de sangre sin importar clases sociales...
Que nos una siempre el amor.