Mis 4 hombres y yo

CAPITULO 9

Lucas: 

Se me antojo un delicioso café así que decidí ir por uno en una de las camionetas. al llegar me tope con una chica muy linda en el café, así que como estaba en la barra decidí sentarme junto a ella, portaba un saco negro y camisa blanca por dentro, tenía el pelo oscuro como la noche, lo tenía amarrado y ondulado en una coleta, encima tenía lentes negros y se veía muy bien, era una chica muy linda y se veía muy elegante, y decidí saludarla.
Hola, me puedo sentar?.—pregunto a la chica que estaba de espaldas.
–Ah si claro, señor cappelletti?, usted es el señor lucas cappelletti mancini verdad?—pregunta.
–Abogada ana?, que hace por aquí.—pregunto.
–Vine por un cafe y usted?, que hace por aquí, creí que estaría con sus hermanos.—dice sonriendo.
–Pues estaban ocupados,no me dijeron a donde iban, pero fueron a diferentes lugares.—digo.
–Ohh ya veo, quería informarles que platique con mi jefe y mañana iré a ver a su hermano bruno, o puede que hoy, ya que mañana es el juicio y tengo que platicar con el.—dice ella.
–Ah perfecto, le informaré a mis hermanos, ya sabe cualquier cosa comuníquese con nosotros o especialmente a edward, ya que con el conversaba más —digo y me pongo de pie.
–Esta bien, entonces nos veremos después.—dice ella.
–Por supuesto, nos vemos luego.—digo y me despido de ella con la mano y salgo del café hacia mi coche.
Con razon estaba tan guapa, es la abogada ana.
Y me dirijo hacia casa mientras tomo mi cafe con un poco de música. 

Al llegar entro por la gran puerta y veo a edward sentado en la mesa del comedor y  con una gran sonrisa estúpida en el rostro, como cuando vio por primera vez a la abogada ana. 

Y tu, porque sonríes tanto?, te echaste a alguien?—digo burlon.
–No digas estupideces lucas, y tu donde estabas?, pensé que estabas en la casa.—dice serio.
–Fui por un cafe y me encontré a la abogada ana, y solo platicamos un poco y después cada quien se fue por su camino.—dije dando un sorbo a mi café.
–Oh genial, y de que hablaron?—dijo sonriendo mientras se servía un poco de vino, edward siempre es de esos que para todo absolutamente todo toman una copa de vino.
–La abogada me dijo que hoy platico con su jefe y que le harán un juicio a bruno mañana,bueno entre hoy y mañana.—dijo edward. 

–Bueno, entonces yo creo que en un rato iré a verla, para darle las fotos impresas, por cierto te quería decir que fui a ver a bruno y le lleve su comida favorita, no les comenté porque cuando les iba a decir todos habían salido ya y pues yo quería sorprender a bruno y llegue de imprevisto, le pagué un poco de dinero a el guardia y le explique todo, me dijo que estaba bien y acepto el dinero y nos dejó comer en el comedor de la cárcel, y conversamos un poco, le dije que pronto iríamos a visitarlo de nuevo y le explique que estábamos muy ocupados tratando de sacarlo de ese lugar de mierda, el muy feliz se levantó y me abrazo, y me agradeció de nuevo por la comida, y minutos después me marche triste porque no soporto ver que mi hermano esta ahí dentro injustamente.—dijo sonriendo.
–Lo se hermano ya veras que ana nos ayudará a sacarlo de ahí.—dije sonriendo junto a edward.



 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.