Madrugada
Bruno:
Era de madrugada, y por supuesto que tenia que aprovechar que todos estaban dormidos, y tenía que hablar con ana, no me podía resistir una noche más sin sentir su piel, lo admito.
Así que decidí escribirle por texto.
*Hola, estas dormida?
♧Supongo que no, que necesitas bruno?.
*De echo, te necesito a ti.
♧Bruno, estoy al lado de edward...
*No me interesa, podrías venir a la habitación?.
♧Pero y si nos descubre alguien?
*Tranquila, yo te protegere, ahora ven.
♧Bueno, espera, ya voy.
Se que vendría, se lo mucho que me desea aunque se haga la que no quiere nada.
Minutos después...
Tocan la puerta, se que es ella, pero aun asi me fijo.
Es ella.
Entra, esta con su bata, y se que debajo no tiene pillama.
—Que pasa Bruno?, estas bien?.—Pregunta.
—No, no estoy bien, te necesito ana, de verdad no sabes todo lo que causas en mi, te necesito aquí, a cada segundo.—Digo mientras me acerco a ella lentamente.
—Bruno, sabes que edward y yo...
—Te eh dicho que no me importa lo que diga el, te dije que te haría mía y así va a ser, así que por favor, dame solo esta noche para demostrarte cuanto te deseo.—Hablé y después la bese en los labios y poco a poco fui bajando hasta su cuello.
—Bruno.—Gimio mientras yo le quitaba la bata.
—Me deseas ana?, me deseas tanto como yo a ti?, dejaras que te toque?, que te folle duro?, que te pruebe toda?, dime?, lo deseas?.
—Si, si Bruno, lo deseo, deseo sentirte dentro de mi, te necesito ahora, por favor.—Dijo ana mientras jadeaba.
—Lo se bonita, y yo haré que te obsesiones de mi.—Hablé mientras poco a poco, me desacia de la ropa que se interponía entre nuestros cuerpos.—Mírate, tan perfecta, y tan mía, creo que es momento de demostrarte de quien eres.
Me deshago de sus bragas y del vibrador que por suerte no estaba encendido, quito su sostén, y me abalanzó sobre sus perfectos pechos mientras hundo mis dedos en su sexo, a lo que ella gime por la brusquedad de mis movimientos, no dejo de chupar sus pechos y la miro para ver su cara exitada.
Se ve tan deliciosa.
Quisiera que mis hermanos pudieran saber que me la estoy follando con los dedos y que ella lo está disfrutando.
Bajo lentamente, y a continuación paso mi lengua levemente por toda su cavidad.
Esta muy mojada, y yo tengo sus fluidos una vez más en mi boca.
Se que lo disfruta lo puedo ver en su cara.
Escuchamos un ruido pero yo no me detengo, de lo contrario le tapo la boca y continuo.
—Shh, guarda silencio o nos descubrirán.—Susurré.
Ella no respondió, solo puso los ojos en blanco y se contrajo, arqueo la espalda y rasguño mi espalda.
Me detuve, la voltee y la coloque boca arriba, baje mis pantalones y la ropa interior, chupe mis dedos y moje un poco su entrada, para después metersela lentamente.
Ella jadeaba, y la pose era perfecta, podía ver perfectamente sus ojos cafés y como habría la boca intentando gritar.
Ana:
2 HORAS DESPUÉS.
5 am
Ya era tarde, así que decidí prepararme un café para disimular.
Entre a la habitación y edward despertó.
—Hola preciosa, en donde te habías metido?—Pregunto edward mientras me acurrucaba en la cama.
—Fui por un poco de café, no podía dormir.—Disimule.
—Y porque no me despertaste si no podías dormir?.—Preguntó.
—No quería molestarte, además se veía que estabas durmiendo excelente, y no quería interrumpir.—Hablé.
—Ay preciosa, definitivamente no puedes ser más linda, ven vamos a dormir.—Dijo edward
—Esta bien.—Dije y me acurruque contra su pecho.
No lo puedo creer, soy una idiota, mira como edward me ama y yo acostandome con su hermano, soy una ser humana asquerosa, esto tiene que parar, estoy con edward no con bruno, tengo que decirle a bruno que esto tiene que terminar, por más que nos encante, y... que nos deseemos, no puedo seguir haciéndole esto a edward.
No quiero lastimarlo.
Así que por ahora tendré que decirle a bruno que paremos y despues veré como le digo a edward, porque al fin de cuentas algún día se enterara.