Samantha
(....)
Luego de ese momento incómodo que ese chico me mirara tanto.
Camino con mi amigo al aula.
El cual no deja de preguntarme qué; por qué no le doy una oportunidad al amor.
Solo si él supiera.
Son tantas cosas que quisiera decirle, pero, no puedo. Ni él, ni a nadie.
Quien diría que, poco después, tus secretos estarían en la boca de todos..
Entro al salón donde mi profesora, de Historia la señorita Liz. Me recibiera tan amablemente.
—Madison, tarde. Otra vez. — sisea y me ve detrás de sus lentes
Empiezo a creer que me odia, tarde solo por dos minutos. ¿Es en serio?
Tengo fama de llegar tarde, lo sé, pero es que, la semana pasada, Jay y yo estábamos comiendo detrás de las gradas. Hace un mes, nos perdimos por ir al otro lado de la ciudad. Bueno, sí, si tengo mala fama.
Tomó asiento. Frustrada, prefiero mil y un veces, el instituto de mi ciudad natal.
Y la puerta se abre dejándome a la vista otra vez al chico sin nombre.
Genial, tener que compartir aula con él.
No es que una compañía masculina me incomodara, solo qué, no me siento cómoda. Muchos menos si, hace algunos instantes te estuviese observando tan descaradamente. Y él, muy aparte de eso, tiene esa aura de "aléjate"
Si, es un descarado.
La señorita Liz, lo recibe muy amablemente. Y mis dudas son aclaradas.
Si, le caigo mal.
No me sorprende.
—Parker, ¿no? — le pregunta y él solo asiente—, perfecto, le estábamos esperando.
¿Esperando?
¿Quién? ¿Usted? Porque yo no.
—Tomé asiento con...—observó cómo ve todo el salón para decirle dónde tomar asiento.
Y escuchó a Jess, la chica de atrás, esbozar un largo suspiró.
Genial, tengo atrás a una fácil que babea por un tal Parker
—Junto con la señorita Madison—me señala.
Mierda, ¿por qué con él nuevo violador visual?
¿No puede sentirse con Jess?
Siento la mirada del chico sobre mí y le veo, otra vez con esa amplía sonrisa.
Como si hubiese.... ¿Ganado algo?
No obstante, con que sería mi compañero de silla, lo sería todo lo que queda de año, y en todas mis clases. Genial
Toma asiento junto a mí.
Y sigue con esa sonrisa. ¿Qué le divierte?
Pues, tampoco lo quiero averiguar.
Pongo atención a la clase, o eso intento. Ella habla de la literatura renacentista española y todos los personajes que marcaron la historia en ella y por qué.
Y mis pensamientos divagan entre las líneas que salen de la boca de ella y escucho lo que más me llama la atención: Familia, dolor, muertes y cosas así. Es como si mi familia formará parte de eso.
Mientras pienso en cómo, mi vida encaja a la perfección con este tema, un toque en mi brazo me desconcierta.
El tal Parker me llama. Lo ignoró, y vuelve a insistir.
—Mads, Mads—toca mi brazo para llamar mi atención.
Volteó y ahora tengo una mejor vista de su rostro.
Es un poco moreno, con dos hoyuelos a sus lados cada que sonríe. Y esos ojos verdes.
<< Si es lindo.>> ¿Que sutil no?
—¿Qué? — le miro con cara de pocos amigos.
—Tal vez no me presenté bien, soy Louis Parker— me estrecha su mano y la tomó de mala manera.
«Ante todo la educación»
Ay por favor, sólo cállate.
—Samantha Madison. —Y vuelvo mi vista al frente.
Quiero concentrarme demasiado en esta clase, no porque me importe. Si no, que voy demasiado mal.
A este paso, no conseguiré pasar la prueba de aceptación.
— ¿Esto es así de aburrido siempre? — bufa, pero más para mí que para él.
— Si. — respondí. — ¿Nunca antes habías visto una clase? — se me es inevitable preguntar.
—No..digo sí, pero... — balbucea nervioso.
Uhmm.
— Déjalo. Presta atención — le cortó.