Ana:
Era un día casual, como cualquiera, me levante a las 5 de la mañana para ducharme y desayunar, después salí de la casa a las 6:30 dirigiéndome hacia una biblioteca en mi auto, era uno de mis lugares favoritos, y más si era fin de semana, no tenía que trabajar, planeaba ir sola pero estaba segura que me encontraría a mi mejor amiga sofia, era mi única amiga, y por eso dije que era mi mejor amiga porque es la única, ella y yo decidimos estudiar derecho, me gustaba mucho pensar como seria ser abogada, me gusta que me digan abogada mallers o abogada ana, o simplemente abogada, no se me hacía sentir superior, importante.
Llegue a la biblioteca y me encontré con sofia.
–Hola anita.—me dijo susurrando, así me decía ella de cariño.
–Holaa, como estas?.—pregunto sentándome.
–Pues ya sabes, demasiado trabajo, hubiera preferido trabajar en un puesto de donas a estar salvandole el pellejo a viejos sin sentido que hay veces que ni te pagan, y yo necesito dinero sabes, para irme de viaje.—dice.
–Es verdad, a veces cuando te contratan dices ya ya se que pasara, tratare de ayudarlo y si lo meten a la cárcel ni modo, pero solo son cuando son bien idiotas y solo te contratan para acosarte.—digo.
–Es cierto, a veces son bien mano larga son estúpidos y viejos inservibles que a veces te dan ganas de decirle al juez todas las verdades de tu cliente y que lo redundan en la cárcel, pero pues todo por trabajar, esas personas arruinan mi trabajo.—digo enojada.
–Ay si, una queriendo ser excelente abogada pero los clientes no cooperan, maldita sea hacen que nuestro trabajo se convierta en una mierda.—dice sofia
–Hay si, oye imprimiste lo que te pedí?.—pregunto.
–Por supuesto que si amiga, a mi no se me pasa nada.—responde sacando un sobre de su portafolios.
–Ay perfecto, te agradesco mucho amiga, oye te invito un café?.—le pregunto.
–Me parece bien, solo espero que no nos interrumpan, porque ya sabes que tenemos que ir más rápido que flash, bueno vamonos amiga.—dice sonriendo.
Nos paramos y colocamos los libros en la estantería en donde estaban, nos despedimos de la señora que nos los prestaba y después salimos de la biblioteca.
–Tengo el carro a unas cuadras si quieres nos vamos juntas al departamento te parece?—le pregunto.
–Si me encanta la idea.—dice, y al momento que subimos a mi auto le marcan a sofia.
–Disculpa, tengo que contestar esta llamada.—dice.
–Claro, adelante.—digo mientras enciendo el auto y avanzo.
–Aló?, si habla la abogada sofia perez en que le puedo servir?.—pregunta con profesionalidad.
–Ahora?, pero es fin de semana, nosotras no trabajamos los fines de semana señor, esta bien tendré que informarle a mi compañera, muchas gracias, hasta luego.—dice y posteriormente cuelga.
–Que pasa?, esta todo bien?, quien era?.—digo ansiosa.
–Tranquila, bueno no, es que me llamo el jefe y me dijo que un señor quiere que vayamos a verlo, osea tenemos que ir ahora.—dijo con cara de cansancio.
–Que?, pero si estamos en fin de semana, es nuestro día de descanso, no nos puede hacer esto el jefe, agg maldita sea, bueno primero vamos por un cafe.—digo y maneje rápidamente hacia el Starbucks más cercano.
Después de comprar nuestro café nos dirijimos rápido hacia la corte para atender a nuestro jefe y a el cliente que nos necesita.
–Jefe ya llegamos, siento el retraso solo que como es fin de semana estábamos en nuestra casa y pensamos que hoy no habia trabajo que hacer.—digo indignada pero tratando de ocultarlo.
–Bueno miren les presento a los señores cappelletti mancini el es el señor Frank, el señor Edward y por último el señor lucas ellos tres son hermanos y tienen a un hermano que se llama "bruno" y el es el que necesita su ayuda para salir de la carcel.—dice
Bruno?, cappelletti mancini?, ese nombre se me hace conocido, al igual que el apellido, no será... no creo que estemos ayudando a unos mafiosos, verdad?
–E-es una placer conocerlos, emm jefe puedo hablar un segundo con usted?.—pregunto un poco nerviosa.
–Claro, sofia por favor invitarles un cafe a los señores y tomen asiento donde gusten.—dice.
–Claro, acompañenme por favor.—dice sofia dirigiéndose hacia una cafetera y los 3 hermanos van juntos, caminando como si de una película se tratase.
–Ana?, que sucede?, no ves que tenemos que atender a los señores?.—dice.
–Oiga, usted se está dando cuenta a quienes vamos a ayudar?, SON MAFIOSOS, no nos podemos confiar.—digo nerviosa.
–Tranquilízate ana, ellos no nos harán daño, si tu y sofia hacen bien su trabajo no pasará absolutamente nada, aparte si tu ayudas a su hermano que está en la cárcel nos van a pagar muuy bien y a parte de subiré el sueldo querida.—dice.
–Discúlpeme, pero usted está hablando muchas tontería, que tal que nos matan?, que tal que no logro sacar a su hermano de la cárcel? Y me mata a miii?.—pregunto asustada.
–Eso no pasará ya estuve platicando un poco con ellos y dijeron que si les ayudamos no nos pasara nada, y al contrario habrá una gran recompensa.—dice frotándose los dedos.
–Yo mejor me largo.—digo y en ese momento choco con los 3 hermanos.
–A donde tan de prisa preciosa?.—me dice uno de ellos y alzó mi mirada para poder verlos ya que son demasiado altos.
Fin del capítulo, por cierto quiero decir que PUEDE que haya capítulos un poco subidos de tono así que cuando en el número de capítulo veas este emoji🔥 es porque se pondrá potente, eso es todo espero que disfrutes demasiado este libro.