Mis 4 hombres y yo

CAPITULO 4

Edward:
Después de comer recogemos la mesa y cada quien lava sus platos y cubiertos, después les hablo antes de que se vayan a sus habitaciones a no hacer nada.


Chicos, antes de que se fueran quería decirles algo.—digo.
–Que pasa?.—dice lucas. 
–Recuerdan que les comenté que Ana será nuestra abogada?, bueno abogada de bruno.—pregunto.
–Claro claro.—dicen los dos.
–Bueno, que les parece si un día de estos la invitamos a cenar, aquí a la casa y le explicamos un poco sobre nosotros, sobre bruno y el porqué esta el en la cárcel, que dicen?.—preguntó intrigado.
–Mmm, pero si aceptara trabajar para nosotros?, digo ya vez como reacciono la última vez cuando se entero que eramos mafiosos.—dice Frank.
–Si si, ya le explique que seremos amables con ella y que solo necesitamos de su ayuda porque metieron a nuestro hermano a la cárcel por una injusticia y ella acepto.—digo sonriente.
–Entonces si nos ayudará?.—pregunta frank lo obvio.
–Estas tonto o algo?, te acabo de decir que si, si nos ayudará.—digo.
–Ahora ay que revisar cuando será el juicio para ver que tenemos que hacer o darle información o yo que se.—dice lucas caminando de un lado a otro.
–Si, entonces la invitamos a cenar esta noche?, o cuando?—pregunto.
–Pues si me dejan opinar yo digo que la invitamos a cenar esta noche, pero no en casa vamos a un restaurante.—dice lucas.
–Si, pero vayamos a un lugar un poco más lejos de aquí que dicen?.—pregunto.
–Si, si quieren yo reservo todo.—dice Frank.
–Esta bien, hazlo mientras le marcaremos a la abogada lucas y yo.—digo mientras saco mi celular.
–Esta bien.—dice Frank mientras se dirije a la sala para hacer las reservas del restaurante que nosotros no tenemos idea de cual es y de donde se ubica. 

Le marco a ana y ella me contesta de inmediato como si de un cliente se tratase.
Alo?.—contesta ella.
–Hola que tal?, soy edward.—digo hablando seriamente.
–Ah hola, en que le puedo ayudar señor mancini?—responde ella con el respeto que siempre nos ah mostrado a mis hermanos y a mi.
–Bueno primero que todo, no me digas señor por favor, ni por mi apellido aunque suena bien, mi nombre es Edward como te había comentado antes.—digo y de la nada una sonrisa se  empieza a mostrar en mi rostro.
–Esta bien, aunque será difícil porque no lo conozco bien pero tampoco quiero que se sienta ofendido.—dice tímidamente.
–Bueno, esta bien, si usted prefiere llamarme de usted o por mi apellido se escucha muy amable de su parte señorita mallers.—respondo educadamente para que se sienta más en confianza. 

Fin del capítulo 4✨️



 




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