Edward:
Por supuesto que me fui de inmediato de ahí, y como bien sabia que ella y yo debíamos hablar en algún momento me espere a que llegarán, porque el imbecil de bruno se quedó con ella.
MINUTOS DESPUES...
Se escuchaban ruidos en la entrada así que me senté en la sala para descubrir quien era.
Y si... era ella.
Entro a la casa al lado de bruno, eso me causó tanta rabia que no pude evitar ponerme de pie y observar como entraban riendo.
—Buenas noches.—Dije con una gran sonrisa.
—Hola edward.—Dijo bruno y en cambio ana se quedo callada y agacho la cabeza.
—Ana tu y yo tenemos que hablar, a mi habitación, ahora.—Dije tratando de tener paciencia.
—Yo no voy a ir a ningún lado contigo, edward.—Dijo enojada y alzando la voz.
—Claro que vendrás conmigo.—Dije y la tome en mis brazos.
—Edward!, bajame, que te pasa?!—Dijo pataleando.
—Edward, que te pasa?, deja a ana en paz!.—Dijo bruno detrás mía, cosa que me hizo enfurecer.
—Cierra la maldita boca bruno, yo no dejare lo que es mio, no te metas en mis asuntos idiota.—Dije y subí las escaleras.
Llegamos a mi habitación y la aventé a la cama, me quite el saco y me senté en un extremo de la cama.
—Que carajos te pasa edward?—Reclamo ana.
—Te dije que teníamos que hablar.—Conteste enojado pero sin voltear a verla.
—De que?.—Pregunto.
—De que más será?, de lo que paso entre tu y bruno, y encima llegan juntos y riendo.—Dije sonriendo irónicamente.
—No ah pasado nada.—dijo muy tranquila.
—Ah no?, entonces porque estabas en su habitación está mañana, porque llegaste tarde al trabajo?, porque no estabas en la sala y porque mierda no estabas conmigo?!.—Pregunte furioso.
—Que es lo que quieres?.—Pregunto lógicamente.
—Que me digas la jodida verdad que paso entre tu y b r u n o.—Dije deletreando para que "entendiera" mejor.
—Esta bien, quieres saber que paso entre el y yo?, ok, te lo diré, si, si me acosté con el, pero fue un impulso, y si no me quieres creer esta bien.—dijo la descarada.
—Perfecto, me voy.—Dije poniéndome de pie tomando lado llaves de mi corvette para después salir de la habitación.
—Eduardo a donde vas?.—Pregunto ana a lo lejos pero simplemente la ignore y escuche como se enfurecia a lo lejos.
Decidí darle un obsequio a mi novia, pero no era un regalo cualquiera, también seguía un poco enojado así que con este regalo me las cobraría.
HORAS DESPUES
Ella estaba hablando por teléfono y escuche lo que decía:
—Obvio que no, no me dejaré humillar.—Dijo aparentemente un poco enojada.
Mm vaya vaya, que tenemos aquí, una mujer enojada y fuerte?
—Yo no soy de su pertenencia.—dijo en reclamo.
—Por supuesto que me perteneces ana mallers, eres completamente mía, no entiendo como es que te lo tengo que explicar, acaso necesitas una lección?, esa patada en mis bolas no es nada nena, tu necesitas saber mejor con quien estas hablando, y de quien mierda eres novia, si es necesario te embarazaria 50 veces para que se te quede bien grabado en la cabeza que solo eres mía, mía y de nadie más, no importa con quien te metas, no importa con quien te beses, no importa a quien te falles, tu siempre serás mía, y de mi pertenencia, pero como veo que eso no es claro para ti, te daré una lección ahora mismo para que aprendas a respetarme y sepas de quien mierda eres.—dije dejando de ocultarme.