Mis Días Contigo

Capítulo 16

No dejo de pensar en los últimos días que pasé con Abel. Decirme que le gusto, hizo sentir que el sexo fue distinto a la única vez que cogimos. Claro, ese momento fue que me encontré con la persona que arruinó mi existencia cuando lo necesitaba.

No me animo a decirle que siento lo mismo, el orgullo no me lo permite. Y no hay lugar donde no nos saciamos las ganas, no sé de donde sacaba tantos preservativos pero no se le agota... Parece que nunca acaba esta calentura que tenemos.

El amor es un sentimiento que te debilita cuando menos lo esperas, como la pérdida de las personas que amas y los que te traicionan. Viví esas dos experiencias de la peor manera. La partida de mamá fue el peor golpe que podía recibir, pero abandoné a papá y que siguiera los pasos de ella fue aún más doloroso. A la única persona que podía aferrarme no hizo más que confirmar mi pensamiento: el amor es un privilegio que no todos lo pueden tener.

Decir que estoy enamorada de Abel es demasiado apresurado, pero no falta mucho para admitirlo. Sí odio hacérmelo a mí misma lo que siento es más de lo que sentí la primera vez que me enamoré, es que todavía mi corazón está frágil como para sufrir de nuevo. O eso es lo que trato de pensar.

- Valentina, ¿Estás bien?- la voz de mi amiga me despierta de mis pensamientos y la veo entregarme el mate.

Después de un día y medio de lluvia, no fue hasta hace unas horas que se puede transitar en las calles de tierra. Cuando Sabrina llegó a mi casa con su novio. Ariel se mostró bastante entusiasmado al ver a Abel, se ve que se hicieron muy amigos sin importar la diferencia de edad... Es como si Abel fuese el hermano mayor del chico de ojos claros.

- No me vas a creer lo que pasé este par de días de lluvia...- suspiro fuertemente y miro a la puerta de entrada donde los veo arreglando el daño de la tormenta.

- No hay que ser adivino, es más que evidente que no perdieron el tiempo.- responde en la que dirijo la mirada a ella y mueve sus cejas- Nosotros tampoco estuvimos tan alejado de esa realidad, pero con mis padres encima apenas podemos aprovechar el momento. Creo que debería ser hora de buscar nuestro nidito de amor...- esto último lo dice como chiste, aunque la expresión de su rostro dice otra cosa.

- Tengo que volver a Alemania en dos días.- hablo sin pensar y abro los ojos por mis dichos- No puedo creer que tenga que regresar...

- ¿Está al tanto?- pregunta mi amiga. Niego con la cabeza y ella pone los ojos en blanco- Deberías hacerlo y hablar como sigue lo de ustedes.

- Hace mucho dejé de pensar en mi futuro con algún hombre, solo Jimena y vos.- Sabrina se pone de pie para abrazarme y nos reímos- Son las únicas amigas con las que puedo confiar, por las que pongo las manos en el fuego y sé que nunca me van a traicionar.

La rodeo con mis brazos y apoyo mi mejilla en su pelo rubio. La verdad es que la considero como una hermana solo porque pasamos muchas horas juntas. Solo el tiempo supo poner las cosas en su lugar, y ella no me dejó en banda cuando llegué al pueblo... Todo lo contrario, solo hizo que nos conociéramos de nuevo para ver que sigue siendo esa pequeña garrapata rubia que no me deja ni a sol ni a sombra.

Ya son las dos de la tarde cuando recién terminamos de comer y voy a mi cuarto para buscar la mochila con mi notebook. Tengo que comunicarme con Ingrid para saber si le enviaron los resultados de los estudios que hizo el doctor Aguirre, ya de paso para avisarles que en unos días voy para allá a terminar con la recuperación.

- Te espero en la camioneta.- dice Abel cuando me ve y sale trotando hacia afuera. Frunzo el ceño hasta verlo desaparecer.

- En mi defensa te puedo decir que estaba interesado al saber vas a salir.- dice Sabrina y la veo escogerse de hombros- Aprovechá que van a estar solos y decile que te tenés que ir. Es ahora o nunca Valentina...- miro mis pies para después sentir la presencia de Abel a pocos metros de mí.

Agarra la mochila y me hace seña para que siga sus pasos. Me despido y subimos a la camioneta.

- Tu amiga dijo que tenés que ir al hospital...- rompe el silencio después de unos cinco minutos bastante incómodos- Me alegra ver que tu rodilla esté sana.

- El doctor Aguirre es quien tiene la última palabra. Al menos quiero saber si ahora puedo volver a trabajar.- miro de reojo que asiente sin desviar la mirada del camino.

El resto del camino lo pasamos en silencio hasta que lo guío hasta el hospital cuando estamos cerca. Una vez que llegamos, me bajo de la camioneta y dejo la mochila en un lugar donde no dé el sol. Cuando llego a las escaleras, hago el intento de subir con la pierna izquierda... No voy a arriesgarme que por cosa de nada termine de profundizar el esguince. Abel sigue a mi lado.

- ¿Señorita Ferro? ¿Qué hace por acá?- el doctor Aguirre se acerca con su ceño fruncido. Supongo que vió como subí.

- Quería saber si pudo enviarle los resultados a mi kinesióloga. No sé como funciona la red de internet en el pueblo y no sé si la lluvia es algún inconveniente...- Lucas se cruza de brazos y su mirada se alterna entre Abel y a mí- Cuanto antes me desligue de esto, mejor. Solo quiero volver a la normalidad.

- Podés llamarla. Ella es la que va a tener la última palabra, pero por mi parte sí te puedo recomendar que comiences a caminar con normalidad.- suspira y mira el cielo ante de volver a enfocarse en mí con una sonrisa- Tenés que agarrar ritmo ya que venís con semanas encima sin poder movilizarte y perdés fuerza en la pierna.

- Entonces no corre riesgo de que le llegue a pasar algo que la deje en reposo de nuevo...- la voz gruesa de Abel me saca un poco de concentración y levanto la cabeza para mirarlo- Es solo para saber que Valentina está mejor de como la vi la primera vez.

- Se puede decir que la señorita Ferro puede moverse con más normalidad, eso depende de lo que diga su kinesióloga.- le contesta como todo un profesional y el hombre a mi lado asiente. Hasta se puede ver la expresión en su rostro algo parecido a la tranquilidad - Que por cierto, omitiste que tu kinesióloga no sabe hablar español.- ahora me mira a mí y me encojo de hombros.



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En el texto hay: amorimposible, futbolista, regreso

Editado: 22.10.2023

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