Mis 4 hombres y yo

CAPITULO 8

Bruno:
Este lugar es una mierda, no se que carajos hago aquí, yo solo trataba de ayudar a una pobre chica que estaba en peligro y caí en este lugar de mierda, aunque no este con los demás reclusos todo está mal, la comida está podrida pero mis hermanos casi siempre que vienen me traen comida y como me imagino que pagaron para estar aquí todos los días me traen comida siempre, a veces guardo un poco por si un día ya no los quieren dejar entrar de lunes a viernes porque regularmente las visitas son solo los domingos pero me imagino que mis hermanos pagaron para poder estar aquí y poder dejarme un poco de comida, pero hoy no han venido ni han llamado, espero que sea por algo bueno. 

Edward:
Me despierto por la mañana y me voy a preparar un cafe pero de la nada suena mi celular. 

Aló?,quien habla?.—pregunta con voz ronca.
–Uy, emm perdón buenos días, soy ana.—jadea ella ante mi voz ronca.
–Oh hola que tal ana?, buenos días.—
–Emm buenos días, les quería decir que hable con mi jefe.—dice ella.
–Con tu jefe el gruñón?, jaja y de que hablaron?.—digo bromeando.
–Si, con el, pues hablamos sobre su hermano bruno y iré a hablar con el y  preguntare cuando será su próximo juicio.—dice ella.
–Ah perfecto, te lo agradecemos demasiado, ah por cierto las fotos ya les sacamos copia, por si quieres que te las llevemos o algo así.—digo.
–Ah muy bien, muchas gracias.—dice ella en tono amable.
–Ah usted, entonces se las entregamos en su trabajo, o como será?.—pregunto.
–Si, yo estoy en mi trabajo puede ser aquí o me las puede enviar por correo o dejárselo en la biblioteca que esta cerca de mi trabajo, como usted guste.—dice.
–Muy bien, iré a entregársela personalmente en su trabajo si es que le parece.—digo amablemente y puedo notar que se me nota una sonrisa estúpida.
–Perfecto entonces aquí nos veremos, hasta luego señor Cappelletti.—dice con alegría.
–Hasta luego, señorita mallers, que tenga un excelente día, y no me diga señor dime solo por mi apellido o por edward.—digo sonriendo. 

–Esta bien edward, hasta luego.—dice apenada y cuelga inmediatamente. 

No se porque pero esta mujer me tiene loco, siento que la necesito conmigo en seguida, y no sólo para platicar.


Bruno:
La verdad es que en este lugar me siento muy solo, a pesar de que haya policías a mi alrededor y que mis hermanos vengan todos los días a verme, solo vienen un par de horas y ni si quiera me dicen que saben de la abogada, si han planeado algo, pruebas etc, solo quiero salir de aquí, no solamente porque me siento solo, también porque extraño a mis hermanos siento que en este lugar la soledad pega mas fuerte, extraño mi casa, y aparte yo no secuestre a la chica. 

HORAS DESPUES:


Son las 8 de la noche y de repente me abren la celda, aunque mi instinto me diga que no me sacaran ya, yo tengo un sentimiento de emoción.
Me llevan a la cocina donde esta todo oscuro y solo en una mesa ay una vela, el guardia que me acompañaba señaló la mesa con la vela para que me sentará y después se retiro, al instante que me senté escuche detrás mio "hola bruno" una voz ronca detrás de mi, y de repente se sentó frente a mi, era mi querido hermano frank, así que me pare para abrazarlo felizmente.
Hermano!!—Grito y lo abrazo dándonos golpes en la espalda.
–Que pasa, como estas Brunei (así me decía el de cariño, pero a mi no me gustaba que me dijera asi, entonces creo que lo dice ahora por molestar.)
La verdad es que estaba un poco triste, pensaba que no vendrían nunca a verme, por cierto donde están, lucas y Edward?.—pregunto buscándolos.
–Pues edward fue a entregar algo, y lucas se fue por un cafe, ninguno me aviso nada y yo ya no podía esperar a verte hermano.
–Muchas gracias por venir hermano, la verdad es que me emocione cuando me saco el guardia de la nada, pedo a la vez tenia miedo, pensé que me iban a matar o algo así, pero me alegro de que estés aquí, me sentía muy solo y triste ya que ustedes tenían bastante tiempo sin venir a verme.—digo triste.
–Lo siento hermano, hemos estado muy ocupados tratando de hacer todo lo posible para poder sacarte de este basurero.—dice Frank.
–Y como va eso por cierto, todo bien?—pregunto ansioso.
–Todo bien, la abogada creo que le pidió unas cosas a edward, y ayer fuimos a cenar con ella para platicar sobre ti y sobre lo que paso esa noche para que ella pudiera tener un poco de contexto sobre ti.—dice seriamente.
–Bueno entonces creo que estarán ocupados, y cuando conoceré a la abogada?.—pregunto.
–Nos dijo que tal vez mañana iba a venir y que preguntaría a su jefe que cuando será el juicio, para ir juntando pruebas y todo eso.—dice feliz.
–Perfecto, pero si trayen de venir a verme, así aunque sea uno por uno, es que de verdad...  los extraño.—digo triste.
–Claro que si, la próxima vez tal vez vengan los otros dos o vengamos juntos a verte hermano, mira te tarjeta comida, debes estar hambriento tanto tiempo sin que hayamos venido a visitarte.—dice Edward sonriente y extendiendo una bolsa de plástico con un toper dentro.
–Es lo que creo que es?.—pregunto emocionado.
–Si hermano, es de tu restaurante favorito.—dice Edward sonriente.
–Oh por dios, mis ricas y deliciosas costillas, muchas gracias hermano.—digo y lo abrazo.
–No hay de que, ah y por cierto te mandan saludos todos hasta la abogada, ah y otra cosa tienen barbiquiu( nose como se pronuncia)—dice sonriente.
—gracias hermano, cuídate mucho.—digo feliz.
–Igualmente hermano, disfruta las costillas.—dice y se retira 

Me puso muy contento volver a ver a mi hermano, aunque faltaron los demás, esto y la comida que me trajo me hizo muy feliz, es horrible estar aquí, y más si es por algo que no hiciste, el maldito maltratados de la chica me denunció y se la llevo arrastrando, pobre mujer. 

Fin




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